No, no nos creemos para nada que Björk toque realmente ese cinturón-harpa que lleva en el video de «Moon«. No, tampoco nos tragamos el playback patillero. Y no, por último no nos dejamos deslumbrar por un clip justito que no hace otra cosa que reaprovechar la imaginería ya vista para la gráfica del inminente «Biophilia» y la gráfica también disfrutada en la aplicación para iPhone… ¿O acaso, más que reaprovechar está ratificando? Sea como sea, las negativas que abren este post no son capaces de aniquilar algo tan positivo como que «Moon» es un temazo hipnótico y diáfano, casi volátil, en el que Björk consigue que la calidad cristalina del sonido gélido de «Vespertine» pase a ser, directamente, cósmica y espaciosa. Definitivamente, la islandesa va por muy buen camino.