Gigi Hadid fue la estrella de un eventazo en la tienda de Tommy Hilfiger en Barcelona al que Fantastic Mag estaba invitado… ¡Te lo explicamos todo!
Empecemos con una historia graciosa… La cuestión es que Estela Cebrián y yo nos dirigíamos puntuales hacia el evento que estaba a punto de abrir sus puertas en la tienda de Tommy Hilfiger en Barcelona y en el que habían prometido que Gigi Hadid haría acto de presencia como parte de su #TogetherTour (al fin y al cabo, la mujer está presentando su nueva colección TommyXGigi para esta temporada de otoño). Subíamos por Passeig de Gràcia y, de repente, nos topamos con una marabunta de gente que no nos dejaba circular por la acera con normalidad, así que la bordeamos escrutándola con el ceño fruncido y preguntándonos «¿quién carajo viene a la Tienda del Barça?«. Porque, a ver, ahí es donde estaba concentrada la gente. No por otra cosa.
Convenimos que sería algún futbolista, evidentemente, y que por eso había un superávit de niñas jovencísimas maqueadas. Seguimos caminando Passeig de Gràcia arriba y, unas cinco calles más cerca de Diagonal, nos dijimos: oye, no nos habremos pasado la tienda de Tommy Hilfiger, ¿no? Abrí Google Mail y, sí, nos la habíamos pasado. Big time. De hecho, resulta que está justo al lado de la Tienda del Barça y que ni se nos había ocurrido pensar que íbamos a un evento con Gigi Hadid. Que, oye, mira, a lo mejor la aglomeración de niñas gritonas era por Gigi y no por un fubolista.
Esta historia es anecdótica, sí, pero también sirve para permitirme clarificar que la primera sorpresa del eventazo de ayer fue, básicamente, tomarle la medida popular a Gigi Hadid. Yo pensaba (como muchos de los que nos minutos después nos daríamos cita dentro de la tienda) que la modelo no era tan conocida en España… Pero resulta que sí. Resulta que fue genuinamente impactante tener que sortear la marabunta de mini-clones de Gigi que se congregaban a las puertas de la tienda de Tommy Hilfiger a la espera de ver (¿tocar? ¿oler?) a su ídola. Impactaba y daba un poco de cague, la verdad.
Por suerte, conseguimos superar la barrera humana, dar nuestro nombre en la exclusivísima lista… Y entrar a la tienda a, básicamente, esperar a que llegara Gigi Hadid. Eran casi las 7 de la tarde y alguien nos sopló que la modelo tenía que coger un avión a las 8, así que intuimos que no sería uno de esos eventos que se alargan hasta las tantas de la madrugada (algo que, a ver, seamos completamente honestos, se agradece cuando resulta que es un martes). Total, hubiéramos podido esperar el tiempo que hiciera falta porque continuamente nos estaban agasajando con zumitos, champán y finger food de escándalo mientras el dj dejaba caer una buena ristra de hits de nu-r&b suavecito y sexy como a mi me gustan.
Y, entonces, llegó Gigi Hadid. Lo supimos unos tres minutos antes de que cruzara las puertas porque, fundamentalmente, en la calle parecía que hubieran llegado los Beatles (pero, espera, ¿las millenials fans de Hadid sabrán quiénes son los Beatles? ¿Ya soy así de viejo y no me he dado cuenta?). Vaya por delante el hecho de que esto no era un evento para gente como yo, sino para las fans de Gigi. Y esto significa también que, tras su religioso paso por el photocall, un cordón de seguridad cosa seria dividió la tienda en dos y la modelo pasó rauda y corriendo saludando y diciendo «hi» con un candor que hizo que muchas dijeran «parece muy maja» cuando, a ver, cari, sólo te ha dicho «hola» en otro idioma. Relaja la raja.
Tal y como vino, se fue. Al fin y al cabo, Gigi Hadid tenía unas fans que atender y, como he dicho, esto era una reunión con sus fans, un grupito de afortunadas seleccionadas por vía concurso (en el que intuyo que hubo verdadera pelea de gatas) que se encerraron con la modelo en un Meet & Greet que supongo que tampoco duraría excesivamente porque, repito, la pobre mujer tenía un avión que coger. Pero ya se sabe cómo son estas cosas: mientras haya buena comida, buena bebida y buena música, todo lo demás da igual.
Y más si eres una de las adorables niñas que tuvo la suerte de conocer en persona a su mito viviente y que se plantaron en la tienda de Tommy Hilfiger en dos modalidades: mimetizando el estilo de su diva (error: si vas a un evento en el que hay una estrella, no te vistas como ella, chiqui) o vistiendo como si fueran a un cóctel de medianoche (palabrita: os juro que había una chica con traje de lentejuelas negras ¡a las seis de la tarde!). Sea como sea, oye, Gigi «parece muy maja«. [Más información en el Instagram de Gigi Hadid y en la web de Tommy Hilfiger]