Dos cosas que tienes que tener en cuenta cuando le haces un video a Robyn y que, en el caso de «Call Your Girlfriend«, se han solventado con elegancia e inteligancia. La primera: no pongas un micro a menos de tres metros de ella, o se lo come. ¿Cuál puede ser la solución? Como en el clip que nos ocupa, dejar a la chiquilla que se marque sus pasos de nerdancing en un espacio gigantesco y vacío, como una especie de hangar sin aviones -y sin micros-. La segunda: ciertamente, la chica no es que baile demasiado bien. Ni demasiado mal. Es algo así como el cruce pedido entre una ravera poligonera de mediados de los 90 y Carlton Banks. Así que, ¿qué recurso utilizar para superar este «problema»? Dejar que se acharranque, que haga la croqueta, el gallo Claudio, el boxeador y el flash-dance. Todo lo que quiera. Pero, de vez en cuando, la dejas en la semipenumba y haces que unas luces poderosas cieguen al espectador. Sabias decisiones.