Pero no te creas que esto va a ser siempre así de sencillo: una misión llevará a otra como ocurre en este caso, en el que Mother Miounne te comenta que necesita un aventurero que cuide de la gente de Gridania. Sobre ella flota un globo de «main scenario quest» (es decir: misión imprescindible para avanzar en el argumento del juego), y cuando aceptas no sólo te explica parte de la historia de Eorzea, sino que te encomienda tres misiones en una: tienes que tocar el cristal centra de la ciudad, visitar el gremio de conjuradores (es decir, tu propio oficio) e ir a ver el mercado y que, de paso, le lleves un objeto a un tipo.
Cada una de estas misiones es imprescindible por un motivo básico que vas comprendiendo a medida que vas completándolas. Tocar el cristal en el centro de la ciudad, además del placer estético que te reportará (aquí empiezas a sentir la potencia gráfica de «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn» y, sobre todo, empiezas a frotarte las patitas pensando en lo que está por llegar en cuanto sigas explorando el mundo de Eorzea), te sirve para entender el principio básico de transporte rápido: desperdigada por toda la ciudad hay mini-cristales que te permiten viajar de un lugar a otro de forma inmediata, mientras que si estás fuera de la ciudad podrás teletransportarte hasta el cristal gigante utilizando un conjuro (que te inhabilita a volver a utilizarlo en quince minutos). La segunda sub-misión, visitar tu propio gremio, te pone en la senda de las misiones de los de tu propia calaña: en el gremio conoces a un maestro conjurador que te asigna una misión (una vez completa, además, comprenderás otra de las dinámicas del juego: hasta que no evoluciones hasta el nivel 5, no te asignará su siguiente misión, incentivándote así a ir mejorando el rango de tu personaje). Y, por último, la tercera sub-misión, la que implica ir por primera vez al mercado, te obligará a habituarte a los principios básicos del trueque como medio de obtener todo tipo de objetos y equipamiento (de hecho, aquí también hay que tener en cuenta que depende qué equipamiento sólo podrá ser utilizado si tu personaje tiene suficiente nivel).
Una vez completados los tres recados de Mother Miounne, lo más normal es volver hasta ella. Pero recuerda que, antes de pedirte todo esto, también te ha pedido que te portes como un buen aventurero y protegas a todos los habitantes de Gridania. Lo que viene a significar, hablando ya en términos jugones, que tienes que ir aceptando todas las misiones de los habitantes que vayas encontrando. No protestes, porque será para bien: en Gridania, casi todas las misiones tienen como cometido ir enseñándote diferentes aspectos del juego, por lo que por aquí aprenderás a gestionar el sistema de conversación (con carácteres no jugables e incluso con el resto de personajes controlados por jugadores reales que corren arriba y abajo por toda la ciudad y con los que puedes comunicarte e incluso crear alianzas ya desde un buen principio) y por allá aprenderás a combatir en el campo de batalla (muchas de las misiones implican salir a los bosques cercanos de Gridania para cargarte a algunos monstruos, con lo que conseguirás dominar un intuitivo sistema de batalla controlado por diversos menús que se despliegan con los botones superiores del mando y que no detienen para nada la acción).
Ya es hora, sin embargo, de que zanjes tu cuenta pendiente con Mother Miounne, quien te felicita y te emplaza a salir de Gridania para ir hasta el Bannock y hablar con un tal Galfrid. Bien. Ya es hora de dejar la ciudad y aventurarte a los terrenos silvestres cercanos, que es precisamente donde está el Bannock y donde empiezas a sospechar que por fin te vas a adentrar en la parte más física del juego. Así es: todas las misiones que aceptes en el Bannock son de lucha pura y dura contra monstruos cada vez más duros y de mayor nivel. Se impone ir mejorando tu personaje para que no se te coman vivo, sobre todo en una misión de la historia principal en la que Galdrid te pide que investigues un claro en el bosque. Allá te encuentras con dos personajes: una chica misteriosa y un enano con pinta de ser un crack de la magia. Después de luchar contra unos árboles gigantes (y de que los dos personajes te salven el culo porque la batalla, simple y llanamente, te quedaba grande), se presentan como Yda y Papalimo, y empiezas a entender que has conocido a los primeros personajes realmente imprescindibles de la trama de «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn«. También empiezas a entender, sin embargo, que este juego va a ser un vicio especialmente peligroso: llevas más de seis horas delante de la pantalla. ¿Es el momento de una primera parada?
¿QUÉ PASARÁ? Una vez superadas las primeras horas de juego de «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn«, no es demasiado difícil hacerse una idea de por dónde irán los tiros… La dinámica de misiones es lo suficientemente viciosa como para engancharte con tareas que, sí, a veces son puramente mecánicas, pero que también te incentivan a completarlas por la pura cabezonería de ir subiendo de nivel a tu personaje. Eso sí: hay que reconocer que el argumento está perfectamente hilvanado en las misiones, y que irás descubriendo nuevas zonas del mundo de Eorzea de forma natural y paulatina, con un orden marcado por el argumento y por las mismas misiones. También es fácil vaticinar que cada vez será más necesario tener aliados en el mundo de «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn«: ya en el Bannock te encuentras con que, en ocasiones, en el mapa aparecen círculos en los que, si entras, participas en misiones colectivas. Una forma genial de ir conociendo a otros personajes que te acompañen en tus aventuras y que hagan más facil completar tus propias misiones. Y, sobre todo, a esta altura del juego lo que mejor has comprendido es que «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn» va a ser una experiencia inmersiva que te va a permitir (gracias a unos gráficos de nivel más que elevado, con una capacidad maravillosa para plasmar lugares de una bella fantasía heróica) «vivir» literalmente en Eorzea. Se prevén muchas horas de juego. Se prevé un argumneto de alte voltaje. Se prevé, al fin y al cabo, un juego de esos que te van a acompañar durante varios años de tu vida.
DISPONIBLE EN… PS3 (versión probada), PS4 y PC. Disponible a partir del 27 de agosto en versión PS3 y PC. La versión PS4 estará disponible a lo largo del año 2014.