LO DICHO: APRENDE DE TUS ERRORES. Sí, es verdad, ahora JT mola mucho y rompe bragas y lleva ropita de Tom Ford e incluso consigue poner celoso al mismísimo John «Pepino» Hamm. Pero seamos sinceros: todos tenemos un pasado. Y Justin tiene uno muy, pero que muy chungo. Todo empezó en ´N Sync, que ya sabemos que eran los 90 y aquella fue una época salvaje. Pero según qué atentados no tienen excusa. Luego pasó la tontería esa de combinarse con Britney Spears en una entrega de premios en 1994, algo de lo que no se ha recuperado y que perseguirá a ambos toda la vida (más a él porque, total, ella es una garrula y ya lo tenemos todos asumido), eran jóvenes y no sabían lo que hacían… Aunque repitieron horror tras horror. Después llegaron los tonteos con el bagging, el terciopelo y los uniformes para salir en una secuela de «Mortal Kombat«. A Justin le tiene que joder un rato el poder de una hemeroteca, pero que conste que lo de desempolvar sus miserias estilísticas no es por mala leche, sino para evitar que alguno caiga en la tentación de imitar lo que no conviene. Así que hay que estar atento y no hacer cosas como esta:
…o esta:
…o esta:
… o, por supuesto, esta (jarl):