35. Julia Holter – Ekstasis (RVNG). Pocos meses después de haber publicado su primer álbum, “Tragedy” (RVNG, 2011), Julia Holter no sólo vio su propia apuesta (rebosante de belleza, aunque con sus contornos aún por definir), sino que la subió gracias a “Ekstasis”. En su segundo trabajo, la californiana cogió de nuevo el carboncillo para dibujar sus etéreas composiciones, pero optó por realizar trazos más firmes y concretos para compactar la delicadeza y hermosura de cada pieza y no dejar que se escapase de sus límites. Así, Holter se viste la manida (aunque en su caso le sienta como anillo al dedo) túnica de gasa de hada mágica del dream-folk-pop para traducir sus preciosistas ideas en canciones que van del pop coral onírico (“Marienbad”) al juguetón (“Für Felix”), de la electrónica de seda con pequeños brillantes clasicistas engarzados (“In The Same Room”) a la que se expande, lentamente, incrustando extraños experimentos con el vocoder (“Goddess Eyes II”) o de las nanas noctívagas (“Moni Mon Amie”) al ambient fantasioso y lunático (“Boy In The Moon”). En “Ekstasis”, el embelesamiento auditivo está garantizado. Nunca el título de un disco ha tenido tanto sentido.
34. Totally Enormous Extinct Dinosaurs – Trouble (Casablanca). Totally Enormous Extinct Dinosaurs es el proyecto musical de Orlando Higginbottom, un niño que parece la versión british de Bimba Bosé (pero en pequeñillo, pecoso y achuchable) y al que le gustan más las plumas que a un tonto un lápiz. Hay que reconocer que Orlando empezó llamando la atención por su afición a plantarse en sus dj sets con un tocado de plumas gigantesco… Y luego, claro, llegaron los temazos. Ya hace tiempo que ha ido lanzándolos sobre las masas como bombas de napalm: “Trouble“, “Garden” y, sobre todo, “Tapes & Money” escenificaron una trayectoria ascendente en la que pronto dejamos de hablar de los adornos de los orgullosos padres de la patria americana y empezamos más bien a hacernos pajillas con la renovación de un electropop que nunca se renueva realmente, pero que siempre queda genial decir que se está renovando para que te hagan caso. Al caso: su debut en largo se titula “Trouble” y contiene los jitazos ya conocidos e incluso algunos más. [leer más]
33. Jessie Ware – Devotion (Island). Los que lleven meses siguiéndole la pista a la dulce Jessie Ware alucinarán en technicolor y puede que incluso tuerzan el gesto la primera vez que escuchen “Devotion”, el esperado estreno en formato largo de la británica. Acostumbrados a disfrutarla parapetada detrás de la cacharrería post-dubstep de SBTRKT y Joker y prestando su voz a contundentes temarros de cemento y suelo, puede chocar en primera instancia descubrir a la preciosa ave del paraísoneo r&b en que ha mutado la cantante con sus nuevas canciones. Que nadie se sienta engañado o sorprendido en exceso, con el primer single bajo su propia estrella que pudimos escuchar, aquella “Running” que se embadurnaba del rollo ochentoso más negroide, ya que allá Ware ya asentaba las bases y advertía de por dónde iría el sonido de su primer disco: arreglos satinados, producción limpia y el total protagonismo de una voz que se alzaba sensual por encima de picos de guitarra y teclados Rhodes. “Running” puso un nombre sobre la mesa y “Devotion” lo justifica como la influencia más importante: ¿Sade? Posí. Pero también el de las divas de las radiofórmulas eighties reconocidas como influencias por la misma Ware siempre que se la entrevista:Whitney Houston, Lisa Stanfield, Annie Lennox… [leer más]
32. Django Django – Django Django (Because). Justo cuando habíamos conseguido olvidarnos de lo mucho que echábamos de menos a The Beta Band, ha venido este grupo de cabrones a recordárnoslo. Qué se le va a hacer, es lo que tienen las bandas imprescindibles: puedes borrarlas de tu mente una temporadita, pero inevitablemente volverán a tu cabeza… o aparecerá alguien dispuesto a saquearlos. Django Django no cuenta en sus filas con ningún ex miembro de aquéllos (como algún despistado por ahí se empeña en afirmar), aunque su líder David MacLean es hermano del teclista de los autores de “To You Alone”. También son escoceses, dicen que su nombre no tiene nada que ver con Django Reinhardt, han tardado tres años desde que se formaron hasta que han entregado su primera obra y probablemente habréis escuchado hablar bastante de ellos porque su disco de debut, el homónimo “Django Django” ha hecho mucho ruido, hasta el punto de colarse entre los nominados al prestigioso Mercury Prize. [leer más]
31. Crystal Castles – III (Polydor). “III” es, en definitiva, un muy buen disco de música. En su mayor parte transcurre de forma fluida, casi se entremezclan unos cortes con otros. Lo cual, poniéndonos negativo, es tal vez la mayor crítica que se le puede hacer. Falta de variedad, dirán algunos. Yo prefiero llamarlo coherencia interna. Maduración. Seguridad en sí mismos y en lo que hacen. Desde que comenzaron, Crystal Castle están en un proceso de evolución continuo que sólo augura cosas buenas para el futuro. “III” se cierra con “Child I Will Hurt You”, candidata desde ya a canción más bonita del 2012. ¿Te imaginabas leyendo esto de Crystal Castles cuando los escuchaste por primera vez hace cuatro años? Pues eso. [leer más]