30. BODY MUSIC /AlunaGeorge. El disco empieza con “Outlines“, una delicada balada (la única) que funciona como prolegómeno perfecto, una invitación sexy y calmada para todo lo que espera, una forma pausada de poner al oyente bien a tono y advertirle que lo que va a escuchar en adelante va a ir por ahí, jugando con los sonidos insinuantes y sensuales. Todo el sonido de AlunaGeorge funciona a la perfección porque sus dos partes saben muy bien el lugar que ocupan: ella es la piel y la voz, mientras queGeorge, por su parte, insufla de movimiento a esta atractiva criatura con su dominio de la electrónica de baja revolución actualizando ese nuevo r&b del que llevamos meses hablando ya sea suavizando el dancehall y dándole una pátina divertida (“Lost & Found“), limando el pop para que no sea demasiado mainstream (“Kaleidoscope Dream“, “Bad Idea“), recuperando el halo de sugestión sexy que siempre ha tenido el género (“Diver“, “Body Music“) y adaptando todo el sonido al continuo ronroneo cantado de su compañera para hacer de un montón de cancione scatchy singles cien por cien potenciales y convertirlas en himnos de pop atemporal que, seguramente, escucharemos dentro de muchos meses y no habrán perdido ni un poco de su potencial. [leer más]
.
29. UNTOGETHER / Blue Hawaii. Recordemos: el debut de James Blake arrebataba por su capacidad prestidigitadora para abrir las canciones en un punto y llevarlas hasta otro punto estilístico diametralmente opuesto a partir de todo un conjunto de variaciones imperceptibles para quien escuchaba. Era una evolución sigilosa capaz de hacer natural algo tan difícil como reconciliar dos versiones de un mismo tema… “Untogether“, por su parte, propone un camino similar para sublimar sus temas. La mayor parte de las canciones de Blue Hawaii también arrancan en un punto y acaban en otro completamente sorprendente, pero lo hacen de forma diferente: en ningún momento pretenden jugar a la penetración forzada de un tema dentro del otro utilizando vaselina, sino que más bien parecen poner sobre la mesa unas bases en el primer minuto de sus composiciones y, a partir de ahí, jugar a la deconstrucción pura y dura. Es como si se propusieran reunir un tema y sus múltiples remezclas en un mismo continente de menos de cinco minutos… Y, la verdad, el resultado es embriagador. [leer más]
.
28. IF YOU WAIT / London Grammar. Partiendo de las virtudes más notables que caracterizan al trío, como serían la gravedad en la voz maravillosa de Reid y el paladeo minimalista con el que Major y Rothman acarician los temas, quizás London Grammar tenían los mimbres necesarios para construir una obra que sobresaliera en excitación y emoción… Y es ahí donde seguramente “If You Wait” acusa mayores déficits. Repito adverbio: quizás ello obedezca a la unidimensionalidad sonora por la que ha apostado el trío británico. El gozo reside en que, partiendo de donde parten y con la proto-materia de que disponen, lo que estos muchachos pueden crear en futuras obras se antoja maravilloso. Hasta entonces, no será difícil disfrutar con este notable debut largo, a pesar de sus pesares. [leer más]
,
27. YEEZUS / Kanye West. Cuarenta minutos y un segundo. Este es el tiempo que Kanye West necesita para dejarte con las bragas bajadas y con la habitación hecha un desastre –ya me entendéis–. “Yeezus” (Def Jam, 2013), su sexto álbum en solitario, es una auténtica bomba nuclear dispuesta a ser recordada como una obra rompedora, tanto en la discografía personal del rapero como en el mundo del hip-hop en general. Una atmósfera oscura y densa, beats sucios y estremecedores que parecen haber salido del mismísimo Hades, una amalgama de estilos y una producción perfecta, con un sin fin de colaboradores dan forma a la última maravilla de Kanye que sigue el camino marcado en sus anteriores trabajos “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” (Roc-A-Fella, 201o) y “808s & Heartbreak” (Roc-A-Fella, 2008). La velocidad con la que se suceden los temazos es tan exagerada que no te da tiempo a nada. Vertiginoso. El combo “On Sight”, “Black Skinhead”, “I Am a God” no tiene nombre. Falta de aire, sudores fríos, perdida de la conciencia. Si a esto le sumas la enorme y preciosísima“Bound 2”, que devuelve a West a sus orígenes, el resultado es un K.O. grande como una casa. Una auténtica paliza. Muerte asegurada. [leer más]
.
26. TROUBLE WILL FIND ME / The National. “Don’t make me read your mind, you should know me better than that” son las primeras palabras que pronuncia Berninger al comienzo de “I Should Live In Salt”, palabras de un hombre frustrado y cansado en medio de una relación estancada. La tristeza y el pesimismo son dos enormes nubarrones que cubren este nuevo disco, pero nunca estalla la tormenta. Sólo llueven unas pocas lágrimas difícilmente contenidas, sólo queda un hombre resignado y con pocas ganas de luchar. Ahora prefiere narrarnos los miedos desde el otro lado de la barrera, en lugar de afrontarlos, o al menos en lugar de sumergirlos en litros y litros de alcohol. The National se han convertido en unos maduritos que hacen música maravillosa, emocionante y que habla de las penas del hombre moderno y de clase media como nadie en el mundo se atreve a hacerlo. Y sólo por eso merecen todo nuestro respeto y admiración. [leer más]