El diseño es algo que se ha filtrado en absolutamente en todos los recovecos de nuestra vida cotidiana… O, al menos, es a eso a lo que aspiramos la mayoría. Por eso no es de extrañar que ahora por fin se vayan abriendo en nuestro país lugares como la barcelonesa Openhouse (en el número 6 de la céntrica calle Notariat, muy cerca del MACBA). Tal y como consta en su Facebook, «Cuando entras en Openhouse no entras en una tienda, sino que entras en una casa, una casa que tiene de todo: muebles, arte, plantas, perfumes, ropa, accesorios… vida. El diseño llega de forma natural«. Una definición pluscuamperfecta para un espacio de esos en los que aterrizas y te ves inmediatamente sobrepasado por la cantidad de propuestas que desearías incorporar a tu vida. En los últimos tiempos, por ejemplo, sorprenden las porcelanas preciosas de Aitor Saraiba, las esculturas de Elina Sailonen (en la foto superior: pequeños osos de bronce encerrados en tarros de miel), las estanterías de Thomas Keis, las tazas y vasos que oh!BCN realizan a partir de diferentes partes de botellas, la colección casi completa de números de la imprescindible publicación «Apartamento» e incluso la nueva línea de cosmética Adore. Sin duda, es imposible no hacer caso a las puertas abiertas de esta casa que Andrew Trotter pone a nuestra disposición. Ahora bien, para salir de allá más vale que tengas un camión en la puerta esperando para transportar todo lo que vas a querer llevarte.