Ufff. A ver. Cómo decimos esto. WTF? Es que, joder, en la redacción de FPM estamos un poco en shock después de habernos topado con el video de «Cookie» del señor R. Kelly. Que, de hecho, el impacto no nos lo ha provocado el video, sino más bien encontrarnos con este señor vestido como un fantoche cigarraco en mano cantando que te va a comer el chichi como si fuera una galleta Oreo. Después, por si esto fuero poco desconcertante, sigue diciendo que es el Monstruo de las Galletas. Y, me cago en la puta, para nosotros el Monstruo de las Galletas es un icono infantil majo y algo farlopero, sí, pero sobre todo majo, así que ahora venga R. Kelly para substituir la imagen de ese personaje de «Barrio Sésamo» por algo digno de «Barrio Sésamo X«, pues como que nos deja un poco con el culo torcío.
Una vez superado el shock, hablemos de lo que se supone que tenemos que hablar, que es del video de «Cookie«, que es un tema extraído de «Black Panties» (RCA, 2013), el último disco de R. Kelly que ha salido a la calle hace bien poquito. Eso sí, dejemos ya claro que el video no supera ni de cerca lo gigantesco de la letra… Aunque se queda cerca, con todo ese rollo ultramisógino de presentar al artista vestido como si fuera un rapero gangstah cubierto de oro y pelazo y, sobre todo, rodeado de múltiples guarronas que están ahí solamente para satisfacer sus deseos y limpiarle la casa. Todo esto, por cierto, nos parece contradictorio: ¿son las maromas las que están ahí para el placer de R. Kelly? ¿No era él quien proclamaba ser un maravilloso catador de Oreos bien negritas con chorrazo blanco en el medio? No sé. No queremos ni pensarlo. Todo es demasiado disgusting.