Tras empaparse del espíritu de David Lynch, Kenzo se marcan una nueva colaboración con evian de la que surge una botella con pinta de objeto de coleccionista.
Ahora no recuerdo exactamente quién me proporcionó esta enseñanza, si fue una persona o una película, pero lo cierto es que hubo alguien o algo en cierto momento de mi vida me dejó bien clara una cosa: para que una cosa sea buena, no sólo tiene serlo, sino también parecerlo. Lo mejor de todo es que, aquí, puedes cambiar el «bueno» por muchas otras cualidades… En el caso que nos ocupa, podemos acompañar «bueno» de «molón, cool y de lujo», porque la verdad es que la nueva botella diseñada por evian y Kenzo parece y es todo lo dicho. Y mucho más.
Pero vamos al grano: la cuestión es que Carol Lim y Humberto Leon, directores creativos de Kenzo, llegan a este tête-à-tête con evian justo después de haber vivido una de esas colaboraciones que te cambian un poco la vida. Nos referimos a la entente cordiale que llevó a David Lynch a diseñar la banda sonora y la escenografía del último desfile de Kenzo, que no por casualidad fue el más oscuro de la historia de la firma. Este espíritu juguetón, digresivo y onírico es el que han trasladado Lim y Leon hasta su colaboración en el diseño de una edición limitada de la botella de evian.
Esta botella, que podrá encontrarse en restaurantes y tiendas seleccionadas a partir de este mes de octubre, lo tiene todo para convertirse en un objeto de coleccionista: el patrón de zig-zag púrpura que domina el diseño se ve fragmentado en formas imposibles que se ven magnificadas por el propio efecto lupa de la botella llena de agua, mientras que un print lima rompe más todavía el patrón y convierte la botella en una experiencia que parece surgida de la mente de Escher. Disponible en formatos 75 cl, 33 cl y (como novedad) PET, está claro que a partir de ahora beber agua evian será toda una experiencia visual y sensorial.