Hace unos meses nos preguntábamos: ¿estamos de vueltas de los festivales? Ahora son los mismos festivales los que ofrecen su visión al respecto.
[dropcap]H[/dropcap]ace unos meses, justo en la época en la que la mayor parte de los festivales anunciaban a bombo y platillo sus carteles, yo me planteaba en esta editorial qué estaba pasando, por qué la reacción más extendida entre mis amigos y conocidos fue recibir todas aquellas confirmaciones entre una salva de comentarios del «vaya coñazo«, «no hay nada que me haga ilusión ver» o «ya lo he visto todo«. No voy a volver a disertar con extensión sobre el tema: en el mencionado texto ya hablaba de que esa sensación puede que fuera algo generacional (aunque los comentarios venían incluso de gente en la primera mitad de su veintena), de que realmente ya hubiéramos visto todos los grupos que hay que ver «una vez en la vida», de que la industria general ya no genera grandes cabezas como en décadas pasadas, de que los festivales nos quitan la posibilidad de ver a ciertos artistas en salas (porque esos artistas prefieren los cachés de los festivales, claro)… Pero aquello fue mi opinión. Una opinión totalmente personal e intransferible que, sin embargo, nunca está de más contrastar con otras personas que, más que probablemente, entienden más que yo de este tema.
Así que, con todas aquellas preguntas en la cabeza, me dispuse a charlar con todo un conjunto de profesionales que pudieran contrastar mis opiniones y ofrecer respuestas mucho más concretas, sensatas y realistas. Los entrevistados provienen de dos mundillos que son uno mismo: el de los festivales y el de la promoción de conciertos. Para no alargarme demasiado en el tema, he acabado dividiendo este artículo / encuesta en dos partes. La primera, la que estás leyendo ahora mismo, viene respondida por un total de siete profesionales: Héctor Fina (director) y Aileen Morrissey (booker) del SOS 4.8; Ernesto González, responsable de comunicación del FIB; César Andión, responsable de comunicación de LiveNation (que, al ser promotora de conciertos pero también la responsable de festivales como el DCode, aparecerá en las dos partes de este reportaje); Vicent Fibla, director del Eufònic; Marc Vilà, director del Festival ERA; y, finalmente, Paco Fernàndez, director del VillaManuela.
Un total de seis visiones que se entrelazan entre ellas y que tejen un vibrante diálogo, un abanico con diversos colores que arrojan una riquísima respuesta a la pregunta de la que surge todo este debate: ¿estamos de vuelta de los festivales?
[dropcap]¿[/dropcap]EMPEZÁIS A SENTIR QUE LA GENTE ESTÁ UN POCO DE VUELTA DE LOS FESTIVALES, QUE YA LO HAN VISTO TODO Y QUE CADA VEZ EXIGEN MÁS?
HÉCTOR FINA & AILEEN MORRISSEY (SOS 4.8): Se siente sobre todo con la generación que lleva quince O veinte años yendo a festis. Y es algo que se nota a nivel internacional, no sólo en España: en UK lo llaman “festival fatigue”. Si llevas diez años yendo al mismo festi, te lo sabes todo de memoria (las infraestructuras, los escenarios…) y es normal que busques algo no mejor pero sí diferente. Con el público del SOS no lo notamos tanto: es un público muy joven, para muchos son sus primeros años de “festivalero” y lo viven como algo nuevo. Tienen un entusiasmo que mucha gente ha perdido con los años.
ERNESTO GONZÁLEZ (FIB): Bueno, no lo creo. Creo que los festivales están yendo bien en general. Desde mi punto de vista, me sigue pareciendo increíble que haya tantos y que casi todos tengan unos aforos, si no llenos, tan importantes. Lo de las exigencias no sé si tiene mucho sentido. ¿Exigir qué? Recuerdo que un seguidor de Facebook nos colocó el cartel de Coachella en un mensaje privado y nos dijo algo así como “A ver cuándo hacéis un cartel como este”. Respetuosamente, le contestamos que siempre hacemos todo lo que podemos por conseguir la mejor relación calidad / precio, pero siguió insistiendo. No tuvimos más remedio que decirle: ¿estarías tú dispuesto a pagar 460 dólares? A partir de ahí, dejo de escribir. Con esto, lo único que quiero destacar es que se puede y se debe exigir en función de lo que se paga y, muchas veces, esto no se tiene en cuenta.
CÉSAR ANDIÓN (LIVENATION): Creo que no, porque la realidad es que quien deja de ir a festivales por edad o porque, como dices, creen que ya lo han visto todo (cosa que me extraña, porque hay tantos festivales en el mundo que se necesitaría dos vidas para verlos todos) son sustituidos por gente joven que empieza a ir a festivales. El público se regenera, los adolescentes dejan de ir a conciertos de adolescentes y empiezan a ir a otros eventos, o incluso hay eventos como Dcode donde se mezclan muchas edades. El futuro es de la juventud y hay que cuidarles y seguir sus consejos y demandas: esa es la responsabilidad de quienes nos dedicamos a traer cultura en forma de entretenimiento en vivo a nuestro país. Lo que sí creo es que buena parte del púbico demanda mejores servicios y mayor variedad, y así debe ser. En lo que no estoy de acuerdo es alguna parte del público que ve la oferta artística más por la cantidad que por la calidad: si comparas precio y número de artistas en un festival, estás perdiendo el norte sobre lo que es un espectáculo en directo. No va de la mano precio y cantidad y calidad.
VICENT FIBLA (EUFÒNIC): La gente es un ente muy abstracto: no creo que pidan “más”, entre otras cosas porque todo tiene un límite en cuanto a oferta y demanda. Un festival con veinte escenarios, con 900 actuaciones y djs, donde se cubre todo el abanico estilístico y -peor todavía- todas las disciplinas habidas y por haber… Es una pesadilla, no un sitio mejor.
MARC VILÀ (FESTIVAL ERA): Creo que para ello deberíamos diferenciar dos tipos de público: los auténticos neófitos, a los que les vale todo y a granel, que lo único que buscan es fiesta y, si ya de paso escucho al grupo de moda, bien; y los que ya llevan tiempo pateándose el panorama festivalero nacional y empiezan a estar cansados de siempre lo mismo y en ocasiones peor… Estos últimos son los que exigen y aprietan. Me parece cojonuda y natural la reacción de ambos tipos de público
PACO FERNÁNDEZ (VILLAMANUELA): Los buenos festivales siguen funcionando bien, independientemente de su tamaño. Independientemente de ello, sí que es cierto que el público que tiene una cierta edad y ya ha pasado por muchos festivales sí tiene más claro lo que quiere, lo que está bien y lo que no, y elijen en función de más factores no relacionados exclusivamente con el cartel.