Sintiendo la fascinación que sentimos hacia la línea de papelería Octaevo, ¿cómo no íbamos a invitar a su padre Marcel Baer a nuestro club de Fantastic People?
[dropcap]S[/dropcap]iempre me ha resultado curiosa esa fascinación de los que son fuera del Mediterráneo hacia nosotros y cómo intentan definirla con palabras concretas, con explicaciones racionales que acoten algo tan intangible como el sentir de la gente que puebla las costas de este mar. Hay una cosa, sin embargo, que siempre me ha parecido ilustrativa del estilo de vida mediterráneo, y no es la buena comida ni la tendencia hacia el bullicio y la fiesta: es la capacidad que tenemos de deleitarnos en la belleza. Y con «belleza» no me gustaría quedarme tan sólo en algo estético: ¿no despierta la buena cocina una explosión de belleza en nuestro paladar? ¿No es esa capacidad para el hedonismo también una forma de dejarse caer en los brazos de la belleza?
Sea como sea, hay que reconocer que la belleza va ligada a la estética… Y eso es algo que sabe muy bien Marcel Baer. Este diseñador gráfico y director de arte de dilatada carrera ha trabajado para marcas como Gucci, Women’s Secret, Castañer, Uniqlo o Aevum, hasta que una rayo de verdad cayó sobre él y le hizo reconocer dos hechos: el primero, que Barcelona se había convertido en su hogar, en su puerto base desde el que explorar ese Mediterráneo que tanto le fascinaba; y, segundo, que necesitaba abrazar su pasión por la papelería (en esa acepción tan amplia y preciosa que tiene el término inglés «stationery»). Así las cosas, ¿por qué no juntar ambas certezas?
De esta forma nacía Octaevo. Esta firma de papelería de autor es la herramienta con la que Baer está ordenando todo un conjunto de recuerdos, de fotografías en blanco y negro de su padre en el mar a finales de los años 20 y de cintas de Super 8 de su abuela y su familia viajando a lo largo y ancho del Mediterráneo durante los años 20. Marcel nació en Zúrich y, aunque conocía España porque venía al sur de nuestro país a visitar a sus abuelos maternos cada verano, nunca imaginó que acabaría viviendo en Barcelona. Y, sobre todo, que la Ciudad Condal se convertiría en su ventana particular a la hora de aventurarse hacia el Mediterráneo.
Y, de forma sorprendente tratándose como se trata de alguien que no ha nacido a la orilla de este mar, Baer trascendió al común de los turistas y, en vez de fascinarse con las gentes del Mediterráneo, sin saber explicar bien el por qué, supo dar un paso más adelante y empezar a pensar como uno de nosotros, empezar a sentir, empezar a crear con el talante de estas tierras costeras. Octaevo captura a la perfección la capacidad mediterránea de deleitarse en la belleza, en los colores, en la estética, en el hedonismo que entra por los ojos y baña el alma. Y, a la hora de convertir todo esto en un objeto en concreto, Baer sólo trabaja con los mejores materiales, los proveedores de mayor calidad y los artesanos más aplicados. El resultado final es una locura: ¿o es que todavía no has sentido cómo el corazón se salta un latido cada vez que abres un cuaderno Octaevo y te dispones a rellenarlo con tus propias historias?
Ante todo lo dicho, ¿cómo no íbamos a querer que Marcel se uniera a nuestro club más selecto, el de la Fantastic People? Aquí quedan las respuestas a este cuestionario que es el único peaje que les imponemos a nuestra gente fantástica.
Nombre. Marcel Baer.
Edad. 34 años.
Profesión. Director Creativo de Octaevo y del estudio Marcel Baer.
El rincón favorito de tu ciudad. Los jardines de Mossèn Costa i Llobera en Montjuïc: los cactus me inspiran tranquilidad.
El último hallazgo en tu ciudad. El otro día iba en el coche con unos amigos y nos quedamos sin gasolina en el Prat de Llobregat. Ahí fue donde descubrimos el chiringuito El Maravillas, con su música brasileña, que nos hizo más amena la espera de la grúa que tenía que venir a llenar el depósito. ¡Una experiencia bastante bizarra!
Ese sitio que no quisieras que conociera más gente para que no lo abarroten. El restaurante La Pubilla: comida “de toda la vida” de excelente calidad, con productos muy frescos que vienen directamente del mercado.
El último evento en el que has estado. La Summer Dinner de Octaevo x La Patente, una experiencia gastronómica participativa en la que un grupo de creativos y amigos cocinamos juntos una cena con sabor muy Mediterráneo.
¿Cuáles son tus tiendas favoritas (no necesariamente de ropa)? Recomiéndanos alguna tienda de tu ciudad y de algún sitio que hayas visitado… Market M* en Seoul: una concept store increíble donde también se pueden encontrar productos de Octaevo. Me encanta el ambiente que se respira en A Vida Portuguesa en Lisboa: productos artesanales y antigüedades. También podría pasar horas y horas en la cafetería El Péndulo de México DF, un lugar donde conviven el café, los libros y las plantas. Definitivamente es muy especial.
¿Dónde haces la compra? Si tengo tiempo, me gusta ir al mercado de Santa Caterina; pero cuando voy con prisas suelo arrasar las neveras de mis amigos. Mi amiga Jessie, coreana-francesa, es toda una gourmet ¡y su nevera suele sufrir mis ataques!
Si te invitara a cenar a mi casa… ¿Qué traerías? Un “pa de vidre” del forn Sant Josep y una mermelada casera. Soy más de desayuno.
Define tu estilo (de vestir, de vivir, de trabajar, de lo que sea) en pocas palabras… Soy muy inquieto y no paro en todo el día, por eso me gusta ir cómodo. Nunca me falla el tándem jeans-bambas.
¿Cuál es tu prenda de vestir favorita? Unos calcetines muy calentitos de lana de Anonymous Ism y una camiseta de Bedwin & The Heartbreakers, dos marcas japonesas.
¿Crees que tu look te define de alguna manera? Me considero una persona sencilla, así que creo que sí, mi estilo seguramente me define, sin estridencias y natural.
Dime algún icono que te guste imitar, o que simplemente te guste y por qué te gusta… Tengo especial predilección por el cine italiano de los 60. Si algún día pudiera ser tan cool como Marcello Mastroianni…
[FOTO: Federico Paladino]