Vamos pasito a pasito… El año pasado, al finiquitar nuestras listas de lo mejor del año, nos dimos cuenta de que habíamos cometido una terrible injusticia con los EPs: en este nuevo paradigma de la música como negocio (en el que dicen que nadie compra nada), se imponen los lanzamientos en formato micro, para que el dispendio en el iTunes Store parezca menor y así incentivar un poco más las ventas. Además, no vamos a negarlo: el formato álbum mola mucho, pero a veces un EP certero es preferible a un largo repleto de morralla. Y eso siempre ha sido así. No estamos descubriendo la rueda. Así que este año no hemos querido volver a quedarnos con la sensación de que hemos sido injustos y aquí llega nuestra lista de los mejores EPs de 2012. (Eso sí, os lo advertimos: este año nos hemos quedado con la misma sensación al respecto de las mixtapes, que seguramente caerán en 2013.)
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15. Disclosure – The Face (Greco-Roman). Entre dos hermanos anda el juego. Se llaman Guy y Howard Lawrence y son insultantemente jóvenes aunque, a juzgar por el sonido que contiene “The Face”, parece que lleven lustros empeñados en actualizar el UK garage y el house británico sin pervertir sus orígenes: la escena housera primigenia de Chicago, la homóloga techno de Detroit y el dance noventero más elegante. Dicho proceso regenerador se fue materializando en sus anteriores entregas y en los diferentes remixes que facturaron para luminarias como Everything Everything o Jessie Ware, hasta lograr situarse a la altura de Machinedrum, Subwave o Surkin, algunos de los nombres clave de la nueva ola bailonga contemporánea. Pero es en la doble cara de este EP (cuatro temas refulgentes en total) donde la pareja londinense concreta todo su potencial, cuyo objetivo principal consiste en derribar los muros de la chabacanería y el mamarrachismo en toda discoteca y club que quiera distinguirse positivamente. Los sintetizadores, las voces femeninas, los beats y los ritmos que dan forma a “The Face” son pura ambrosía. (Sweet) Murder on the dancerfloor…
14. The Antlers – Undersea (Transgressive). ¿Que le quedará a Peter Silberman -pensará- después de hacer de nuestros sentimientos un amasijo de hostias gracias a “Hospice” (Frenchkiss; 2009)? Está claro que aquel no fue un álbum fácilmente digerible; por eso, tres años después de hacernos chocar de frente contra la realidad, The Antlers vuelven pero de otra manera. En esta ocasión, los de Brooklyn nos invitan a sumergirnos bajo el mar (sic.) y el experimento les sale redondo. “Burst Apart” (Frenchkiss, 2011) fue ampliamente criticado por la “incoherencia” de sus temas, ya que el disco en sí no era un concepto como en el caso anterior, vaya. “Undersea” vuelve a serlo. Y desde el minuto cero. [leer más]
13. Daniel Rossen – Silent Hour / Golden Mile (Warp). Hace casi dos meses que se lanzó el primer adelanto de “Silent Hour / Golden Mile“, se titualaba “Silent Song” y sonaba así. Tenía buenísima pinta pero, todo hay que decirlo, la calidad del sonido de YouTubedeja mucho que desear y yo, por no poder esperar hasta el 20 de marzom me la bajé desde el-programa-que-te-baja-los-videos-de-youtube. No saben qué alivio escuchar el single a 320 kpbs. Estaba tan familiarizada con la versión rústica que esto ya me sonaba raro. Pero es que “Silent Hour / Golden Mile” no contiende sorpresas: Daniel Rossen no se ha pasado al tonti-pop ni nada por el estilo. Los 23 minutos que dura este EP sirven como una introducción ideal al mundo que lo rodea. Canciones elocuentes pero que alcanzan una terrible sencillez. La portada, realizada por Amelia Bauer, refuerza la opinión de queDaniel Rossen no es alguien que se arriesgue, ya que esta diseñadora ha trabajado en otras ocasiones para Grizzly Bear. [leer más]
12. Todd Terje – It’s The Arps (Smalltown Supersound). En lo que a electrónica clubber escandinava se refiere, 2012 ha sido el año de Lindstrøm, autor de dos notables discos: “Six Cups Of Rebel” (Smalltown Supersound, 2012) y “Smalhans” (Smalltown Supersound, 2012). Sin embargo, en el mes de enero, antes de que ambos LPs se publicasen, su paisano, amigo y compañero de sello, Todd Terje, ya había presentado su candidatura a ser, definitivamente, el nuevo gurú de la música de club noruega gracias a “It’s The Arps”. En su caso, no necesitó recurrir al formato álbum (y mucho menos por partida doble) para expresar su visión de la corriente neo-disco proveniente del norte de Europa: le bastó con ofrecer al mundo “Inspector Norse”, un auténtico hit de dance espacial que llega a los rincones bailables que no alcanzan los tracks ácido-cósmicos de Lindstrøm. Sin embargo, en vez de tirar por la vía más fácil y directa e imitar el mencionado corte, Terje se arriesga a jugar con los secuenciadores cual pionero en los albores del género sintético (“Mygsommer”) y con los sintes para construir una especie de suite galáctica (“Swing Star”) dividida en dos partes (más una tercera en la que se unen ambos temas) tan diferentes entre sí como adictivas. Aquí movimiento y después gloria.
11. Lana del Rey – Paradise (Interscope). En «Paradise«, a Lana del Rey ya se la suda un poco más aquello de casar los intentos de hip-hoperismo white trash y antifeminista (lo mejor, sin duda, de “Born to Die“) con su planta de crooner soft-pop de ojos azules que tanto remitía a ciertas divas de los 60 y los 70. Ahora, sin embargo, la artista parece más preocupada en casar los baladones lo-fi con los que se dio a conocer (las tremendas “Blue Jeans” y “Videogames“) con un esfuerzo de producción que consiga disipar las brumas de aquellos temas sin que eso signifique perder el misterio, la base de toda seducción. En “Paradise“, Lana es más diva, más pop y (sobre todo) más soft que nunca. [leer más]