5. Journey (PS3). La propuesta de “Journey” es tan directa como sincera. Acompañamos a un ser desconocido, del que nada sabemos, cubierto por una túnica roja y una bufanda en su travesía por el desierto rumbo a una montaña que se alza poderosa en el horizonte. No sabemos cuál es el propósito de esta peregrinación, pero alcanzar la cima de la inmensa mole rocosa, omnipresente en nuestro campo de visión, se convierte en nuestra meta vital desde el momento en el que, al sortear una duna, la observamos erguirse a lo lejos. Pocas veces un planteamiento tan sencillo ha estado trufado de tanto poso y sustancia. “Journey” está concebido como si de un cuento se tratase; pensado para consumirse en apenas dos horas y de una sentada. Poe ya abogaba por este género como medio más eficaz para transmitir sensaciones al lector: el mensaje llega directo y de una sola vez, sin interludios que modifican nuestra inmersión entre una sesión y otra. [leer más]
4. The Last Story (Wii). “The Last Story” es uno de esos juegos largamente ansiados por la audiencia occidental por muchos motivos. El primero y más flagrante es la escasez de RPGs decentes en la máquina de Nintendo. Pero, sobre todo, el hecho de que la mente detrás del proyecto (y detrás del estudio responsable,Mistwalker) fes ni más ni menos que Hironobu Sakaguchi, creador de otra saga con la que esta mantiene amplias semejanzas (y más amplias divergencias todavía): “Final Fantasy“. Para empezar, ese título: tanto “la fantasía final” como “la última historia” suenan a crisis absoluta en la que crecen las flores más fascinantes. Pasó hace varias décadas (cuando Sakaguchi y compañía crearon el primer título de la saga “Final Fantasy” pensando sinceramente que sería el último juego que podrían permitirse) y ha vuelto a pasar con “The Last Story” (que se ha visto rodeado de cierta confusión dada por una mala traducción en la que Sakaguchi afirmaba que estaba trabajando en este título como si fuera el último de su carrera y muchos medios lo interpretaron como que realmente era su último proyecto). [leer más]
3. Sleeping Dogs (Xbox 360, PS3, PC). Muchos quisieron ver en “Sleeping Dogs” no sólo el único juego de última hornada capaz de hacer sombra a la saga “GTA” en general, sino incluso de resultar un competidor más que solvente para ese “GTA V” en particular del que sólo nos llegan noticias con cuentagotas. Tampoco era cuestión de culpar a nadie por semejantes comparaciones: el feeling que se vivía en todos y cada uno de los trailers que precedieron al lanzamiento del juego era realmente similar al rollito barriobajero, mafietis y de lumpen inmigrante que enamoró a propios y extraños en “GTA IV“. Pero ya nos lo advertían desdeUnited Front (co.creadores junto a Square-Enix London): aquí no íbamos a ser los malos, sino más bien un bueno (un poli) haciéndose pasar por malo para poder infiltrarse en las tríadas de Hong Kong y petarlas desde dentro. ¿Qué venía a significar esto? Que nos prometían mucha más acción cuerpo a cuerpo inspirada en las pelis de artes marciales urbanas y una ambientación fascinantemente oriental. ¿Necesitabas más motivos para picar en el anzuelo de “Sleeping Dogs“? [leer más]
2. Max Payne 3 (Xbox 360, PS3, PC). Esta tercera entrega es la primera que no viene realizada por el estudio Remedy ni escrita por Sam Lake: estos dos nombres fueron los encargados de crear una saga que quedó en el imaginario colectivo jugón por la vía de una dinámica de juego tan loquer como el Bullet Time (ya sabes: ralentizar el tiempo para poder apuntar más fácilmente y ver cómo zumban las balas a tu alrededor disponiendo así de un mayor tiempo de reacción). Y aunque siempre habrá aquí cierto poso de melancolía al recordar aquellos (lejanos) buenos tiempos, tampoco es que nos vaya a durar mucho teniendo en cuenta los nuevos padres de la criatura: “Max Payne 3” viene producido por Rockstar (¿puede existir mejor carta de presentación a día de hoy?) y escrito porDan Houser, quien ya nos embaucó con “Red Dead Redemption” y con muchas de las entregas de “GTA“. Con semejantes credenciales, ¿no te quema el mando en las manos y sientes la necesidad imperiosa de pulsar el start? [leer más]
1. Dishonored (Xbox 360, PS3, PC). Hay veces que marcas en tu cabeza un juego como “cuando salga va a ser mío sí o sí” porque los pantallazos te sorprenden, porque el trailer plantea un gameplay o una ambientación atractivos o porque lees por ahí el argumento y te parece bien original. Lo de “Dishonored“, desde un buen principio, fue lo que en determinados bares de carretera llaman “un completo”: los pantallazos dejaban a las claras la potencia gráfica del juego, el gameplay parecía aunar elementos de otros éxitos (sigilo, asesinatos silenciosos, magia, armas… todo en primera persona), los trailers mostraban una ambientación retrofuturista decadente propia de una superproducción hollywoodiense y, sobre todo, el argumento proponía una de esas historias en las que sabes que te va a apetecer perderte durante mucho, mucho tiempo. ¿Que en su momento todo el mundo ya hablaba de “juego del año” sin haberlo catado? Pues sí. ¿Que todo el mundo sigue hablando de “juego del año” después de haberlo disfrutado? Pues también. Y de una forma más que justificada… [leer más]