The Lemon Twigs son los millennials menos millennials, la banda que pasa de las modas a la hora de practicar una postneopsicodelia tan brillante como la de su discazo «Go To School».
GO TO SCHOOL, de The Lemon Twigs. Internet permite un acceso fácil y rápido a tal cantidad de música que los más jóvenes pueden apasionarse por una época lejana a ellos a través de sus canciones a golpe de click, sin pasar por los procesos naturales de escucha y asimilación. Los hermanos Brian y Michael D’Addario encajan perfectamente en ese perfil por su insultante juventud, ya que rondan los 20 años de edad. Pero ellos aparecen en el polo opuesto de esa teoría: su padre, afamado compositor musical en los 70 y fan obsesivo de The Beatles, los introdujo en el pop y el rock clásicos desde pequeños al reproducir en casa su gran colección de LPs. Así conocieron en profundidad también a The Beach Boys o The Animals, mientras desarrollaban su talento multi-instrumental y vocal.
De ahí procede la fijación de los D’Addario por los sonidos y la estética de los 60 y 70, por lo que se les puede considerar los millennial menos millennial del planeta. A ello contribuye su aspecto e indumentaria, sacados directamente de la época como si fuesen capaces de teletransportarse a ella cada vez que lo necesitan y que son el reflejo de su estilo musical: singularmente vintage, extraño, extravagante y con un punto freak. Estos son los calificativos de un universo absolutamente personal en el que Brian y Michael llevan el término retro a un nivel superior y que ellos bautizaron como The Lemon Twigs, un crisol de psicodelia, pop barroco, glam, soft-rock y pop-rock progresivo que empezó a desplegarse en su primer LP, “Do Hollywood” (4AD, 2016), un oopart musical coproducido por su colega Jonathan Rado, de Foxygen.
Pero las mentes de los D’Addario son tan inquietas que no se conformaron con simplemente continuar las líneas maestras de “Do Hollywood” y tenían que hacer unas cuantas piruetas más para sacarse de la chistera un segundo álbum como “Go To School” (4AD, 2018), otro disco que sólo podía salir de la bulliciosa imaginación del dúo. Planteado como un musical (inspirado en las incursiones de los hermanos en el mundo del cine y del teatro), el LP cuenta la historia de un chimpancé, Shane, adoptado por humanos -y que se considera como tal- que va a la escuela. Sin embargo, aunque lo parezca, esta obra no es ningún capricho juvenil: en ella colaboraron Jody Stephens (Big Star) y Todd Rundgren, quien pone voz al padre del simio. Y, junto a ellos, aparecen los padres de los D’Addario; sobre todo su madre, que encarna el papel de mamá de Shane.
El resultado de este proceso que combina técnicas de grabación analógicas y altas dosis de surrealismo es un trabajo ambicioso, que en algunos momentos desborda al oyente por sus giros rítmicos y melódicos dentro del campo del psych-glam-pop-rock derivado de David Bowie, Queen, The Beatles, T. Rex e incluso Elton John. The Lemon Twigs regurgitan con tanta fidelidad sus influencias que van contra los estándares del pop-rock contemporáneo y cualquier tendencia moderna hasta hacer de “Go To School” una especie de “The Rocky Horror Picture Show” nada terrorífico, simiesco y, sobre todo, (post)adolescente: su argumento no deja de ser una metáfora de las tribulaciones de Brian y Michael D’Addario, habitantes de una burbuja sonora y temporal que sólo puede reventar el hype. [Más información en el Facebook de The Lemon Twigs // Escucha «Go To School» en Apple Music y en Spotify]