Hay familias de las que todos desearíamos formar parte… y otras en las que cada día agradecemos a Dios (o a lo que sea) por no haber nacido en ellas. Pongamos, por ejemplo, los linajes Olsen y Culkin: en ambos casos, los más benjamines lo están teniendo crudo para evitar las comparaciones con esos mayores habituados a liarla parda como modus operandi y como estilo de vida. En el caso de los Culkin, hay que reconocer que Rory Culkin realmente lo está haciendo lo mejor que puede para sobrellevar el asombroso parecido físico con su hermano Macaulay Culkin (bueno, con el Macaulay Culkin que no parecía un cadáver andante, claro). El último movimiento de Rory es, cuando menos asombros, y sobre todo sorprendente y respetable: su aparición en el videoclip de «I Am What I Am» de Spiritualized viene a alejarle de su familia por la vía de la encarnación de lo que esta representa, el white trash absoluto.
Pero basta ya de la familia Culkin, que aquí hemos venido a hablar del videoclip con el que Spiritualized celebran que su último álbum, el excelente «Sweet Heart, Sweet Light» (Fat Possum, 2012), no se agota por mucho que pasen los meses. De allá extraen este «I Am What I Am» y pillan a AG Rojas para que dirija una pieza audiovisual de esas que te dejan un mal cuerpo tremendo: a una primera parte que plantea una existencia white trash totalmente descorazonadora acaba desembocando en una segunda parte en la que el personaje encarnado por Rory Culkin toma una decisión poética y drástica a la vez. Hay que reconocer que las imágenes finales del videoclip son de aquellas que se te quedan en la memoria… Pero también hay que reconocer que serían la mitad de impactante sin este tema de Spiritualized resonando en el vacío emocional.