5. Los Punsetes – Una Montaña es una Montaña (Everlasting). La segunda parte de “Una Montaña es una Montaña” relaja levemente el efecto fulminante de la anterior, aunque no desaparecen el acierto melódico (“Los Glaciares”, iluminada por sugerentes claroscuros), el grado de corrosión lírica (“Untitled” es un anti-cuento de hadas amoroso que, curiosamente, se convierte en toda una declaración de amor) ni los contrastes emocionales (en “Flora y Fauna” entra un minúsculo rayo de sol al comienzo para luego oscurecerse con la típica pesadumbre punsete). Estos tres parámetros definen de forma precisa el carácter global de este LP, en el que los ánimos se exaltan, los cerebros se apretujan y los puños izquierdos se levantan con fuerza ante las adversidades. Pero, ojo, no estamos afirmando que sus canciones sean de protesta a la vieja usanza o que la de Los Punsetes sea una música indignada, sino que unas y otra funcionan como válvulas de escape frente a la mediocre realidad que nos ha tocado vivir y aportan un punto de vista brutalmente honesto para encararla a diario. Al igual que hacen los mismos Punsetes. [leer más]
4. John Talabot – fIN (Permanent Vacation). Las coordenadas que situaban en el mapa sonoro cada uno de los mini-LPs y singles (además de los remixes para The xx, Glasser o Shit Robot, entre otros) de John Talabot sirven igualmente para marcar los cuadrantes del océano por el que se extiende “fIN”: house de bajas revoluciones, chill baleárico de vieja y nueva escuela, electrónica de lujo y pop de vanguardia. En medio, islas paradisíacas de arena refulgente compuesta por capas y capas de mullidas texturas sintéticas y, en la superficie, palmeras electropicales en cuyas ramas se posan aves de plumaje colorista. La impresión inicial remite a la exuberancia selvática del “Pala” (XL / Pop Stock!, 2011) de Friendly Fires pero, de entrada, el exotismo se oscurece y se torna misterioso al derivarse de la atmósfera que se respira en “Depak Ine”, apabullante arranque del álbum que va creciendo con cada golpe de beat, con cada detalle cromático, con la entrada de los samples vocales registrados en una dimensión desconocida hasta convertirse en una pieza de prog-house reptante culminada por una mínima percusión tribal que anticipa el aire cálido de la vitalista “Destiny”. [leer más]
3. Hidrogenesse – Un Dígito Binario Dudoso (Austrohúngaro). Segarra yBallesteros no sólo consiguen llevar a Turing hacia su terreno, sino que siguen dándole cañita brava al movimiento pendular ascendente de su carrera: si en sus inicios siempre mostraron una afición extrema a utilizar su particularísimo sentido del humor para acercar las máquinas y lo humano (de nuevo, el mencionado “Eres PC Eres Mac“) y poco después dedicaron sus nuevas exploraciones nationalgeographicanas y eroticofestivas a abordar los animalitos como trasunto del ser humano (tanto en “Animalitos” -Austrohúngaro, 2007- como en “Bestiola” -Austrohúngaro, 2008-), ahora es el momento de conquistar su cumbre más alta haciendo que el péndulo se dirija de nuevo hacia los brazos de las máquinas para demostrar que estas ostentan emociones suficientes para abrazarles a ellos… y para abrazarnos a todos nosotros. [leer más]
2. Pegasvs – Pegasvs (CANADA). La exquisita portada del disco, de blanco impoluto con un corcel mitológico presidiéndola, casa a la perfección con su contenido, que va del electro-pop elegante a lo Gary Numan de “No Volverá” (que recuerda poderosamente al “Are Friends Electric?” de Tubeway Army) a la nocturnidad galáctica de “Sol de Medianoche”, gema de synth-pop ochentero inspirado en la serie “Cosmos” de Carl Sagan. En medio, sobresale el kraut-pop trotón de “Inmortal” (en la que la deliciosa tonalidad de la voz de Luciana consigue transportar al oyente a un especial estado gaseoso de conciencia), “Hasta el Horizonte” (con el teclado brincando con dulzura) y “Sobre las Olas”, de inicio y desarrollo calcados a los de “Atlántico”. [leer más]
1. Extraperlo – Delirio Específico (CANADA). “Delirio Específico” no sólo logra acariciar pabellones auditivos y neuronas de cabezas tumbadas en hamacas, sino que también sugiere cierto movimiento bailable, en consonancia con las animadas estampas paradisíacas insinuadas más arriba. Esta transición de la posición horizontal a la vertical se traduce en la templada viveza de “Las Corrientes del Golfo”, la ultra-optimista “Fina Vanidad” (con el bajo tocado en slap a todo trapo), “Fieras” y una tentadora “A Nivel Carnal” que actúa como sabrosa despedida de un disco que no se debe rechazar tal como va este mundo en el que, repetimos, corren malos tiempos para la lírica. Pero la que emana del particular delirio de Extraperlo puede luchar contra cualquier mal: ayuda a amortiguarlo y a levantar el espíritu alicaído. [leer más]