La historia de Jerry Lee Lewis basculó entre Dios y el diablo de las drogas, el sexo y el rock’n’roll… Así es explicado en la biografía «Fuego Eterno».
Quien más y quien menos, todos sabemos que la historia de Jerry Lee Lewis es una de las más impactantes de la historia de la música del siglo pasado. Algunos lo saben porque han visto la película «Great Balls of Fire!» (dirigida en el lejano año 1989 por Jim McBride y protagonizada por Dennis Quaid y Winona Ryder) y mucho otros, por su parte, lo saben porque conocen la mítica biografía del artista que en 1982 escribiera Nick Tosches. Una biografía de la que Rolling Stone, por ejemplo, ha dicho cosas como: «Simplemente la mejor biografía del rock and roll jamás escrita«.
Cremita, ¿no? Pues entonces habrá que hacer caso a este libro que, a medio camino entre el documental más fidedigno y la ficción más oscuro, aborda la historia de un Jerry Lee Lewis que, ya desde una temprana edad, se vio dividido entre su devoción por el Espíritu Santo y su debilidad ante las tentaciones del demonio. Su objetivo en la vida era la Salvación, pero también es cierto que se le olvidaba fácilmente cuando el sexo, las drogas y el rock’n’roll se cruzaban en su camino. Siendo un chaval, demostró que el piano también podía ser no sólo un instrumento del diablo, sino también una herramienta para prender fuego al rock puro y duro.
En «Fuego Eterno» (originalmente titulada «Hellfire» y que la editorial CONTRA publicará el próximo 17 de febrero), a Tosches no se le escapan las contradicciones que rigieron la vida de Jerry Lee Lewis: su éxito temprano con «Great Balls of Fire«, su afición por las drogas, la fama incontrolable, su matrimonio con una prima de tan sólo trece añitos, el escándalo e incluso su reinvención en artista country cuando, a finales de los años 60, ya nadie daba un duro por su carrera. Mucho más que la biografía de un ídolo del rock’n’roll: «Fuego Eterno» va a ser más apasionante que el 95% de novelas de ficción que caerán en tus manos este año.
Más información en la web de la editorial CONTRA y en la de Nick Tosches.