Lo fácil: comparar tanto el video como la canción con otras cimas de Lady Gaga como «Just Dance«, «Bad Romance» o «Telephone» y afirmar que la jugada de «Born This Way» no está a la altura. Más fácil todavía: criticar que el rollo sexual está más que sobado. Algo menos fácil pero igualmente efectivo: poner en relieve que la intro mesiánica del video recuerda demasiado a la jugada de Janelle Monáe (otra diva cada vez más grande) y sus rollos de arcandroide… Total, ¿para qué? Porque, por mucho que se esfuercen los cuatro criticones de siempre, hay que reconocer que «Born This Way» (la canción) es un grower total y que «Born This Way» (el videoclip) es menos espectacular que sus precedentes pero también contiene todo un conjunto de ideas estéticas para la posteridad: los partos pegajosos, los unicornios, el maquillaje de esqueleto en tuxedo, la Gaga con pelucón y metralleta en mano, las coreos tan Rafa Méndez… Y nosotros que en FPM intuímos que esto es sólo un aperitivo de las locuras que debe contener el nuevo de Lady Gaga.