Dejemos tres cosas bien claritas desde el principio de este post: 1. El video de «Night Time, My Time» mola todo él como pieza audiovisual estéticamente sublime e inquietante; 2. La canción «Night Time, My Time» es, como suele decirse, una mierda pinchada en un palo; y 3. Este clip no hace demasiado a favor a la sensación de que Sky Ferreira es una de las niñas con menos esperanza de vida de la última camada de prosti-divas poperras. Dicho lo dicho, vamos a lo que nos interesa, que es el hecho de que a la Ferreira se la sigue sudando el coño que todo el mundo (con excepciones contadísimas) haya señalado su disco «Night Time, My Time» (Capitol, 2013) como uno de los peores álbumes del año. De hecho, si Lady Gaga no nos siguiera dando por culo, es probable que estuviéramos hablando aquí de uno de los peores discos de la década. Pero, oye, Sky, dale las gracias a la Gaga. Y todos tan pichi.
Sea como sea, el videoclip dirigido por Grant Singer y Michael Stine mola lo suyo: cierto es que parece un catálogo en movimiento de pelucones para travestis heroinómanos, pero hay que reconocer que esta oda al glamour decadente y lolitesco de la Ferreira es capaz de poner palote al más pintado. Ya sea con la misma peluca de Uma Thurman en «Pulp Fiction» o con una cabellera roja que hace pensar en los Carnavales de Las Palmas, el rollito de «estoy a punto de diñarla por sobredosis» de Sky queda en el video de «Night Time, My Time» de lo más sugerente. Lo jodido es cuando paras a pensártelo y resulta que, joder, tampoco mola tanto hacer apología de algo tan chungo. Pero si es la misma niña la que se presta, ¿quiénes somos nosotros para no disfrutarlo to the max?