[dropcap]N[/dropcap]OMBRE COMPLETO. Olivia Cósima Ramírez Ruiz de la Prada, futura Marquesa de Castelldosrius y Baronesa de Santa Pau. ALIAS. Cósmica. EDAD. 23 años. PROFESIÓN. Hija de Ex Director de un periódico muy importante y muy polémico y de una diseñadora en activo de fama internacional. Retoña It. Instagrammer. Bloguera. Niña Bien. Asesora Astral. Esnobista Ilustrada.
WHO’S THAT GIRL? Cósima Ramírez, como la conoce todo el mundo (porque tiene de esos nombres que cuesta lo mismo pronunciar que avanzar en la cola del INEM) es la retoña de Don Pedro Jota Ramírez y Agatha Ruiz de la Prada. Una jovenzana de 23 años que se ha pasado desde los siete fuera de España estudiando en los mejores colegios y Universidades de todo el mundo y que ha vuelto a su país, básicamente, a hacer de su capa un sayo y petarlo a base de bien. Metida en sus estudios y sus cositas, a Cósima no la hemos visto por aquí hasta hace cosa de hace un par de años, cuando empezó a protagonizar noticias de sociedad.
Por ejemplo: se la conoció en el Baile de Debutantes de Au Crillon (esos eventorros que nos creemos que sólo existen en Downton Abbey pero que en realidad ESTÁN PASANDO). Cósima debutó con un vestido de Lacroix en rosa junto a la hija de Phil Collins, y en el vídeo de más abajo la tenéis con 16 añitos demostrando la máxima de que mascando chicle se habla mucho mejor el inglés y dejando a Lilly Collins por los suelos reconociendo que ella va al baile por la fiesta y ya si eso por lo de la gala benéfica (fans)…
Más tarde, se la vio acompañando a su madre vestida a juego con ella como una bandera francesa con patas cuando a Ágata le dieron el premio Prix Dialogo. A madre e hija les faltó gritar lo de «Liberté, Égalité, Fraternité» mientras entraban por la puerta para recibir el premio.
Hoy en día, Cósima trabaja en los head quarters de la firma de su madre y es su embajadora namber guan. Como Ágata, el aire que respira Cósima no está hecho de oxígeno, sino de colorante para cupcakes. Y por ahí va de esa guisa, con sus fucsias, sus naranjas, sus amarillos, sus lentejuelas y sus estampados que parecen diseñados por una mano negra que se ha pasado con el LSD. Además de dar el callo en Ágatha Ruiz de la Prada, Cósima tiene un blog en Yo Dona (no sabemos si el darle un blog a su retoña iba con el finiquito de Pedro J). Se llama «La Vía Cósmica» y leerlo es una experiencia muy límite. Cósima ha tenido una educación excepcional (nada comparado a lo que que tenemos aquí, hoyga) y escribe como si por momentos le invadiera el Espíritu de Valle Inclán leyendo la Nylon Mag. Su estilo es abigarrado, barroco y esnobista y en sus posts hay expresiones que son sencillamente fantásticas y que en el futuro se utilizarán en los colegios para las clases de Lengua y de análisis sintáctico. No en vano la muchacha le debe el nombre a la esposa del compositor Richard Wagner: Cósima Wagner. Que sus padres pueden ser unos horteras del copón pero también unos esnobistas muy ilustrados.
STYLE ICON WHY. Cósima es la típica niña que a priori tienes que odiar. Pero no de cualquier manera. Sino con todo tu cuerpo y todo tu ser, con la fuerza de los mares y con el ímpetu del viento, con ese odio que sólo el complejo de clase puede generar, como se odia a Miranda Makaroff y a todos los retoños de la Alta Aristocrazy española que salieron en el anuncio de Loewe. Cosima es una Niña Bien. Y no lo esconde. Y qué cojones. No tiene por qué.
La chica es divertida y asoma gran inteligencia entre las brumas de esa verborrea literata que se gasta. Pero oye, leer su blog y escucharla hablar es bastante más reconfortante que leer el 98% de blogs de moda que corren por ahí aunque diga cosas como «frenesís«. Cósima no se limita a poner fotos de sus estilismos y a explicarnos que ha desayunado cereales con fibra para hacer bien caca, sus posts aunque escasos son elaborados y por lo menos cuentan cosas. Y muchas: que si se ha ido a Sri Lanka y ha tenido un vuelo «de esos inductivos al insomnio y la introspección«, que si en el desfile de la Fashion Week de Sri Lanka vio a «la eterna agrupación de personajes estrafalarios, sicofantes, blogueros, devotos y curiosos que constituyen cualquier peregrinaje de la moda«, que si no la dejaron entrar en un desfile de la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid (¿¿hola, estamos locos o qué pasa??), que si ha conocido «a la intrigante ganadora extranjera de esta edición del premio AD India Gadavi que venía acompañada de su marido, un apasionado periodista y director del satírico periódico francés Le Canard Enchainé, con el que forjó un coleguismo instintivo nada mas conocerse«…
Y luego está su presencia en las redes: en su Instagram dice cosas tan chachis como que su padre, viendo cómo va vestida, le dice que parece una prostituta; en su Twitter ves cómo retwittea cosas de El Mundo que hablan sobre Pedro J y sabes que lo hace como el perrito del meme; luego le da por defender a UPD y solo puedes pensar que se dedique a escribir de sus cositas interplanetarias en YoDona, que ya.
Se define a sí misma como una «minion at Agatha Ruiz de la Prada«. Nepotismo Ilustrado pero reconocido, oyes.
Es amiga de Josie. Y eso siempre es bien.
Pero a veces le da por ir así en público y, en fin. Deseas que le hagan un Camille Claudel.
Y, en cuanto al estilo, ¿está el mundo preparado para una digna heredera del anti-estilo de Pedro J y la concepción de la moda como si la vida fuera un capítulo de «Mi Pequeño Pony» de su madre? Pues la verdad es que no. La mala noticia es que Cósima parece haber venido al mundo para darle continuidad. La buena es que seguramente nos dé muy buenos momentos en el futuro aunque sea poniendo a prueba la resistencia de nuestras retinas.
PREDICTOR. Cósima es un animal social por puro ADN y entorno social. Pero, aun así, la chica podría ser una patata hablando y comunicándose y no, resulta que tiene una soltura envidiable. Así que mejor nos vamos acostumbrando a tenerla tanto en las crónicas de societé rancia como en los círculos fashionetes españoles.
Cósima seguirá con su blog, tendrá su propio canal de televisión («Cósmica TV», donde se harán predicciones de futuro de lo que se va a llevar la temporada que viene -y todo serán cosas fucsias y naranjas y con muchas mariposas) y en pocos años vengará la salida de su padre de El Mundo y se hará con la dirección del periódico. Será icono de estilo y ejemplo para las futuras blogueras que, como ella, todas querrán «romper los moldes de la mediocridad» y escribir en sus blogs como si fueran una mezcla entre Góngora y un redactor de «Caza Mariposas«.