5. LOUD CITY SONG / Julia Holter. Cuando Julia Holter entona los primeros versos en «World«, el mundo se detiene; las luces de la ciudad se vuelven tenues; el tráfico, un alejado murmullo; los habitantes de su nativa LA, sombras invisibles. La habitual agitación urbana pasa a un segundo plano en «Loud City Song» y, al mismo tiempo, sirve de escenario. Es la primera vez que Julia sale de casa para grabar un disco, aquí convertida en una Dorothy moderna dando sus primeros pasos sobre resplandecientes baldosas en un mundo oscuro y nebuloso, documentando sus diminutas aventuras en un musical de grandiosas dimensiones. Moviéndose entre el jazz-pop con aires sedosos de Anja Garbarek y las orquestaciones cinemáticas típicamente norteamericanas de George Gershwin, «Loud City Song» es una pequeña obra maestra de ambiciones vanguardistas pero belleza imperecedera. [RN]
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4. OVERGROWN / Jame Blake. Despojado definitivamente de cualquier atisbo que entronque con el post-dubstep, género al cual quedó adscrito tras la edición de sus primeros EPs, la tendencia en James Blake parece encaminada a recuperar el testigo de los esbozos primigenios del trip hop y enmarcarlo en un contexto que podríamos llamar soul de cámara. Una voz, un piano y un revestimiento electrónico que no requieren más (amén del talento del artista) para, otra vez, fabricar un álbum memorable, que nace como clásico instantáneo e incuestionable. Por entrar en ejemplos, la apertura con la homónima “Overgrown” es una de las maneras más intensas de abrir un disco que hemos escuchado en lustros, una elegía a corazón abierto que proyecta a los mejores Antony and the Johnsons jugando a ser los mejores Massive Attack o viceversa. “You’re on your own / In a world you’ve grown” canta para ponernos los pelos de punta en el tema que conocíamos hasta la fecha, el impresionante “Retrograde”. Y esta oda a una chica que ya no encaja en el mundo que ella misma ha construido constituye probablemente los (casi) cuatro minutos más abrumadores en lo que va de año, con una melodía tarareada como ubicuo sample y unos claps que son casi como pasos arrastrados en penitencia… “Retrograde”, cual campana de Gauss, te ataca desprevenido con su crescendo central. [leer más]
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3. INMUNITY / Jon Hopkins. Unas llaves abren una puerta que acto seguido se cierra dejando tras de si el ruido del exterior. Así entramos en “Immunity”, en compañía y desapareciendo del resto. “We Disappear”, primer corte del disco, apunta hacia ese espacio indeterminado en el que podernos aislar en grupo. Algo afín al escapismo colectivo que, el que más o el que menos, ha gozado alguna vez escuchando música y / o bailando rodeado de gente. A una sólida base de beats se van sumando secuencias rítmicas y repetitivos glitches que ensucian y dan cuerpo al tema. Los beats devienen, súbitamente, en una serie de zumbidos que arrasarán con el resto de capas sónicas dejando unas sutiles voces desnudas y acompañadas, tan solo, por delicados acordes que cierran el tema con una insospechada dulzura. Hopkins es un maestro en plantear contrastes y mixturas anímicas como esta. Su destreza en la producción y al frente de los teclados conduce de una forma natural -y este es el punto fuerte, el que no parezca forzado en absoluto- a esa intersección de caminos donde lo intenso se encuentra con lo vaporoso. Ejemplos de ello los encontramos, ya desde su propio título, en “Form By Firelight” o “Sun Harmonics”. Pero, sobre todo, es en “Breathe This Air”, tercer tema del disco, donde casi podemos llegar a masticar ese aire. [leer más]
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2. THE BONES OF WHAT YOU BELIEVE / Chvrches. “The Bones Of What You Believe” es torrencial en su caudal de pop emocional, y mucho de ello se debe a la voz, al timbre mágico cuasi-adolescente de Lauren Mayberry, que remite a la idealización del imaginario teen (alienación, identidad, épica, romanticismo: son de amores, amores que matan) a través de esa dulzura que te destroza el corazón. Utopía y ambrosía, ambas de la mano. A partir de ahí, resulta imposible no caer enamorado en “We Sink” o “Tether” (favoritísimas) como en esa adorable pieza de artesanía electro que es “Lungs” o en “Under The Tide”, donde Martin Doherty toma las riendas vocales, dejando a Lauren elaborar los coros. Y aquí seguimos, como nos pasa siempre, con la taquicardia a flor de piel ante el candor, suspirando al ritmo que dictan estos tres jovenzuelos escoceses, dos nerds encantadores y una muchacha de flequillo perfecto y eyeliner punteado que están devorando la escena para asombro de unos pocos. No podemos evitarlo: palpitaciones, sudores, rubor; lo llevamos en la sangre. The way we were, que cantaba la diva Streisand. Tal como éramos. En realidad, tal como somos y como seremos. Va en nuestro ADN de enamoradizos sensibles dejarse arrebatar por la finura, la pasión y la pureza. Chvrches son epítome de todo ello, y “The Bones Of What You Believe” su pináculo fundamental. Amor del bueno, milagro pop. [leer más]
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1. SHAKING THE HABITUAL / The Knife. “Shaking The Habitual” es el disco más político de The Knife. Recordando lo básico (es decir: que la política es todo lo relativo a la ciudad y a los temas que afectan a los ciudadanos), el nuevo disco de los Dreijer se atreve con absolutamente todo: monarquía, patriarcado, separatismo, racismo, ecologismo, feminismo, socialismo… Un mundo de ismos queOlof y Karin quieren ver arder: una sociedad anquilosada en el confort de lo habitual que necesita que alguien pegue un meneo a sus cimientos y demuestre que otras vías son plausibles. Los hermanos se enterraron entre libros sobre cuestiones de género, sobre feminismo y sobre política avanzada. Es por ello que no extraña que las proclamas ideológicas y contestatarias se lancen por encima de las canciones como fuego cruzado: “Liberals give me a nerve itch” (“Los liberales me provocan un tic nervioso“) protestan en “Full of Fire“; “Rewrite history / to suit our needs” (“Reescribamos la historia / para que se adapte a nuestras necesidades“) declaman en “A Tooth For An Eye“; “There’s something in the system, that snail circulates / Dig a hole in the backyard / And dream of blood” (Hay algo en el sistema, un caracol que circula / Cava un agujero en el jardín trasero de tu casa / Y sueña con sangre“) llaman a las armas en “Raging Lung“; “What if we can’t make it but we say that we can / Shaking the habitual” (“¿Qué pasa si no podemos hacerlo pero decimos que sí que podemos, agitando lo habitual?“) se preguntan en “Without You My Life Would Be Boring“. [leer más]
[Raül De Tena + Estela Cebrián + Jose A. Martínez + Javier Serrano + David Martínez de la Haza + Rodrigo Núñez + Pedro Vázquez]