Hacía meses que teníamos un poco abandonada nuestra sección de aplicaciones para smartphones… Pero, ¿qué le vamos a hacer? Esto va como va, y si pasamos meses de sequía absoluta, poco podemos hacer nosotros. No depende de nuestra voluntad tener apps chulas de las que hablaros, sino que más bien depende de quien quiera que se dedique a poner las aplicaciones en el App Store. Por suerte, parece que el verano ha reanimado un poco la cosa y que por fin nuestros teléfonos vuelven a echar humo con novedades y no con las apps de toda la vida. Así que, por ahora, os traemos tres winners absolutos: una aplicación para cocinillas, la inevitable recomendación fotográfica y la app freak de la temporada para aprender a masturbarse. Ya sabes: downloading a la de tres, dos, uno.
1. COOKBOOTH. Ahora que todos estamos enganchados a «Pesadilla en la Cocina» y a «Master Chef» (y que en breve estaremos también enganchados a «Top Chef«), el siguiente paso es llevar esa afición por la gastronomía a nuestros teléfonos. Ya existen algunas aplicaciones ideales para ello, como el maravilloso Foodspotting. Pero lo cierto es que este tipo de apps se han centrado siempre en que fotografiemos y compartamos las comidas que tomamos en restaurantes y bares… Entonces, ¿qué pasa con aquellos a los que les gusta cocinar en casa? ¿Qué pasa con los cocinillas aspirantes a chef o master chef o top chef o soylapolla chef? Para todos ellos acaba de nacer Cookbooth. Por ahí lo han tildado ya del Instagram para cocinillas. Pero lo cierto es que Cookbooth va incluso más allá: una vez instalado en tu teléfono, lo primero que tendrás que hacer es rellenar un perfil en el que se te pregunta directamente si eres «foodie» o «pro», además de muchos otros campos que le servirán a tus amigos para saber si han de fiarse de tus recetas o no. A partir de ahí, el funcionamiento es sencillo: tienes que ponerte a cocinar y hacer fotos de cuantos más pasos posibles mejor, de tal forma que al final te quede una receta explicada en fotos (a la que has de añadir un apartado de ingredientes por si alguien quiere aventurarse a probar suerte). Así que, más que un Instagram, Cookbooth realmente puede convertirse en la primera app de intercambio de recetas que no de vergüenza mirar, ya que las fotos de los usuarios que hay por ahora son de un nivel realmente tremendo… ¿Nos dejarás ver tus creaciones?
2. VSCO CAM. Hagamos recuento: la cámara por defecto del iPhone es un coñazo máximo y de tan básica es un poco pleistocénica, Hipstamatic mola muchísimo pero depende un poco de la suerte que tengas al mezclar filtros y películas (y, además, voy a decir esto en voz alta: lo de tener que esperar al «revelado» es una jodienda de las grandes), Snapseed es la caña si tienes tres horas y media para dedicarle a cada foto (en serio, la cantidad de parámetros es abrumadora si no fuiste uno de los diseñadores originales del Photoshop)… Así las cosas, ¿qué otras opciones tenemos para hacer fotos y no perecer en el intento? Mi preferida últimamente es VSCO Cam, sin lugar a dudas. Ya no es sólo que su interfaz sea una preciosidad que se va a integrar de forma fetén en el nuevo iOS que nos llegará en septiembre, sino que lo mejor de VSCO Cam es su simplicidad de uso: tomas la foto, abres los parámetros de tuneo, escoges un filtro (si quieres), varías la intensidad de ese filtro (de nuevo, si quieres) y, sobre todo, te lanzas a toquetear la exposición, la temperatura de color y el contraste, que básicamente son las tres variables que necesitas para que una foto pase de «meh» a «wala». Puedes ir comprando filtros o hacerte con un pack que, por menos de cinco euros, te convierte en el puñetero rey de la abundancia. Y desde el mismo VSCO Cam puedes lanzar las fotos a Instagram, Facebook o Twitter. No sé vosotros, pero yo ya he encontrado mi app estándar de fotografía.
3. HAPPY PLAYTIME. Las cosas como son: por muy liberados que nos creamos que somos y por muy de guays que vayamos, el tema de la masturbación femenina todavía se trata igual que los Expedientes UFO en «Cuarto Milenio«. Parece como si «clítoris» y «vagina» fueran palabras que muchos no quieren tocar ni con un palo. Y para colmo llega Karmele y se yergue en heralda del onanismo femenino enseñando sus bolas chinas en «Sálvame«. ECS. Pues no, la masturbación es vuestra amiga, amigas. Y por si venís de un colegio de monjas o si vivís la vida como si fuerais las vecinas de «La Casa de Bernarda Alba«, por fin ha llegado Happy Playtime, una aplicación diseñada exclusivamente para enseñar a la mujer a darse placer a sí misma. Que parece algo fácil de entrada pero, oiga, tiene su aquél. Además del lado práctico evidente (gráficos de lo más idem de la anatomía genital femenina, pasos fáciles y rápidos para llegar al clímax sola o en compañía…), la app también viene con un diseño de lo más rebonico, con una mascotita super cuquis que desde la home de la página web va haciendo «Aaaaaws» de gusterita de vez en cuando. ¿La mala noticia? Que todavía está en fase alpha, lo que quiere decir que no está para descargar pero sí a puntito de caramelo: saldrá en unas semanas ¿Y por qué la reseñamos si aún no la hemos probado? Porque llevamos semanas perdidos en su página web y con unas ganas tremendas de poner en práctica sus consejos, a ver qué tal. Y porque muy mal tiene que salir la cosa para que no funcione… ¿no?