Frances Bean Cobain ha troleado su propia campaña para Marc Jacobs… ¿Esto la convierte en la nueva reina del grunge? ¿O en una mamarracha sideral?
El mundo sigue sin saber qué pensar exactamente de Frances Bean Cobain, la hija de Kurt Cobain y Courtney Love: ¿mola? ¿Es un coñazo de tía? ¿Deberíamos estar hablando de ella cuando realmente es insultantemente joven y lo mejor que podríamos hacer es darle espacio para que crezca lejos de las cámaras? ¡Quién sabe! La que parece tenerlo bien clarito es la propia Frances, quien básicamente se pasa por el chirri lo que podamos pensar nosotros y ha dado ya suficientes muestras de que, por el contrario, ella pretende vivir lo más cerca posible de las cámaras. Oye, mira, que haga lo que le dé la real gana.
Sobre todo si lo que hace es meterse en acciones tan #maravilla (o no) como la que acaba de protagonizar estos días… La cosa ha ido tal que así: hace unas semanas, tanto Frances Bean Cobain como Marc Jacobs anunciaron que ella sería el nuevo rostro de la firma. A lo que siguió, evidentemente, la popularización de una foto de campaña disparada por David Sims que nos puso a todos la pregunta en la boca: ¿se parece a su padre? ¿A su madre? ¿A una inquietante mezcla entre los dos? ¿Realmente le importa a alguien?
Sea como sea, lo verdaderamente interesante ha sido el retruécano en el que ha acabado desembocando esta campaña. La cosa empezó tranquilita cuando, hace tres días, Marc Jacobs colgaba la siguiente foto de una valla publicitaria en Melrose Place con la imagen de Frances…
A lo que siguió este otro video en el que quedan claras dos cositas: 1. Que la niña tiene muy asimilada la pose y la actitud de sus padres y 2. Que no puede haber nada más jodido en este puto mundo que ser la hija de Kurt Cobain y Courtney Love (bueno, a lo mejor lo único más jodido es ser hijo de Donald Trump, pero si entramos en esta comparativa caemos en un agujero negro del que no saldremos nunca).
Por si no te ha quedado claro en el video (o por si te la suda el chirri lo más grande y has pasado de darle al play), la idea es que Frances ha troleado su propia imagen, enganchando stencils sobre su cabeza con la cara de una bruja y escribiendo las palabras «ella es una bruja» para que todo quede más claro todavía (que, por cierto, el propio Instagram de la niña es @space_witch666, así que suponemos que viene de lejos). Aquí el resultado final en formato foto…
Entonces, ¿qué? Pues entonces volvemos al principio y volvemos a decir que el mundo no sabe qué pensar de Frances Bean Cobain… ¿La adoramos como nueva musa de un improbable revival grunge? ¿O esperamos que no caiga en el lado mamarracho de la vida y la perdamos (del todo)? Qué será, será.
Más información en el Instagram de Marc Jacobs y en el de Frances Bean Cobain.