Habrá quien dirá que esto es porno… Nosotros decimos que es arte y cachondeo puro. Sea como sea, tienes que ver «Frenesí» de Forastero.
Internet nos fascina por muchos motivos, pero últimamente por uno muy concreto: resulta que, de repente, publicas una foto en Instagram en la que se te un pezón y bye bye, ya te hemos baneado la cuenta y jodido la puta bida, tete. Pero, sin embargo, de repente hay alguien que se pone elocuentemente juguetón y consigue saltarse toda esta absurda inquisición, Alguien que llega a colar un videoclip que bien podría considerarse porno en un canal como Vimeo, que es más permisivo que el mojigato YouTube pero que, oye, tampoco hay que pasarse, el porno mejor en Xtube.
Ese «alguien», por cierto, es una banda que nos queda muy cerca: Forastero, conocida injustamente por ser la formación en la que Javier Gallego de «Carne Cruda» toca la batería cuando más bien debería ser conocida por marcarse un musicón de aquí no te menees. Así es, por ejemplo, «Frenesí«, corte extraído del álbum «El Submarinista en el Tejado» y que hace honor a su nombre al ser un chorreo continuo de energía en estado musical. Es como si los Forastero pisaran el acelerador en el segundo 00:01 y no lo soltaran hasta el final, especialmente empujados por el viento bravío de un saxo de quedarse muy loco.
Y así llegamos al videoclip de «Frenesí» dirigido por Pérez y Stein. Aunque, mirad, en serio, ¿para qué hablaros de él cuando lo mejor es que lo veáis? Dadle al play y, luego, si queréis, entonces ya hablamos de cuáles son los límites del porno: ¿es solo porno cuando los cuerpos son humanos y están desnudos? ¿Si los cuerpos son humanos pero están cubiertos por una segunda piel de lana ya deja de ser porno aunque hayan mamadas, cunnilingus, penetraciones diversas, pajas e incluso una corrida final (con hilos blancos en vez de leche)?
Ni idea. Sea como sea, nos alegra que podáis ver el videoclip de «Frenesí» de Forastero porque, para nosotros, está clarísimo que esto no es porno… Esto es arte. Además de un cachondeo padre. ¿Pero quién decía que el arte no podía ser cachondo?
Más información en la web de Forastero.