5. WOLVES / Valentina. Hay que tirar de referentes no especialmente obvios si se quiere hablar deValentina Pappalardo y su debut, este “Wolves” (Greco-Roman, 2013) que ahora nos ocupa. Kate Bushpodría ser de entrada la comparación a la que acudir, aunque en todo caso de puntillas. Quizás de forma más marcada, el trabajo de Valentina se enmarca junto al de atípicas divas europeas que entregaron en su día obras maravillosas nacidas para agitar la música popular pero caídas en el olvido prácticamente desde su extemporánea gestación (hablo aquí, por ejemplo, de algunos fragmentos del tremendo “The Divine Comedy” (SBK/EMI, 1994) de Milla). Si entramos en materia, tengo pocas dudas de que la titular “Wolves” es una de las composiciones más abrumadoramente bellas de este año, equilibrando con frialdad pasmosa la dosis perfecta de barroquismo y emoción. [leer más]
4. RIVAL DEALER / Burial. La polémica está servida: después de convertir su maravilloso EP «Kindred» (Hyperdub, 2012) en uno de los lanzamientos de vital importancia del año 2012 por todo lo que tenía de síntesis de las diversas exploraciones musicales que siempre había llevado Burial de forma paralela, ahora el artista vuelve a hacer lo propio (justo cuando el año está a punto de cerrarse) con tres canciones que huelen a síntesis… de lo que está por venir. Y es que, en «Rival Dealer» (Hyperdub, 2013), Burial incluso desdibuja las fronteras internas del formato canción, convirtiendo dos de los tres cortes en una especie de enjambre loco en el que caben dos e incluso tres temas: la titular «Rival Dealer» arranca con la sombra amenazante del rave más durillo de los 90 para, a continuación, cortar por lo sano, y lanzarse a un teknazo tremebundo que resuena en tus testículos con un hormigueo de placer químico y que, sorprendentemente, desemboca en algo así como una micro-carta de amor al New Age; por su parte, el tercer tema, «Come Down To Us«, coge el testigo de ese mencionado rollito New Age y lo explora en dos texturas muy diferentes entre sí pero que están unidas por el cordón umbilical de las constantes vitales de Burial. Entre medias, «Hiders» se erige como la canción más compacta del lote, además de una preciosa exploración de cierto rollo nu wave ochentero sin despegarse del librillo del artista. ¿Alguien se ha sorprendido con la mención del rollo New Age? Mirad, hace varias temporadas que por ahí dicen que the next big thing es el New Age y todos nos lo tomamos a broma. Si esta revisión del New Age es como la de Burial, yo ya he comprado. [Raül De Tena]
3. EP 2 / FKA Twigs. Lo que hay aquí es un bulldozer ensamblado con piezas de cristal de bohemia: todos y cada uno de los temas de “EP2” se muestran duros en su alma, pero sedosos en su forma. “How’s That” abre el disco con un mestizaje lúbrico entre el novísimo r&b post-dubstepero británico y el acervo de la electrónica más gélida de los 90. El temazo “Papi Pacify” obliga a plantearse qué ocurriría se a Björk le hicieran efecto los calmantes que seguro que le han recetado mil y un psiquiatras. De “Water Me” ya hemos hablado (aunque volveré a repetirlo: la mezcla de patrones rítmicos de weirdtrónica con una de las letras más desarmantes de los últimos meses sigue siendo un winner insuperable), mientras que “Ultraviolet” cierra el EP referenciando otro nuevo r&b: el que llega desde EEUU de la mano de propuestas como las de inc. o How To Dress Well, pero con una voz femenina. Lo que siempre mola mucho más, claro. Así que no: no es la revolución que esperábamos. Es más como el año 1967… ¡Espérate a que llegue el año que viene y te vas a enterar lo que vale una revolución! [leer más]
2. GOD TOLD ME TO / Jeremy Greenspan & Boris. “God Told Me To” (Jiaolong, 2013), un EP en compañía de Borys y con tan sólo cuatro temas capaces de retrotraerte a la electrónica más dura de los 90 sin necesidad de ponerse nostálgico, sonando a aquí y a ahora. El disco se abre con la titular “God Told Me To“, donde los ecos de Laurent Garnier se mueven a la deriva en un océano de lava ardiente que abrasa pero que provoca una adicción casi hipnótica. A continuación, el single “Saint Hood” pega un volantazo hacia la escuela alemana con unos ritmos mucho más secos, partiendo de la metronimia matemática para desbaratar las cuentas y volver a crear un estado mental deliciosamente perturbado. “Stylite” hace un alto al camino recurriendo a una electrónica mucho más paisajista, menos agresiva en lo formal pero igual de oscura en lo mental. Y, por último, “The Devil’s Punch Bowl” suena al ataque violento de unos desalmados en un callejón oscuro: te pilla por sorpresa, te muele a palos, te deja sangrando en el suelo… Y, a continuación, te preguntas por qué no dejas que te metan palizas como esta más a menudo. Con lo bien que sientan. [leer más]
1. INVISIBLE/AMENAZA / Pional. Al llegar al punto (y final), puede que Pional haya conseguido que dejes de pensar y te concentres en las sensaciones de cintura para abajo… Pero ya se sabe qué ocurre a la mañana siguiente después de una noche en la que has perdido la cabeza: toca hacer memoria para recordar el nombre de aquel tipo que te estuvo magreando toda la velada y que el final consiguió pegarte un buen meneo. Aquí no tendrás ningún tipo de duda a la hora de acordarte del nombre de Pional y, sobre todo, no lo vas a confundir con ningún otro pretendiente ni ningún otro amante de tres al cuarto. Es por eso que, a la hora de ponerme con esta reseña, ha habido otra prerrogativa que he seguido: no utilizar los nombres de otros artistas con los que los más dejados suelen comparar a este artista ni intentar hacerme el listo con referencias que al final no convencen a nadie. “Invisible/Amenaza” no entiende de comparaciones: es la confirmación de quePional tiene un sonido propio. Un sonido que está destinado a seducirnos y follarnos en muchas más noches venideras. Tiempo al tiempo. [leer más]
[Raül De Tena + Estela Cebrián + Jose A. Martínez + David Martínez de la Haza]