¿Tú también has escuchado eso de que la cosmética coreana es la mejor del mundo? Ahora vas a poder comprobarlo en MiiN, nuestro nuevo Fantastic Spot en Barcelona.
Alguna vez había oído hablar de la cosmética coreana, pero he de reconocer que nunca prestando más que un velo de atención: mis experiencias en el mundo cosmético solían reducirse a potingues de yogur, miel, azúcar o aceite -y, a veces, todo junto- que me dejaban la cara como el desayuno de un buffet libre. Recuerdo la vez que me pasé cuatro horas con el pelo lleno de cerveza para aclararlo y lo único que conseguí fue oler a guiri durante horas. Y, en cuanto a maquillaje, siempre me las he apañado con una máscara de pestañas, un rouge y un colorete… Pero la semana pasada estuve en MiiN, una nueva tienda en Pau Claris 110 (a la altura de Consell de Cent en Barcelona) en la que venden sólo y exclusivamente productos de esta cosmética coreana que parece estar convirtiéndose en un fenómeno más famoso que los Beatles entre los cosmethies (neologismo propio y muy necesario calcado de foodies), y caí totalmente fascinada. El desencadenante de estas ganas de entregarle mi alma al Dios de la cosmética coreana, sea quien sea, fue la piel de las dependientas: una luminosidad, una suavidad (no, no les toqué la cara, no soy tan psycho, pero era TAN suave que se podía ver) y una pureza que haría sonrojar a la misma Venus de Botticelli se fundían con naturalidad en sus rostros. «Quiero arrancarte la piel y pegármela encima«, pensé; «podrías enseñarme los productos, ¿por favor?«, dije.
Primero de todo: la tienda. Mediante la justa compensación de rosa chicle y blanco nuclear -los únicos colores protagonistas de todo el espacio- y unas fotografías de estética alegre, simple y naive, la tienda transmite a la perfección el espíritu del k-pop más vivaz y natural. La tienda no es grande, pero la cuidada distribución de los productos la hace mucho más apetecible que el horror en el hipermercado que es (por ejemplo) Sephora, transmitiendo una tranquilidad y frescura que invita a detenerse y deleitarse explorando los productos que MiiN ofrece. Esta estética se traslada principalmente en los productos de las marcas más llamativas de la tienda: Etude House, Holika Hollika, Tony Moly… o, lo que es lo mismo, el kawaii hecho cosmética. La presentación del producto es literalmente una monada pero, a diferencia de muchas marcas europeas que siguen ese patrón de apariencia llamativa, los productos de estas marcas también siguen la filosofía de la estética coreana de calidad y ingredientes naturales. Están dirigidos principalmente a un público joven, ya que se especializan en mascarillas o jabones para pieles grasas o puntos negros (por cierto, súper FAN de los Egg Pore Shiny Skin Soap en forma de huevitos por lo de que te dejan la piel tan lisa como un huevo), pero si una cosa he aprendido de la cosmética coreana es que no tiene edad.
Para el que quiera cuidar su piel pero sin el aliciente de que los productos sean especialmente llamativos, MiiN ofrece unas marcas que elevan a paradigma fundamental el ideal de cosmética natural coreano, como por ejemplo The Face Shop (tienen hasta un exfoliante con aguas termales de Japón, el White Tree Snow Exfoliating Foam Cleaser), It’s Skin (cuyas creaciones no contienen ni perfumes, ni colorantes ni alcohol) o Skin Food, que utiliza alimentos (desde melocotón o yogur a caviar de Rusia) para crear tanto productos de cuidado facial como de maquillaje. Para el que desee ser 100% eco, MiiN ofrece además los productos de Innisfree, cuya gama abarca desde maquillaje hasta productos de cuidado dermatológico para mujeres y hombres, y su particularidad reside en utilizar materiales típicos de la naturaleza coreana (como la Jeju Volcanic Liquid Nose Pack, una mascarilla anti puntos negros con arcilla volcánica de la isla de Jeju). Y cómo no hablar de las BB Cream, esos maravillosos maquillajes hidratantes y protectores que están causando furor y suelen dejar la cara lúcida como la cabeza de un calvo. Resulta que estos maquillajes son de origen coreano, y en MiiN ofrecen formatos para todo tipo de pieles… y ninguno deja un efecto pringoso y lúcido, os lo aseguro.
Pero en MiiN, además de hacer que esta cosmética llegue a este lado del globo, también han apostado por un trato cercano con sus clientes, así que han convertido el piso superior de la tienda en un espacio en el que aprender sobre cosmética coreana mediante clases y talleres de todo tipo. Mientras tanto, también tienen un blog en el que van colgando artículos y consejos basados en los rituales de belleza de Corea. Y si después de leer el artículo os ha venido a la cabeza un paraíso cosmético inaccesible a todo el que no tenga como mínimo tres ceros en la cuenta bancaria, por favor, olvidadlo: lo más sorprendente de MiiN son los precios. Sus productos nunca, ni siquiera su crema antiarrugas con baba de caracol Prestige Crème D’Escargot, superan las dos cifras.