Hay que reconocer que el mercado de las Divas de Ébano está al borde del colapso por causas de sobresaturación. Y es que, hace un par de tempradas, cuando Rye Rye deslumbró por unos instantes al irrumpir en la escena musical como protegida de M.I.A. y valedora de un temazo como «Bang«, la tipa podría haber tenido muchos números para ingresar en el pódium de Divas de Ébano sin demasiada fuerza. Pero a día de hoy hay que reconocer que Azealia Banks es el new flavour imbatible, Santigold lleva tiempo dándole caña al feísmo como leit motiv ultrasónico, Ebony Bones llevó el horterismo africanista hasta el límite del paroxismo y M.I.A. sigue buscando por el mundo novedades que le den brío a su sonido. Incluso Diplo, que es la Diva de Ébano que no es ni mujer ni de ébano pero sí un poco diva, ha conseguido forzar hasta el extremo el rollo sexual más burdo. Así que, ¿qué le queda a Rye Rye para triunfar? No lo sabemos. Pero lo que está claro es que lo que le queda no debería parecerse a este «Boom Boom«: el video es majo en su afán de honrar la memoria videojueguil de varias generaciones (aunque eso no quita que siga recordando a Ebony Bones y Santigold), pero el tema es tan blanquito que aburre. Y lo de «blanquito» tiene su gracia cuando estamos hablando de Divas de Ébano.