Guitarras playeras, doo wop, rollo garagero soleado… La Luz hacen honor a su nombre, y por eso las entrevistamos con nuestro cuestionario Fast Date.
Existen muchos ganchos a través de los que empezar a hablar de La Luz… Pongamos, por ejemplo, el hecho de que este cuarteto de chavalas viene de Seattle, y aquí podríamos empezar a comentar cómo esta ciudad ha sido la cuna de varios movimientos y géneros musicales. Pero no, pasemos, que esto ya lo hemos hecho demasiadas veces. También podríamos utilizar como gancho el hecho de que la banda está formada por un buen puñado de chicas de buen parecer, pero ¿no suena esto a revival de HAIM? E incluso podríamos hablar de lo curioso de que las niñas decidieran llamarse La Luz en castellano, y no The Light en inglés o lo que sea.
Pero la gran cuestión está aquí: ¿para qué utilizar gancho alguno cuando resulta que La Luz, más que con ganchos, engancha con su propia música? Y es que la banda formada en torno a Shana Cleveland lleva desde el año 2012 probando que la juventud no tiene que ir para nada reñida con una aproximación a la música en la que prime la profundidad de campo. La suya es una aproximación con aroma vintage y playero, tan cerca de Best Coast o Dum Dum Girls y, a la vez, tan tan tan lejos: lo suyo es mucho más radical a la hora de asimilar las sonoridades del doo wop femenino, el rock primigenio o el garage californiano.
Lo primero que preguntaría en una Fast Date como esta sería «¿Cuál es ese libro que has leído una y otra vez?».
No es de extrañar, entonces, que su segundo disco haya sido producido ni más ni menos que por Ty Segall, otro que tal baila en este de vintagismo musical bien entendido. El álbum se titula «Weirdo Shrine» (Hardly Art, 2015) y hace ya algunos meses que está entre nosotros: nos calentó con el sol de verano y está claro que va a seguir envolviéndonos como una mantita hogareña ahora que nos metemos de cabeza en el otoño. Hace unos días, además, que La Luz pasaron por nuestro país para presentar su nuevo disco… Así que era el momento ideal para convocar a las chicas a una primera cita en la que conocerlas en las distancias cortas. A continuación quedan las respuestas de Shana Cleveland a nuestro cuestionario Fast Date.
1. Esto es una cita rápida: descríbete en tres palabras. Pensando en comida.
2. Describe también tu música en tres palabras. Súper luna sangrienta.
3. Si pudieras obligar al mundo entero a que escuchase un disco en concreto, ese sería… Ninguno en particular.
4. ¿Último disco que compraste y que, además, te emocionó? «On Your Own Love Again«, de Jessica Pratt.
5. ¿El disco que esperas con más ganas para los próximos meses? No sabría decirte…
6. ¿Qué música llevas siempre que viajas en coche? Una recopilación de Mississippi Records
7. Hay un disco de tu mayor ídolo que no te gusta nada pero que siempre defiendes por lealtad. Y ese disco es… (silencio incómodo).
8. ¿La red social que no entiendes y en la que nunca te crearías un perfil? LinkedIn.
9. El primer póster que pegaste en la pared de tu habitación era de… un unicornio en un mundo de fantasía púrpura.
10. ¿En qué festival o concierto te avergüenzas de no haber estado como espectador? Cualquiera de Prince.
11. La cosa más rara que te ha pasado en un concierto (tuyo)… Una pareja de mirada creepy en Salt Lake City que me dijo que les gustaban mis tendones.
12. ¿Una canción, película o libro inconfesable? Nada que ame será nunca inconfesable.
13. ¿Serie de TV favorita? «Rupaul’s Drag Race«.
14. ¿Con qué personaje de ficción te lo montarías? Con Jareth de «Dentro del Laberinto«.
15. ¿A qué celebridad muerta habría que resucitar? A Billie Holiday.
16. ¿A qué personaje real (que no sea tu pareja) elegirías cuando se acabara el mundo para acabar solos y mejorar la especie (o no)? A nadie.
17. Algo que no puede faltar nunca en tu casa… Mi guitarra.
18. Algo que nunca entraría en tu casa… Gatos.
19. Sientes un flechazo inmediato ante las personas que… crean arte inspirador.
20. Lo primero que preguntarías en una Fast Date sería… ¿Cuál es ese libro que has leído una y otra vez?