5. Magnetic Man, «Magnetic Man» (Columbia). Esto es dubstep for the masses. Y, en medio, trallazos consistentes que garantizan que esto de broma, nada. “Mad” es totalmente insane, lo que le pones al vecino gilipoyas un domingo por la tarde; “Boiling Water” es un cántico drum´n bass que evoca los orígenes de todo; y “The Bug” tiene escrito en su ADN la palabra fiesta. No sabemos hasta qué punto nos tocará ya las narices cuando, en el próximo especial de exteriores de discoteca de “Callejeros“, veamos a un gremlin bailar al son de “Anthemic“. Quizá entonces sí podamos decir que la cosa se les ha ido un poco de las manos. Pero, seamos honestos, en ese momento será el purista que habita en nosotros el que esté hablando, porque para Benga, Skream y Artwork será la prueba de que han conseguido lo que querían… Para bien y para mal. (leer más)
4. Kanye West, «My Beautiful Dark Twisted Fantasy» (Roc-a-Fella / Universal). No hay que perder de vista el hecho de que, hasta este momento, los logros de Kanye han consistido en propulsarse desde bases ajenas… Ahora, sin embargo, “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” significa el encuentro del rapero con su propio sonido: un género en sí mismo, llamémoslo hip-hop de estadio, capaz no sólo de arrebatar a todo aquel que se le ponga por delante (por poco que entienda de la materia), sino, sobre todo, capaz de hacer que todo un conjunto de canciones calen en el (in)consciente colectivo musical con la fuerza de los coros de los primeros Arcade Fire. Así de fuerte viene pegando Ye. Así que sí, por mucho que sepamos que es un poco estrella del porno, no podemos evitar casarnos con su nueva propuesta. Porque, básicamente, Kanye le ha abierto al hip-hop las puertas del siglo XXI. (leer más)
3. The Morning Benders, «Big Echo» (Rough Trade / PopStock!). Si quieres baladas típicas, mejor te haces un mixtape con tu best of particular, porque The Morning Benders están empeñados en dinamitar la previsibilidad de sus canciones a base de detalles de producción fascinantes. Ahí quedan las salvas de metralla en forma de guitarra eléctrica que rasgan la superficie de “Hands Me Down“, el crescendo entre lo inquietante y melancólico de “Mason Jar” o la tristísima línea de teclados que dirige a “Stitches” hacia el ventrículo más oscuro de tu corazón. “Big Echo” es uno de esos discos que, tras un primer contacto, te obligan a comentar a tus amigos: “¿pero qué bonito que es, no?“. Eso sí, a poco que le dediques un par de escuchas no sólo entenderás la magnitud de la tragedia, sino que pasarás de comentar nada con nadie. Esto es sólo para tu intimidad. Así se disfruta el triple. (leer más)
2. LCD Soundsytem, «This is Happening» (DFA / EMI). Lo mejor de «This is Happening» es que, como el resto de temas de la carrera de James Murphy y sus LCD Soundsystem, todos los contenidos en este álbum suenan a hit-singles absolutos e instantáneos, nunca deudores de esa duración extenuada que asusta al observar el tracklist (sólo un tema baja de los cuatro minutos) sino poseedores de una eterna juventud que hace que se consuman solos al escucharlos. Nueve odiseas galácticas, radioactivas y/o sulfúricas, en las que los bleeps se retuercen, las melodías se metamorfosean y las voces vuelan más alto que nunca antes. Nueve temas que hacen asco al botox y que lo que han bebido directamente es la pócima de la eterna juventud. (leer más)
1. Arcade Fire, «The Suburbs» (Merge / Universal). “The Suburbs” es una obra poliédrica y compacta, brillante y opaca, homogénea pero dicotómica en cuanto a las emociones transmitidas. Las dieciséis piezas perfectamente hilvanadas que la forman son de intensidad variable y estética diversa: Neil Young, Bruce Springsteen o coqueteos con ritmos electrónicos de los 80. Pero, en realidad, suenan a ellos mismos, a los Arcade Fire épicos, solemnes, suntuosos, desnudos, reposados, reflexivos, incisivos… Capaces, aunque resultase difícil, de rozar con la yema de los dedos su cima creativa, conquistada en su estreno. “The Suburbs” es la tabla de salvación contra los problemas que acucian al ser humano del siglo XXI: aislamiento social, falta de comunicación, banalización del amor, abuso y dependencia de la tecnología, rechazo al pasado y despreocupación por el futuro. (leer más)
[Raül De Tena + Estela Cebrián + Jose Antonio Martínez + Javier Serrano]