Te hablamos de cinco películas que no debes perderte en el FIRE!! 2018 para entender que crecer como un chaval LGBTIQ sigue siendo algo muy peliagudo.
Puede que estemos en plena temporada de festivales musicales, pero, oye, mira, precisamente por eso deberíamos agradecer que existan propuestas como la de FIRE!!, la Muestra de Cine Gay y Lésbico de Barcelona que, fundamentalmente, cada año nos ofrece un oasis de buen cine (y salas con aire acondicionado) para descansar de las aglomeraciones, el cansancio y el agobio festivalero. Un oasis en su forma, claro, porque si algo distingue cada año al FIRE!! es precisamente su capacidad para obligarnos a observar que, incluso en esa apacibilidad, el fondo del agua del oasis es negro y está removido.
Vamos, que esa normalización por la que la comunidad LGBTIQ hace décadas que lucha puede que esté más cerca que hace unos años… Pero todavía estamos muy pero que muy lejos de conseguirla. Cada año, de hecho, esta muestra pone el dedo sobre la llaga de una problemática diferente que necesita ser visibilizada con urgencia. Y, en su presente edición, que se celebra en Barcelona del 7 al 17 de junio, la llaga sobre la que el FIRE!! pone su dedo no podía ser más relevante, ya que aborda lo difícil que sigue siendo (por mucho que te intenten vender lo contrario) el hecho de crecer como un joven LGBTIQ en una sociedad en la que todavía existen muchísimos prejuicios. Demasiados.
Esto no significa que todas las películas del FIRE!! 2018 giren en torno a esta temática, claro. De hecho, siguen habiendo películas de temáticas diversas igual de interesantes… Pero, respondiendo a la urgencia de esta problemática, desde Fantastic hemos querido recomendaros cinco films que no os podéis perder si queréis entender lo difícil que sigue siendo crecer siendo una persona de la comunidad LGBTIQ que, sin embargo, todavía no tiene el respaldo de eso, de una comunidad. ¡Vamos a por ellas!
1:54, de Yan England. «1:54» trenza dos problemáticas que van comúnmente de la mano: el bullying y el descubrimiento de que tu sexualidad te convierte en alguien «diferente». En este caos, el director Yan England pone la cámara sobre la figura de un chaval que, cuando muere su madre y entrenadora, deja de correr por completo. Pero un entorno de bullying en general y un incidente con su mejor amigo en concreto hará que el protagonista se reivindique a sí mismo y se embarque en una carrera en la que superar su marca deportiva personal será la metáfora perfecta del empoderamiento que conlleva aceptarse a uno mismo.
GENDERBENDE, de Sophie Dros. Una de las grandes revoluciones propulsadas por la comunidad LGBTIQ en los últimos años ha sido el derrocamiento de la tiranía del género como algo binario… Está claro que siempre es más fácil pensar en blanco o negro, en hombre o mujer, pero ¿no existen millones de posibilidades intermedias entre ambas posturas? La directora Sophie Dros parte de esta pregunta y, siguiendo a cinco jóvenes que no se sienten ni hombre ni mujer, utiliza este documental para lanzar continuas preguntas sobre el espectador hasta llegar a la gran cuestión de todas: ¿no sería más natural considerar que el género no es algo binario, sino pura fluidez?
MARVIN O LA BELLA EDUCACIÓN, de Anne Fontaine. La construcción de una identidad propia es, simple y llanamente, el proceso más importante de todo infancia. Pero este proceso tan importante también puede resultar perturbadoramente frágil cuando tu propio entorno, en vez de proporcionarte las herramientas necesarias para ello, se convierte en una camisa de fuerza que te impide crecer. Eso es lo que siente el protagonista de «Marvin o La Bella Educación» hasta que una profesora le abre las puertas de un mundo donde puede encontrarse a sí mismo: el teatro. Ah, y por cierto, en esta película de Anne Fontaine sale Isabelle Huppert, pero es el argumento y no esta aparición estelar lo que debería moverte hasta el FIRE!! 2018.
THEY, de Anahita Ghazvinizadeh. En inglés, «they» es el pronombre no binario que muchas personas utilizan para referirse a ellas mismas y de esta forma no tener que elegir entre las dos opciones binarias, «él» o «ella». Esta película de Anahita Ghazvinizadeh está protagonizada por J, quien opta por la ambigüedad incluso en su propio nombre y quien toma bloqueadores de hormonas para posponer la pubertad y así posponer el momento en el que deba tomar una decisión definitiva sobre su sexualidad. Tras dos años de terapia y tratamiento, sin embargo, J se enfrentará a un fin de semana en compañía de su hermana y su mejor amigo en el que esa decisión definitiva no podrá posponerse más.
SIN VELO, de Erin Heidenreich. Maria Toorkapai es una jugadora de squash que vive en una zona de Pakistán en la que las niñas tienen prohibido derechos básicos como ir a la escuela, escuchar música o salir a la calle sin acompañante. Para seguir practicando el deporte que le apasiona, Maria incluso se vestirá como un chico… y llegará a ser una jugadora profesional internacional. Esto podría ser la base del argumento de una película de ficción destinada a triunfar en el circuito de festivales. Pero, no, no es ficción: es la historia real de Maria Toorkapai y, además, es la base de este documental de Erin Heidenreich que demuestra que a la opresión de género hay que plantarle cara sí o sí. [Más información en la web de FIRE!! 2018]