Fermin Muguruza ha unido fuerzas con The Suicide of Western Cultura en «B-Map 1917+100», un disco que pretende sacudir conciencias y llamar a la revolución.
“En momentos de urgencia, también necesitamos canciones. En tiempos duros, música dura”. Estos pensamientos, que podrían salir de muchas mentes inquietadas por los oscuros momentos que vivimos, resumen con extrema claridad las causas y los efectos del alumbramiento de “B-Map 1917 + 100” (El Segell del Primavera, 2017), obra resultante de la alianza establecida por Fermin Muguruza y The Suicide Of Western Culture. Esas dos poderosas sentencias han sido expresadas, en concreto, por el propio Muguruza y exponen la necesidad de buscar los sonidos apropiados para encauzar la rabia en la etapa que atravesamos invadida por la corrupción política, el autoritarismo, la depresión socio-económica, las injusticias de la justicia, las amenazas contra la libertad de expresión y las tensiones identitarias.
Sin embargo, crece la sensación de que, hoy en día, las revoluciones son cada vez menos posibles. La sociedad, así como parte del panorama musical, están anestesiados. Frente a esta situación, “B-Map 1917 + 100” emergió con la fuerza de dos manos que nos agarran de las solapas para despertarnos del letargo: una mano proyecta la sombra del centenario de la Revolución Rusa sobre diez zonas geográficas distintas del planeta para construir una cartografía músico-político-emocional a partir de la cual reflejar la indignación y la convulsión que agitan el mundo; la otra demuestra que el corazón combativo de Fermin Muguruza sigue latiendo con la misma energía con la que su carrera empezó hace más de treinta años en Kortatu, continuó en Negu Gorriak y se expandió hacia una constante experimentación con diferentes sonidos.
Aunque, en realidad, esas dos manos que nos sacuden son seis: las de Muguruza, Juanjo Fernández y Miquel Martínez, admiradores confesos de la trayectoria del vasco. Después de que Carlos Baena (del sello El Segell del Primavera) le acercara la música del dúo, se conocieron en persona, escucharon juntos algunos temas de The Suicide Of Western Culture y se encendió la chispa: “Ellos querían hacer un single, un par de canciones conmigo. Como todo esto coincidió con mi estancia en Barcelona gracias a la residencia en Fabra i Coats con el proyecto “Black Is Beltza”, quedamos de nuevo allí y empezamos a darle vueltas al par de canciones que me habían enseñado, a ver qué salía”, relata Muguruza en una extensa nota de prensa-entrevista. El proceso adquirió cuerpo en la antigua fábrica barcelonesa durante quince días en los que “íbamos escuchando músicas que me traían. Empezamos a hacer trabajo de creación, de cirugía musical. Poco a poco, me iban gustando cada vez más instrumentales de los que me enseñaban… Y, al tercer día, ya vi claro que podía hacer incluso un disco entero y, además, un disco conceptual”.
Ese concepto parte de un elemento muy sencillo que acaba siendo un símbolo poderoso: la letra B. A nivel local, en España estamos acostumbrados a lidiar con el sentido negativo de esa letra: sobres de dinero B, B de Bárcenas, B de Brey (Rajoy, Mariano), B de Borbones… Aunque Fermin Muguruza toma esa cara B de las circunstancias que nos han tocado sufrir y la transforma en un mensaje personal de alcance planetario hasta hacer de “B-Map 1917 + 100”, como sugiere su título, un disco-mapa. “Elegí seis ciudades que empezaban por la letra B y contaban toda mi trayectoria en base a esas seis zonas geográficas. Llegué con esta idea al estudio y le dije a Juanjo ‘tú busca y proyecta vídeos de, por ejemplo, Bogotá, Beirut…’. Teníamos una pantalla gigante, que era con la que estaba haciendo la BSO de “Black Is Beltza”, así que aprovechamos todo lo que teníamos a nuestro alrededor. Era un laboratorio de creación impresionante. Íbamos proyectando imágenes, yo escribiendo letras y grabando melodías sobre las bases musicales… Fue todo muy sugerente e imaginativo”, describe Muguruza.
Y continúa: “Hubo un tiempo en el que las tres ciudades del mundo que más información promovían eran Beirut, Bilbao y Belfast. Las tres Bs de las noticias. Caí en que había y hay otras ciudades que empezaban por B cuyos conflictos también despiertan mucho interés periodístico: Barcelona, Berlín… Descubrí un mapa muy interesante alrededor de la letra B. Por otro lado, me acordé de una idea de Public Enemy que sampleo en “Baton Rouge – Black Is Beltza”: ‘Brother black the B is back, so check it out. The B-side wins again. Here we go!’”.
La primera B que apareció pertenece a “Barcelona – Sant Andreu”, en referencia al barrio que lo acogió durante su residencia artística en la ciudad. El contexto que rodeó a este tema precipitó su salida, en los momentos previos al referéndum que se celebró el 1 de octubre en Catalunya y que se relacionaban directamente con el “Barcelona antifascista” de su letra, la primera escrita en catalán por Muguruza. “En dos días, Juanjo ya tenía el vídeo. Esa idea de canciones de urgencia me parece interesantísima y muy potente”. Así volvemos a una de las claves de “B-Map 1917 + 100”, un álbum de resistencia que busca interpretar la realidad desde la trinchera alimentado por punk electrónico, sonido industrial e incluso post-punk de Manchester pero ejecutado con espíritu global y amplitud de miras.
Esa realidad se cuela también en “B-Map 1917 + 100” en forma de samples, componentes importantes del LP (como lo fueron en la época de Muguruza en Negu Gorriak) materializados a través de muestras de una tribu cantando en “Brazzaville – Egun On Kinshasa”, voces serbias en “Belgrado – Hiri Zuria” o la de Ulrike Meinhof en “Berlín – Ulrike Meinhof”, una radio hablando de la muerte de Bobby Sands en “Belfast – Zuhaitzak” o el ya mencionado de Public Enemy. A la vez, de la cita ajena, Muguruza salta a la auto-cita: “En “B-Map 1917 + 100” hay también guiños a otras etapas de mi carrera. Es una especie de juego de pistas que enriquece las canciones y hace que la gente que me ha seguido pueda acudir a ellas para saber por qué las estoy citando. O gente que lo escuche por primera vez puede entretenerse con ese juego también a modo de aprendizaje. En “Brazzaville – Egun On Kinshasa” hemos agarrado otra vez el sample del hacha de «Kolpez Kolpe», que aparece siempre en todos los proyectos que he hecho, de alguna manera o de otra. El hacha es la que marca el ritmo. Y en “Beirut – Never Dies” cito la canción “Ehun Ginen”, la versión de M-Ak que en su día hice con Kortatu en la que colaboraba Mikel Laboa”.
Los créditos de “B-Map 1917 + 100” se completan con las colaboraciones de la rapera palestina Safaa Hathot en la intro de “Beirut – Never Dies”, la también rapera Malena D’Alessio en “Buenos Aires – Gernika Jai Alai”, el trío femenino catalán Marala en “Barcelona – Sant Andreu” (en cuyo inicio cantan el “Txoria Txori” de Joxean Artze y Mikel Laboa) y Karlos Osinaga (Lisabö), que trabajó en la grabación del disco e insertó el zumbido de su guitarra.
“Este es el disco más duro que he hecho desde “Ireki Ateak” con Dut hace veinte años. Tiene un sonido muy bestia, muy industrial, incluso difícil para determinado público que me sigue”. Y también es un artefacto que trasciende el elemento musical hasta convertirse en un álbum audiovisual, ya que cada canción tiene su propio videoclip, siguiendo los modos de la idea que aplicó PJ Harvey a su “Let England Shake”. Por eso, según Fermin Muguruza, ““B-Map 1917 + 100” no es un disco anecdótico o una colaboración más. Es un disco mío, con The Suicide Of Western Culture, pero una pieza clave, de mucho calibre, dentro de todo lo que he hecho en mi vida. Estaba en un momento en que me apetecía escapar de la fase de revisión de mis propias canciones. Este nuevo disco también me sirve para decir que, si alguien pensaba que yo llegaba hasta ahí, estaba equivocado”.
La traslación al directo de “B-Map 1917 + 100” incorporará el imprescindible ingrediente visual derivado del álbum mediante proyecciones realizadas por Kill The TV, autores de los videoclips de cada una de sus canciones. Y otro factor importante será el acompañamiento de Karlos Osinaga a la guitarra para, como sucede en el disco, generar la misma impresión de tensión y desasosiego sobre las tablas. Sólo habrá ocho oportunidades de presenciar esta propuesta de fuerza arrolladora en una serie de conciertos cuyo grueso se extenderá durante el mes de mayo y tendrá en la sala Capitol de Santiago de Compostela el día 26 (las entradas se pueden adquirir en A Reixa Tenda, en la capital gallega) su punto culminante antes de que el combo participe en el festival Primavera Sound y finalice la gira a mediados de junio.
Gil Scott-Heron afirmaba que la revolución no será televisada. Claro que no. Por eso hay que sentirla, palparla y escucharla en vivo a través del altavoz de Fermin Muguruza y The Suicide Of Western Culture. [FOTOS: Alberto Polo] [Más información en la web de Fermin Muguruza y en la de The Suicide of Western Culture // Escucha «B-Map 1917+100» en Apple Music y en Spotify]