Seguro que ya has leído muchas crónicas del Festival de Málaga 2015… Pero ninguna explica lo vivido como lo hacen Reyes Calvillo y Rosa Salido.
Yo (Reyes) me aventuro a montarme en el coche destino Málaga con tres horas de sueño y mu-chos, demasiados, litros de rebujito encima. Nuestras expectativas durante el viaje son maravillosas y todo es posible mientras escuchamos una playlist surrealista y cinéfila que Rosa ha creado. Al llegar a la ciudad, acreditarnos, dar un paseo y descubrir que no teníamos pases a las sesiones de tarde del algunas películas (ejem, ejem). Pero eso os lo contamos después. Tras un descanso en Benalmádena, donde nos hospedábamos; con media hora de siesta, como debía ser; y vestidas perfectamente, nos plantamos en el festival.
Chicos, hemos de decir que en nuestra reseña vamos a hablar de aquello que nadie ha hablado. No consideramos necesario repetir lo maravillosa que resulta «A Cambio de Nada» y lo encantador que estuvo Daniel Guzmán con nosotras. Horas antes de recibir su premio, definía su film como “una historia cercana y vital”, algo de lo que se sentía “muy orgulloso y encantado de compartir con su familia y amigos”. ¡Y es que en el estreno estaba hasta su abuela! Además, nos aseguró que “el cine español vive un momento de esplendor y que en la educación está el cambio”. Por descontado decir lo impactante que resulta «Techo y Comida«, donde Natalia De Molina se muestra tan cercana y real que asusta y cuyo premio fue más aplaudido en la rueda de prensa. Muchas críticas hemos leído ya sobre lo ingenioso de «Requisitos» para ser una persona normal, y es que Dolera no se merece menos. Por no hablar del aplaudido premio a Isabel Coixet o el encanto y la dulzura natural de la cinta del joven Trueba. Claro que de todo esto se ha hablado más que suficiente y, aunque siempre será poco lo que se hable de cine, nosotras ya nos comprometimos a no hacer lo mismo.
Dejamos que la encantadora, agradable, amable, simpática y guapísima Mabel Lozano nos sorprendiese con su impactante documental sobre la prostitución «Chicas Nuevas 24 Horas» (2015). La directora, antes modelo y presentadora de televisión, rebosa energía y preocupación, al igual que se refleja en la película, por ayudar a esas mujeres (en muchos casos niñas) de todo el mundo que se ven atrapadas en las redes de esta mafia. Y, con mucha valentía, ha creado un documental para reflexionar sobre cómo no se ayuda a que esta situación mejore. Que, ojo, España es de los países donde más se sufre la trata. En ESTO no nos quedamos atrás.
Y, por llevar un poco la contraria a todo el mundo, decidimos apostar por la película proyectada en la sección de ZonaCine. Aquí descubrimos el fascinante mundo de un cineasta al que auguramos un futuro mas que prometedor. Una de las delicias que nos llevamos de este festival fue encontrarnos con la firma de Javier Macipe en «Los Inconvenientes de No Ser Dios» (2015). Los ojos del pequeño actor, nos contaba Javier, eran dos ventanas abiertas a la capacidad de emocionar que sólo guarda la infancia. Dos ventanas sobre las que se elevaba Peter Pan, mirando el futuro con los ojos del niño. Peter abre la ventana al igual que se abría la puerta de su coche en la alfombra roja. Los brillos de campanilla en la noche son hoy los flashes que esperan a capturarle. Diez historias que son diez vidas en una, la nuestra propia, la suya, la que colorea sobre el lienzo e su acompañante artístico Ignacio Estudillo, mientras Javier dibuja unas líneas argumentales paralelas que coinciden en un mismo punto; en el único punto final, en el que todos tenemos en común, pero la muerte, qué bien les sienta.
El viernes empieza siendo un día de trabajo duro, muy duro. Durísimo… Cuando en Málaga te escuchan el acento sevillano, muchas veces te cogen un poco de odio. Pero eso, os lo contamos al final (toma cliffhanger). Tuvimos una mañana llena de entrevistas y una tarde plagada de documentales. No nos equivocamos con «Las Sinsombrero» (una producción de Intropía Media y Yolaperdono, 2015): toda una lección cultural que resulta profundamente emotiva y reflexiva. Falta hacía ya que se reconociesen a todas esas mujeres olvidadas a las que los propios artistas temían. Sí, llegaron a saltarse las lágrimas con este documental. Llamadnos feminazis, pero a esta marginación no hay derecho. Encantadoras las creadoras y el creador de esta cinta, a los que agradecemos su colaboración y que reconocieran que el “género documental en España necesita un apoyo”, recalcando la importancia de “reconocer la figura de la mujer en la historia y el arte español”. Afortunadamente, cada vez vemos más féminas firmando obras, pero siguen siendo una minoría
Impresionante también y hasta devastadora, la polémica «NEXT» (LA Panda Production, 2015), que recomendamos ver a todo aquel que alguna vez haya pensado el oscuro mundo de las niñas prodigio que hacen todo (y de todo) por conseguir ser actrices famosas. Lo peor de todo no son ellas: son sus propios padres. En serio, que alguien haga algo por promocionar el género documental en España, porque hay vida más allá de las películas “mediáticas”.
A la noche nos esperaba nuestra deseada «Muchos Pedazos de Algo» (David Yañez, 2015) de la que tenemos que hablar, y mucho. La carretera puede ser un camino para el cambio. La influencia de la Novelle Vague se vistió actual y las conversaciones recordaban a aquellas que escuchas entre los intercambios de clase. Guarda el encanto actual de esas pequeñas confidencias e irresponsabilidades que sólo la juventud te permite. Una actuación natural y fluida que consideramos lo más destacable de todo el film. Unas situaciones realistas y algunos puntos que, sin ser cómicos, hicieron reír a toda la sala ya que, en mayor o menor medida, todos formábamos parte de alguno de los personajes. ¿Por qué no contar lo mismo que veo por la ventana? A veces los superhéroes no llevan capas ni tienen acento americano, a veces visten camisetas de grupos y hablan con deje aragonés. A veces dicen “me estoy rayando” y se ponen ebrios a cerveza. A veces no vuelan sobre las ciudades porque tienen coches para recorrerlas. A veces nosotros mismos somos superhéroes en las películas. Pero claro, esa es una responsabilidad que aún no hemos asumido. Yañez, junto a su compañero Macipe, coinciden en “la importancia del apoyo a las producciones jóvenes e independientes”, ya que las trabas para la producción y distribución son muy duras. Ademas, David nos explica que en su faceta como profesor intenta que sus alumnos entiendan y compartan historias cotidianas, “lo que ven por la ventana”, como él nos muestra en su obra
Y tras nuestra primera noche de descanso, llegan el sábado y el domingo, el día que aprovechamos para ver los films premiados y terminar algunas de nuestras entrevistas. Lo admitimos: estamos totalmente de acuerdo con el palmarés. Justo y acertado. Verdaderas delicias que hay que ver y enormes y gratas sorpresas. Punto para el jurado. Pero no estamos tan satisfechas con la organización: es complejo ver películas que no coincidan, y no nos gusta ni tener que pagar 7 o 10 euros para ver una película en un festival. No porque no los merezcan, sino que entendemos que un festival debe acercar el cine al público y quizás con un precio menor que invita a que la gente vaya a ver cine nacional independiente. En fin, no nos agrada esa parte de “postureo” que hemos vislumbrado estos días.
Lo que se ha visto en algunos medios no es mas que una máscara de la realidad del cine nacional, un cine que apenas puede vivir de él mismo, un cine que está muy lejos de ser bien visto por regla general y que se aleja más todavía si le añades precio abusivos y burocracias cada cinco minutos. Además, debemos decir que también nos disgusta que apenas haya una o dos sesiones por película, por lo que, si no puedes verla un día, dile adiós. Muchas de ellas quizás no las podrás ver en otro momento, porque el cine independiente español tiene que sudar y llorar para poder moverse. Para poder existir.
¿Lo mejor de todo? El equipo que hemos formado allí. Los realizadores tan encantadores, la experiencia sumamente enriquecedora, el conocimiento documental que hemos adquirido, los compañeros que hemos hecho y, sobre todo, decir que nuestro medio se llamaba Fantastic Plastic Mag con un acento americano que superaba todo pronóstico sobre lo catetos que somos los habitantes de Híspalis. ¡Ah! Todo esto sin olvidar la maravillosa anfitriona que hemos tenido (Eva, te queremos) y la merecidísima fiesta del sábado noche en el ZZClub (Saúl, gracias por esas cerves).
Prometemos volver al ataque, ¡pero la próxima vez juramos no ir con la flor y la peineta!
¡Besis desde el Guadalquivir!
[Reyes Calvillo y Rosa Salido]