25. Fantasmage – Fantasmage (Discos Humeantes). El primer largo de este dúo vigués ha sido, a lo tonto, una de las revelaciones de la temporada (al menos, para el sector de la redacción de FPM que tiene noticia de su existencia): una revelación venida de las profundidades del underground nacional. Lleno de garage fantasmal (valga el juego de palabras) y algo machacón, su debut homónimo es un artefacto de rocanrol bien entendido y perfectamente engrasado. Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis… Vuelta a empezar.
24. Anni B Sweet – Oh, Monsters! (Subterfuge). Gracias a “Oh, Monsters!”, Anni B Sweet despeja todas las dudas, tanto aquellas que podían llevar a la malagueña a disfrazar su personalidad para superar el hype generado por “Start, Restart, Undo” (Subterfuge, 2010) como las que recorrían su fuero interno después de tener que lidiar con la soledad, la tristeza y otros obstáculos vitales. Los mismos que, en ocasiones, sólo se superan respondiendo a incómodas preguntas dicotómicas. Pero Ana López las evitó todas y decidió tirar por el camino central, por el menos obvio, para rearmarse y reafirmarse como cantante, compositora y, en definitiva, artista. [leer más]
23. Aries – La Magia Bruta (BCore). Casualmente, servidor reside muy cerca de la ciudad olívica, lo que le ayuda a recrear escenas surrealistas a raíz de este disco: escenas en las que se observa a Isa con la mirada fija en The Beach Boys mientras estos practican sus armonías vocales en plena playa de Samil; en The Byrds y The Zombies respirando el aire de la ría viguesa junto a una vaca en ese punto donde la campiña y la costa se confunden; o en cualquier pequeño colectivo de pop-folk psicodélico sesentero dibujando un arco iris bajo la sombra de los árboles del Monte do Castro. Estampas, todas ellas fantasiosas, fáciles de imaginar una vez que “La Magia Bruta” comienza a entrar con extrema suavidad por los oídos mientras se saborea como un dulce de algodón. Después, como quien no quiere la cosa, logra que se erice el vello del mismo modo que lo haría la seda virgen hasta calar hondo en el corazón con total parsimonia. [leer más]
22. Jonston – Veo Visones (Pequeños Pasitos). El tercer trabajo de Jonston intenta transmitir un extraño efecto desde su casi estroboscópico título, cuyo sencillo pero logrado golpe visual provocó que la mitad de la blogosfera musical haya transformado los ‘visones’ que ve Matorell por ‘visiones’. Un tanto a favor del madrileño, ya que, realmente, ese es el objetivo principal de su último LP: ofrecer, de nuevo, su particular perspectiva sobre hechos normales y corrientes y los avatares sentimentales, aunque desde un enfoque relativamente surrealista, muy imaginativo y hasta fantasioso. Pero, en la mayor parte del proceso, deja que sean los personajes creados por su inquieta cabeza los que interpreten sus textos mitad realidad mitad ficción. [leer más]
21. Cuchillo – Encanto (Limbo Starr). Bienvenidos a la tercera fase de la dulce travesía de Cuchillo. Abrieron su viaje particular como quien aprende a remar: su debut fue un trip introspectivo hacia parajes cálidos y envolventes en los que podías perderte siempre que aceptaras que estabas jugando con las reglas de este dúo (ahora trío). Su EP «Duat» (Limbo Starr, 2011) supuso un alto en el camino justo en el pico de una montaña desde la que Cuchillo supieron alzar la mirada… Y, ahora, «Encanto» viene a suponer una nueva manga en un viaje donde la introspección hace tiempo que vio resquebrajada su armadura de metal para dar paso a una subyugante humildad que ya no admite excusas para ser disfrutada. Más certeros que nunca a la hora de crear ambientes como serpientes pitón que se enroscan alrededor de tu cuello mientras te hipnotizan con una mirada infinitamente bella, lo de Cuchillo cada vez tiene menos parangón en nuestro país. Al final, nos los quitarán de las manos.