20. Havalina – h (Origami). Quizás nos encontramos ante el mejor trabajo del trío madrileño Havalina, un dato que no deja de ser anecdótico para los acostumbrados al alto nivel al que suelen rendir pero que, a la vez, viene a resaltar la enorme capacidad que estos tres extraordinarios músicos tienen para, disco a disco, y sin ejecutar cambios relativamente importantes en su fórmula, seguir sonando frescos y ser lo suficientemente creativos como para seguir creando composiciones del calibre de las que aquí nos encontramos. En definitiva, un gran álbum… Y la confirmación definitiva que nos estamos ante una de las bandas del momento en el panorama nacional. [leer más]
19. Ferran Palau – L’Aigua del Rierol (Amniòtic). Está claro que esta crítica podría hablar de cómo Ferran Palau consigue unir, de forma totalmente natural, la impronta de los clásicos folkies (desde Tim Hardin hasta Van Morrisonpasando por el inevitable y omnipresente Nick Drake) con la de su descendencia más joven (José González, James Yorkston, el Sufjan Stevens menos epiléptico y el Mark Kozelek más tradicionalista). Esta reseña podría hablar (si yo entendiera mucho más de literatura catalana) de la fabulosa forma en la que Ferran se sirve de herramientas puramente poéticas para doblegar y manipular unas letras que se presentan ante quien escucha con una falsa imagen de sencillez. Este texto podría hablar de todo eso, pero lo cierto es que ninguna referencia musical ni literaria sería capaz de hacer justicia a la casa encantada que realmente es “L’Aigua del Rierol“: una casa habitada por espíritus y rodeada de naturaleza sumida en suave letargo. [leer más]
18. Grupo de Expertos Solynieve – El Eje De La Tierra (El Ejército Rojo). Todo lo que ocurrió antes y después ya forma parte de los anales de la música alternativa española, pero la historia continúa. El discurso accesible, universal, natural y espontáneo que Grupo de Expertos Solynieve transmitieron en “Alegato Meridional”, con detalle y parsimonia, se mantiene vigente. Y, dados los actuales tiempos crispados, con más razón si cabe. Su peculiar perspectiva de las cosas, la cual encerraba un modesto a la par que encendido ánimo de protesta, da un salto cualitativo para reflejar que no basta sólo con describir una actitud vital: hay que reaccionar y defenderla de todo aquello que pueda hacerla desparecer. En el segundo trabajo del grupo, “El Eje de la Tierra” (El Ejército Rojo, 2012), Jy Ferrón (de nuevo mano a mano en la autoría lírica) llevan esa premisa más allá al circunscribirla en la degradación en la que está inmersa la España de hoy en día, en la que la culpa la tienen los de arriba pero la factura la deben pagar los de abajo. [leer más]
17. Fred i Son – Un Altre Temps (Sones). Vamos a decirlo pronto y mal: con los tiempos de mierda que corren, con la crisis dando por culo y con el pesimismo como moneda de cambio generalizada en las relaciones sociales de los últimos meses, no es de extrañar que un disco como «Un Altre Temps» esté llamado a convertirse en la banda sonora de aquellos que no quieren darle la espalda a la realidad, pero que sí que saben que para soportar la situación actual de vez en cuando es necesario mirar hacia otros parajes que te proporcionen paz de alma. Las canciones de Fred i Son son un perfecto bálsamo para curar heridas emocionales a base de melodías soleadas, coros infecciosos y letras capaces de alegrarte una mañana a través de una magia tan simple como sumar las palabras adecuadas. Que no son unas palabras cualquiera, claro.
16. Los Evangelistas – Homenaje a Enrique Morente (El Ejército Rojo). Ayudados en las tareas de producción por Martin ‘Youth’ Glover’ (tótem del post-punk británico de los 80), Los Evangelistas profundizan de nuevo en la lisergia y en la religiosidad jonda para modelar un monumento de flamenco-rock de altura interminable, sombra majestuosa y profundo calado afectivo y familiar: Aurora Carbonell, viuda de Morente, cedió la pintura que ilustra la portada, expresión de la impetuosidad y la resistencia del arte de su difunto marido; su hija menor, Soleá, desgarra su alma en “Yo Poeta Decadente (Fantasía del Cante Jondo)” (sobre versos de Manuel Machado, al alimón con Arias yJ) y en la dolorosa “La Estrella”; su amiga y cantaora, Carmen Linares, multiplica la atmósfera fúnebre de “Delante de mi Madre”; y sus alumnos, Lagartija Nick y Los Planetas, se funden en una unidad compacta y rotunda en la original “El Loco”, única licencia pop-rock que se permiten durante el álbum para exteriorizar su identidad común y compartida con Morente, aquel artista al que algunos tildaban de lunático. [leer más]