Seguimos aumentando el número de entradas en nuestras listas: si el año pasado conseguimos encapsular lo mejor de 2010 en tan solo 15 películas, a la hora de abordar 2011 nos hemos dado cuenta de que se nos quedaba (muy corto). Así que hemos subido el número de entradas a 20 y, pese a todo, hemos de admitir que seguimos considerando que necesitaríamos como mínimo unos 30 films para resumir un año particularmente prolífico en lo que a celuloide se refiere. Como siempre, lo más jodido ha sido rescindirnos a lo estrenado en España durante estos doce meses, lo que deja fuera de la lista a cintas disfrutadas exclusivamente en festivales (esa magna «The Turin Horse«, por ejemplo) y, por el contrario, obliga la presencia de films de años pasados que tardaron lo suyo en llegar a nuestras pantallas. Sea como sea, aquí quedan las películas que le han tomado el pulso al 2011 con mayor acierto.
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20. «X-Men: Primera Generación», de Matthew Vaughn. Para la historia queda el arranque de «X-Men: Primera Generación«: la introducción del personaje del joven Erik en el campo de concentración que continúa la historia que pudimos ver en los primeros minutos del primer “X-Men“. Es en este personaje donde el film encuentra sus mejores momentos y en los que los guionistas ponen todo su empeño en hacerlo creíble. Como espectadores, nos involucramos con él y comprendemos su dolor y la sed de venganza que le mueve a perpetrar cada uno de sus actos, haciendo que este sea el personaje más atractivo de la cinta. Hay que destacar a este respecto el carisma de Michael Fassbender, que hace que su Magneto sea, junto al Lobezno interpretado por Hugh Jackman, el personaje más memorable de la saga hasta la fecha. (sigue leyendo)
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19. «Primos», Daniel Sánchez Arévalo. El director de «Azuloscurocasinegro» y «Gordos» sigue demostrando que, si en EEUU pueden fardar de una (ya no tan) nueva comedia yanki totalmente asociada al nombre Judd y al apellido Apatow, no sería del todo descabellado ponderar una nueva comedia española en torno al nombre Daniel y a los apellidos Sánchez y Arévalo. La principal seña de identidad no andan muy lejos de las del director de «Funny People«: primerísimo primer plano sobre las grietas de la masculinidad tradicional en todo un conjunto de personajes masculinos a menudo pusilánimes pero siempre entrañables. Y esto es lo que se encuentra precisamente en «Primos«: una trama sencilla, sin pretensiones, que sin embargo alcanza memorables momentos de comedia sin renunciar a la profundidad de tres personajes medianamente complejos repletos de miedos e inseguridades. Sánchez Arévalo crece a cada nueva película.
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18. «Valor de Ley», Ethan & Joel Coen. Basada en una novela de Charles Portis y con un antecesor cinematográfico de finales de los 60 de marcado tardo clasicismo, «Valor de Ley» fue reconcebida por los hermanos Coen como un cuento siniestro que narra el paso de la infancia a la edad adulta de Mattie (Hailee Stenfield), una niña de catorce años que con agallas inusitadas busca vengar la muerte de su padre. Para ello pedirá ayuda al marshall alcóholico, bruto y tuerto, Rooster Cogburn (Jeff Bridges), un anti-heroe que fue interpretado en el pasado por John Wayne, que junto a LeBouf (Matt Damon), un orgulloso texas ranger que da el contrapunto a Rooster, emprenderán como una extraña familia, el camino que llevará a Mattie no sólo a completar su venganza, sino también, de forma episódica y mediante diversos y semi-fantásticos personajes, a enfrentarse con la muerte, cara a cara, y completar el tránsito que la llevará de niña a mujer. Todo rodado con un rigor y un lenguaje perfecto, lleno, como es habitual en los Coen, de humor negro y cierta melancolía.
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17. «La Danza», Frederick Wiseman. Ahora que hace tiempo que la fiebre por el documental mutó en esa fructífera tierra de nadie en la que se exploran los límites entre la ficción y la no ficción, Frederick Wiseman sigue apostando por el documental puro, casi primigenio. «La Danza» no tiene ni bustos parlantes ni voces en off que expliquen ninguna historia porque, básicamente, no hay historias que explicar: es este un documental de sensaciones en el que se intuye una magistral labor de selección entre el abundante material rodado. Ahí radica el arte de Wiseman: en configurar un retrato pluscuamperfecto del Ballet de la Ópera de París formado a partir de retazos aparentemente inconexos y para nada narrativos. El reverso realista de «Cisne Negro«.
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16. «Inside Job», Charles Ferguson. A día de hoy, todavía nos preguntamos qué coño ha pasado en el mundo para vernos en la situación en la que estamos. «Inside Job» nos abría un poquito los ojos a base de cavar hondo y con ganas en el agujero de corrupción ponzoñosa en el que nos han metido bancos, inmobiliarias, agencias de seguro y otros entes económicos. Desde el petardazo de Islandia en 2008 -la punta del iceberg- hasta las insuficientes y atropelladas medidas de la Administarción Obama, centrándose en cómo reventó el sistema en Estados Unidos, el documental pega un buen repaso y pone caras (y caretos en más de una pregunta) a los principales responsables de semejante tortel en el que estamos metidos dejándolos a la altura de criminales económicos. Didáctica, punzante, directa y desesperanzadora, el único pero que tiene es que su moraleja es que, simplemente, pase lo que pase, volveremos a estar igual…o peor.