Con tantas tendencias depresivas, rollos post-rockers y movidas transcendentales, a veces se nos olvida que uno de los grandes propósitos de la música pop es pasarlo bien. Un buen rato entre amigos. Unas sonrisas. Buen rollo. Ni más ni menos… Pues, sinceramente, hacía tiempo que no sentía algo tan básico y normal como el buen rollo en un concierto. Y Francisco Nixon, Ricardo Vicente y Darío Adanti lo consiguieron en la Casa de América (Madrid) con sencillez, humildad y a base de unas canciones que nos recuerdan las cosas más básicas de la vida. Nos hacemos mayores, nuestro día a día se vuelve cada vez más complicado, pero siempre nos quedará el pop para olvidarnos de todo y disfrutar, relajarnos y olvidarnos de lo jodidamente mal que está todo.
Y lo bonito de todo esto es que parecía que todos acabamos conectando con este propósito. Tanto el público como Richi, Fran y, sobre todo, las divertidísimas ilustraciones de Darío Adanti, acabaron desembocando en un pequeño parón temporal en el que sólo pensábamos en las guiris borrachas, las pijas de nuestra ciudad, los aparatos dentales y demás nimiedades del día a día. Sin duda, un respiro necesario.
Gracias por el buen rato, chicos. Ahora ya puedo volver a la música deprimente de siempre.
[Alejandro Masferrer] [FOTOS: Laura Flores]