10. Mujeres, «Mujeres» (Sones). Garaje sónico made in Spain. Con su primer y homónimo album (que llegó tan tarde en 2009 que no dio tiempo a incluirlo en las listas, así que ahora toca hacerle justicia), Mujeres conseguían confirmarse como una trepidante banda de rock y como uno de los proyectos nacionales más originales, atemporales y con más futuro. Demostraban, además, que todo el jaleo surgido a su alrededor a raíz de una maqueta y muchos directos emocionantes no era por nada, y que detrás de sus pildorazos de menos de tres minutos hay un trabajo duro y un homenaje permanente y fresco a la música que más les motiva. La prueba de que no hace falta perderse en sótanos de NY para recibir guitarrazos como Dios manda.
9. Los Punsetes, «Lp2» (Everlasting). En “Lp2” pillan todos: los modernos y los que van de no serlo (“De Moda y Estilo», con el estribillo más pegadizo en castellano de lo que llevamos de año: “Las formas y colores de esas camisetas / a las chicas los Ramones se les pegan a las tetas“); los artys que van de listos por la vida (“El Artista“), los ratas y aprovechados (“Dinero“) y a todos, en general, nos dan cera en “La Manera de Acertar”. Mención aparte merece el trayecto final del disco, donde aparcan la crítica social (ejem) y se ponen ahora frikis con “Hospital Alchemilla” (dedicada al hospital de Silent Hill, y que se acerca a aquella estupendérrima “CI” en el gusto por el kitsch macabro), ahora estupendamente decadentes en “Cien Metros Para el Cementerio“, la mejor canción que han hecho hasta el momento y que deja vislumbrar el gran grupo en el que se han convertido Los Punsetes. (leer más)
8. Single, «Monólogo Interior» (Elefant). Dicen Single que no les gusta que la gente se tome sus canciones en broma porque ellos, realmente, las hacen muy en serio. Y lo cierto es que, llegados a este punto, nadie debería tomarse como un chascarrillo los pepinazos de pop cubista fragmentado, estilizadísimo y tremendamente elocuentes con los que Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin van iluminando el panorama patrio con un cuentagotas repleto de polvo de estrellas. «Monólogo Interior» abandona las texturas más accesibles de «Pío Pío» (Elefant, 2006) para buscar nuevas complejidades que desenmarañar ante de tus oídos con una facilidad hipnótica. El resultado es un material abrasadoramente sosegado que no duda ni un instante a la hora de prender fuego a las fronteras habituales del pop más explorador.
7. Standstill, «Adelante, Bonaparte» (Buena Suerte). Un grupo puede alcanzar el punto culminante de su trayectoria de diferentes maneras… Standstill llegaron a él por la vía del equilibrio estético y la poesía asonante elaborada, los dos componentes básicos de “Adelante, Bonaparte”, todo un tratado emocional sobre el ser humano y las pequeñas grandes historias que moldean y dan sentido (o no) a la vida de quien quiera escuchar. En este álbum, la complejidad sonora no está reñida con la inmediatez de sus canciones, como certifican las dos partes del tema titular, “Adelante, Bonaparte”: cada una de esas partes son la cara y la cruz que escenifican la dualidad y las contradicciones del alma errante de todos y cada uno de nosotros.
6. The New Raemon, «Epés Reunidos» (BCore). Ramón Rodríguez es uno de los músicos nacionales más prolíficos de la actualidad, y aunque recientemente nos entristeciera con la noticia de la separación de su banda principal Madee, la realidad es que cuando agarra la acústica y se sincera en castellano con composiciones más fáciles, llega a más gente de lo que lo hacía con su antigua banda. Así es la vida. En «Epés Reunidos» hay hasta veinte canciones que recopilan los cortes de varios lanzamientos aparecidos exclusivamente en vinilo en los últimos dos años, además de añadir algunas inéditas, interesantes colaboraciones (Charades, Manos de Topo, Maga) o versiones. Una colección de bonitas canciones con melodías que atrapan y ocurrentes letras entonadas con la delicadeza que la voz de The New Raemon transmite. Y lo mejor de todo es que estará de vuelta en febrero, con “Libre Asociación”. Viva el talento.