5. XAVIER DOLAN. No vamos a obviar el elefante en la sala: Xavier Dolan es un niñato que da rabia. Mucha rabia. Si fuera tu amigo, sabes que sería ese colega / marica mala de quien nunca te acabarías de fiar. Y si no fuera tu amigo, también sabes que sería tu némesis, con el que te compararías siempre porque te jode lo más grande que tenga tan sólo 24 años, ya haya dirigido tres películas y en la comunidad cinematográfica se le considere no un valor en alza, sino un autor con un imaginario consolidadísimo que no chupa de referencias porque ya es una referencia en sí mismo. Además, por si no te habías dado cuenta, Dolan es guapo hasta decir basta. Pero, qué queréis que os digamos: el niño ha dirigido cosas tan tremendas como “J’ai Tué Ma Mère”, “Les Amours Imaginaires” y esa “Lawrence Anyways” en la que homenajea una década de los 80 de la que sólo vivió un único añito. Manda cojones. Estamos a la espera de ver si su nueva película, “Tom À La Ferme”, es un patinazo y por fin podemos dar rienda suelta a nuestra bilis, porque la verdad es que su filmografía hasta el momento sólo ha dejado espacio para el amor. Repetimos: da rabia. Mucha rabia. Y su puto tupé también. Pero, pese a todo, es inevitable respetarle y rendirse a la evidencia de que Dolan tiene el mundo a sus pies. [RDT]
4. JUSTIN TIMBERLAKE. Evidentemente, el autor del disco que más palotazo nos ha puesto este año, ese inmaculado “The 20/20 Experience Vol. 1”, no podía faltar en la lista de caballeros del año. La ejemplar relectura del R&B que hizo el señor Timberlake apoyado por Timbaland en ese disco (menos excitante, aunque tampoco desdeñable, en “The 20/20 Experience Vol. 2”) ya le valdría un puesto destacado en este cream of the crop XY que cada año les traemos desde esta santa casa. Por si fuera poco, Justin se embarcó con Jay-Z en una gira de esas que apetecen la vida, a la que llamaron humildemente «Legends Of The Summer«, y rodó con los hermanos Coen la esperada “Inside Llewyn Davis”, que veremos por aquí en enero. Vamos, que del amigo Timberlake sólo nos ha faltado una nueva colaboración con Andy Samberg y su The Lonely Island para haberle erigido directamente como enviado de Dios en la Tierra. [DMdlH]
3. EL PAPA FRANCISCO I. Después del mandato de Ratzinger Z, el mundo ha visto como el buen rollismo y el acercamiento volvía en el Vaticano. El 13 de marzo de 2013 Jose Mario Bergoglio se convertía en el Papa Francisco I y marcaba a fuego en el la historia colectiva el nacimiento de una estrella mediática. El Papa Francisco ha conseguido algo tan maravilloso come convertir a los feligreses en estridentes niñas con coletas y aparatos que se mueren cualquiera de sus gestos, una especie de Justin Bieber religioso capaz de mover masas a base de romper cualquier tipo de protocolo establecido, saliendo a dar un paseo en un papamovil descapotable y saliendo del susodicho coche para ir a firmar autógrafos y bendecir bebés con besos en la frente. Además, por si todo esto fuera poco, hay que sumarle una obsesión por el fútbol y lo más fuerte, el hecho de que el mismo Francisco ha reconocido que en sus tiempos mozos fue… ¡portero de discoteca! Sólo por la imagen de ver al Papa diciéndole a un grupo de chicos que la sala esta abarrotada y que de repente aparezca una zorrita buenorra que le ponga ojitos y que él le suelte algo como «vos sí que podés entrar, linda«, hace que este hombre se merezca estar aquí. Lo único que le queda por hacer gritar eso de «¿Cómo estáis? No os oigo, más fuerte ¿COMO ESTÁIS?» cual estrella de rock en medio de una misa. Pero, tranquilos, que el 2014 ya está aquí y va a ser muy largo. [Marco Ascione]
2. AARON PAUL. Tras haber aparecido en un puñado de películas más o menos olvidables y enseñado su cara en un buen ramillete de series televisivas (“Expediente X”, “CSI”, “Bones” o “Veronica Mars”, entre otras), Aaron Paul encontró su lugar ideal en el universo catódico en la aún añorada “Breaking Bad”. A riesgo de caer en el encasillamiento -algo, por otra parte, casi lógico y natural-, su encarnación del personaje de Jesse Pinkman rozó tal altura interpretativa temporada tras temporada que hace imposible pensar en otro actor capaz de igualar sus resultados como el yonqui-cocinero-traficante más atontado de Albuquerque. Con todo, ese aspecto inicial fue cambiando a medida que la persona ficticia evolucionaba según la progresión de la historia y la persona real crecía como intérprete sabiendo imprimir carácter, sensibilidad y rudeza a un papel cada vez más complejo. Así se fraguó la simbiosis perfecta entre Walter White y Jesse Pinkman y, en paralelo, entre Bryan Cranston y Aaron Paul. Claro que este, fuera de las pantallas, sigue su propio camino: en lo profesional, su actual estatus le ha permitido participar en proyectos cinematográficos como “Exodus”, de Ridley Scott; y, en lo personal, no se corta un pelo en demostrar que, en cuanto a disfrutar el lado festivo de la vida, no se aleja demasiado de Jesse Pinkman. Basta con ojear en la red sus andanzas en Almería durante el rodaje de la citada película de Scott… Por todo ello, no te atrevas a dudar de que Aaron es uno de nuestros chicos del año, biiiitch! [JAM]
1. FROILÁN. Seamos sinceros: estábamos un poco hasta el orto del buenrollismo y la condescencia hacia la Familia Real. De que todo el mundo les lamiera el culo y les hiciera la pelota all day long. Hasta la pepitilla de justificar que tuviéramos una panda de sanguijuelas metidas en la Zarzuela con la excusa de que «por lo menos daban buena imagen internacional«. 2013 ha sido el año en el que se ha demostrado (por fin) que la Familia Real está más desestructurada que los Mohedano-Benito. Pero, de entre todos los aprovechados Borbones, uno ha relucido con luz propia: Froilán, el Borbón punk. El primero de la Nueva Generación Borbónica, el hijo del malogrado Marichalar y la Infanta Elena, hermano de Victoria Federica, quinto en la línea de Sucesión, azote de la prensa, enemigo armado de sus primos y, desde hace unos meses, relaciones públicas de la Joy Eslava para fiestas de niños de papá. Froilán era ese niño feote que bizqueaba a la prensa y le pegaba patadas a los Urdangarines Junior a escondidas cuando era pequeño; pero luego creció, se disparó él solo en un pie y después ha sido un no parar. Hoy, Felipe Juan Froilán mira a los ojos al mismísimo Prince Harry, le guiña uno y le dice: «Tranqui tío, tú cásate y sienta la cabeza que ya estoy yo aquí para liarla gorda cuando tú no estés«. Y lo vemos en la portada de los periódicos dentro de unos meses: Froilán gastándose la asignación de los españoles en puticlubs, carreras de galgos, peleas de gallos y alcohol caro. Como para no ser fan. [EC]
[Estela Cebrián + Raül De Tena + Josa A. Martínez + David Martínez de la Haza + Marco Ascione]