O lo que es lo mismo: los Council of Fashion Designers of America Awards. Evento anual en el que el CFDA entrega premios a los sobresalientes de la moda en América, a sus diseñadores beneméritos a los que, a pesar de tenerles en todas las revistas de moda, anuncios y eventos, hay que elogiar en su propia cuna, sin referirse al país pero sí a su club. Este año la fiesta se celebró, cómo no, en la ciudad exquisita de Nueva York, en un evento promocionado por Swarovski (algún día aprenderé a teclearlo bien a la primera, palabrita) el pasado martes 8 de junio en el Lincoln Center.
El evento fue presentado por Jessica Biel, Dakota Fanning, Alexa Chung o Ed Westwick entre otros, y entre los premiados se encontraban nuestro amigo Marc Jacobs (Womenswear designer), David Neville & Marcus Wainwright de Rag & Bone (Menswear Designer) y Alexander Wang con el premio Swarovski para el mejor Diseñador de Accesorios. Obviamente, el merecido reconocimiento del grupo directivo fue para Alexander McQueen, presentado nada más y nada menos que por una fan incondicional: Sarah Jessica Parker. El homenaje mostró en directo una selección de 16 piezas que no se habían visto en público desde su presentación en París el pasado marzo. Muy probablemente, la puesta en escena con tanto chandelier le hubiera horrorizado, pero oye, Daphne Guinness no lo hubiera hecho mejor. O sí.
Vaya, un fiestón lleno de caras conocidas (pongámonos a citar y no terminamos… bueno ,un poquito: las Olsen Twins, Carolina Herrera, Narciso Rodríguez, Carmen Kass, Mario Testino… ¡arf!) ; también hubo un hueco para que la presidenta, Diane von Furstenberg, pudiera explicar en qué se gastan sus dinerillos tanto en el tema becas como en el tema solidaridad. Porque oye, moda no significa ser Cruella de Vil. Fantástica, pero concienciada. O eso creo, porque no suele ser la guinda del pastel…
[Aitana V.]