Nos ponemos serios: aquí llega nuestra lista de las 50 canciones nacionales que, a nuestro entender, han partido la pana durante este año 2015.
Nuestras listas de lo mejor del 2015 empiezan a ponerse serias… Tan serias como para atreverse aquí y ahora con las cincuenta canciones nacionales que, a nuestro entender, han marcado el ritmo (nunca mejor dicho) del año que estamos a puntito de finiquitar. Y habrá quien piense que cincuenta son muchas y que, al final, esta es una lista en la que todo cabe. A lo que nosotros respondemos: ¿¡pero qué mierdas dices!? Fuera de nuestra lista se han quedado muchos (¡pero que muchos!) temarrales, pero es que al final hay que seleccionar. Qué le vamos hacer.
Eso sí, tenemos que reconocer que nos ha sorprendido la fuerza con la que este año ha entrado cierto sonido en nuestra lista de las mejores canciones del año: si en el 2014 nos impactaba el buen estado del rollo garagero menor de edad, en esta ocasión nos entregamos como si no hubiera un mañana al rollito de La Mafia del Amor, Cecilio G. y cercanías. No es difícil preveer que en próximos años este género irá creciendo en presencia en nuestra listas… Pero no avancemos acontecimientos y centrémonos en el presente. Que ya es tarea suficientemente fuerta.
Una advertencia final: esta lista no es de lectura rápida. Bueno, sí: la puedes leer rápido, pero si quieres disfrutarla de verdad será mejor que te tomes tu tiempo. En serio. Píllate una tarde y escucha una a una todas estas canciones… Entonces entenderás por qué están en nuestra lista de los mejores temazos del año.
50. «Quemando Cromo«, de Maronda
49. «Cuñao, Cuñao, Cuñao«, de Perro
48. «Lucy’s Charms«, de Ghost Transmission
47. «Camposanto«, de Odio París
46. «El Grito«, de Nudozurdo
[/nextpage][nextpage title=»Del 45 al 41″ ]45. «Me Arrancaría Los Ojos«, de Juanita y Los Feos
44. «Bromes«, de Les Sueques
43. «Así Salga Bien«, de Coleccionistas
42. «Nochecita Sanjuanera«, de Soleá Morente
41. «De Repente, Agricultura«, de Blacanova
[/nextpage][nextpage title=»Del 40 al 36″ ]40. «Su Su Suave«, de Meneo
39. «Tarde y Mal«, de Disco Las Palmeras!
38. «Love Comes Around«, de L.A.
37. «Interestelar«, de Axolotes Mexicanos
36. «Estadística«, de Los Planetas
[/nextpage][nextpage title=»Del 35 al 31″ ]35. «La Joya del Nilo«, de Gente Joven
34. «Gucci Shanna«, de Cecilio G.
https://youtu.be/uUJpdhd7f9I
33. «León Come Gamba«, de Macarena FVO
32. «Polígono Industrial«, de Espíritusanto
31. «Meseta«, de El Lado Oscuro de la Broca
[/nextpage][nextpage title=»Del 30 al 26″ ]30. «La Daga«, de Ferran Palau
29. «DNA«, de Arufe
28. «Madrid«, de Caliza
27. «Universio«, de Las Bistecs
26. «Crystal«, de Delorean
[/nextpage][nextpage title=»Del 25 al 21″ ]25. «Escritura Automática 9mm«, de Pumuky
24. «Ulysses«, de La Familia del Árbol
23. «Ventas de Ocasión«, de Murciano Total
22. «Wet«, de Sŏmadamantina
21. «Santa Teresa«, de Piedad Os Lo Ruego
[/nextpage][nextpage title=»Del 20 al 16″ ]20. «Barba de Tornado Australiano de Fuego«, de La Evolución del Hombre al Pájaro
19. «Cosas Fascinantes y Sencillas«, de Papaya
18. «Casi Cuela«, de Neleonard
17. «Raiolo«, de Musel
16. «Gertrudis, Get Through This!«, de Mourn
[/nextpage][nextpage title=»Del 15 al 11″ ]15. «Camas y Trincheras«, de Rusos Blancos
14. «Geometría Existencial«, de La Bien Querida
13. «Procrastinar«, de Hazte Lapón
12. «What Will You Dream«, de Alondra Bentley
11. «La Belleza Interior«, de Grushenka
[/nextpage][nextpage title=»Del 10 al 6″ ]10. «Einheit Spanischer Freiwillinger«, de Primogénito López
9. «En La Discoteca en Chándal«, de La Mafia del Amor
8. «La Verdad«, de Joe Crepúsculo
7. «A Los Viejos«, de Hidrogenesse
6. «Spacius Presente«, de BFlecha
[/nextpage][nextpage title=»Del 5 al 1″ ]5. «Ahora Que Hace Bueno«, de Reina Republicana
4. «Romance de la Loba Parda«, de Arponera
3. «La Balada del Último Neandertal«, de Sagrado Corazón de Jesús. Basta ya de lloriquear porque la música española no está a la altura. ¿A la altura de qué? Habrá quien pida letristas más brillantes, pero es que en la última temporada nadie puede dudar que han caído sobre nosotros las impactantes presencias de dos hombretones capaces de reclamar tu atención con sus canciones y hacer que te partas la cabeza no sólo intentando desenterrar los múltiples sentidos de sus letras multicapas, sino también con esa elocuencia que parece tan natural pero que realmente está reservada para plumas muy selectas. Uno sería Lolo de Hazte Lapón… Y el otro, sin lugar a dudas, es Jesús de Sagrado Corazón de Jesús. Su «Locus Amœnus» (Elefant, 2015) rebosa letras inteligentes, alta cultura, bromas cerebrales, cientifismo accesible y, sobre todo, retratos emocionales del hombre del siglo 21. Así es «La Balada del Último Neandertal«: un pildorazo en el que Jesús cose con hilo de plata los retales de todo un conjunto de frases hechas puramente castizas y, a partir de ahí, construye la historia de un malquerido que reprocha a su amante algo que nunca se desvela pero que se materializa en la colleja que canta «Con lo que yo hecho por ti, ahora vas y me dices que no te acuerdas de las noches sin dormir y de las mañanas a dos velas«. Por no hablar de otros navajazos fugaces pero mortíferos como «La solución parece evidente: una extinción en masa sería prudente«, claro. Os lo digo sinceramente: desde los tiempos de Astrud no me aprendía un disco de cabo a rabo como me ha ocurrido con el de Sagrado Corazón de Jesús… El único problema es que he empezado a utilizar algunas de sus letras en conversaciones con colegas y, a veces, no lo pillan. Todavía. Dadles tiempo. Les estoy educando en la doctrina del nuevo Jesús. [Raül De Tena]
2. «Nosotros Somos Los Malos«, de Ed Wood Lovers. Se me ocurren pocas formas de cerrar un disco tan soberbiamente como el dúo de Albacete hiciera con su más que remarcable segundo planchazo de larga duración, «Nosotros Somos Los Malos» (Discos De Paseo, 2015). Tras desgranar a lo largo de todo el LP varias personalidades o escenas de dudosa moralidad sobre bases más bailables y electrónicas de a las que nos tenían acostumbrados, el décimo y último corte -homónimo al álbum y que afloja musicalmente el ritmo trallero de «Nosotros Somos Los Malos» en pos de una balada de sintes y loops de tintes nostálgicos- da una última y magistral vuelta de tuerca al álbum: «¿Y si nosotros fueramos los malos? ¿Nunca te lo has planteado?«. Ya no se trata solamente de un dicotómico enfrentamiento entre buenos y malos, sino del darse cuenta de que los malos no están sólo ahí fuera: nosotros mismos somos parte integrante del mal. De manera mucho más consciente de la que nos gustaría admitir, somos motores y partícipes de nuestra propia autodestrucción. Al fin y al cabo, eso es lo que encierra la demoledora «Besémonos como si todo hubiera salido mal / como si supieramos que / no nos vamos a ver más / no nos vamos a ver más«: no hay ninguna razón por la que esto -sea en este caso una relación, pero es un comportamiento extendible a un sinfín de situaciones- debería acabar mal más que por nuestra propia pulsión autodestructiva… Pero vamos a hacer que acabe mal, que no nos volvamos a ver. Porque sí. Como aparte, decir que habré escuchado este tema tantas veces que si admitiera el número con mucha probabilidad se me tildaría de padecer un trastorno obsesivo y que, sin embargo, esos «no nos vamos a ver más» finales siguen sonando tan sobrecogedores como el primer día: pocas canciones han salido este año que calen tan hondo. [Patri Di Filippo]
1. «Marte«, de Tigres Leones. Hay amores que matan, que ríen, que lloran, que amargan, que engañan, que agobian, que juegan y que faltan. Luego, hay amores que son capaces de llevarte a otros planetas, de esos que se podrían denominar marcianos. ¿Y cómo se definirían? La respuesta la podemos hallar en “Marte”, corte bandera de esa joya de disco que es “La Catastrofía” (Sonido Muchacho, 2015), segundo LP de Tigres Leones. A lo largo de sus tres minutos de duración, la falta de oxígeno y gravedad no impide que el corazón bombee pasión bajo un ambiente tan viciado y tóxico como el aire que respira Arnold Schwarzenegger en la aventura espacial que vive en “Desafío Total”, fuente de inspiración de “Marte” y a cuyo director, Paul Verhoeven, Tigres Leones -con la ayuda vocal de La Bien Querida– dedican esta oda al cariño retorcido de efecto implacable en el oyente. Para conseguirlo, la banda madrileña da forma a sus versos con su acostumbrada y bien afilada pluma surrealista, como si quisiera enfrentarse a los románticos recalcitrantes y decirles a la cara que, si hay que disfrutar o sufrir el amor hasta las últimas consecuencias, el escenario ideal para consumar tal acción sería sobre la rojiza superficie de un astro con atmósfera cargada y el sol a un par de palmos saltando a ritmo de pop de melodía adhesiva y toques de spaghetti western. Un detalle nada baladí en esta (¿anti?)canción de amor: el ardor sentimental, a veces (demasiadas), es un enemigo ante el que hay que desenfundar el revólver a toda velocidad para sobrevivir a sus zarpazos, ya sea aquí en la Tierra, en Marte o en el resto del Sistema Solar. [Jose A. Martínez]
[/nextpage]