Hombres G y el Donosti Sound son tan sólo dos de las referencias que aparecen en nuestra presentación en sociedad de Espagueti.
¿DE DÓNDE SALEN? No incurriré en el atrevimiento de decir que salen de eso que se llamó en su día Donosti Sound. Más que nada, porque acabo de descubrir a día 23 de junio de 2016 que Donosti y San Sebastián son el mismo lugar, así que podéis haceros a una idea de lo familarizada que estoy con la música que dice Wikipedia que Le Mans o La Buena Vida (estos sí los habíamos escuchado, ¿eh?) practicaban en la localidad norteña allá por los años 90. Si puede servir de atenuante, decir que en los tardíos 90 quien escribe estas líneas apenas estaba empezando a gatear en territorio italiano, y que el País Vasco quedaba tan lejos como este párrafo queda lejos del rigor periodístico. Pero larga vida a La Oreja de Van Gogh, con quienes crecimos gracias al fanatismo de Madre. En fin, disculpen el rodeo y pasemos a los donostiarros-sansebastienses Espagueti.
Puede que recuerden a Asier Martín de ser bajista de los ya disueltos Thee Brandy Hips, aunque mejor recuérdenlo a partir de ahora como voces y guitarra de Espagueti. Hacer comparaciones con muertos está feo, pero directamente y sin rodeos: Thee Brandy Hips, a título personal, megameh; con Espagueti en cambio ha sido amor a primera escucha. Luego están Alejo al bajo -función en la banda para el que su nombre parecía haberle predestinado visto el maravilloso juego de palabras alejalbajo-, Jon Mikel como guitarra y voces, y finalmente Javi, quien sigue en cambio la excelsa línea que ya marcó en su día con Los Nerviosos.
Con treintaypocos o «Trentaytantos» y tres EPs desde que comenzaran sus andadas como banda allá por el verano del año pasado, Espagueti ya tienen todo lo que nos gusta en una banda: humor cínico sobre melodías sencillas y pegadizas. Que ya basta de plastas que necesitan nutrir el agujero negro que tienen por ego con pomposos y pedantes discursos.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… ¿Por qué complicarse la vida con un título engolado y rebuscado cuando puedes recurrir a títulos como «EP1«, «EP2» y «EP3» para nombrar al primero, segundo y tercer EP? Lo que realmente nos gusta de Espagueti, sin embargo, son las canciones. «Y qué os va a gustar si no«. Ya, perdonen, falta de cierto ingenio a la hora de hilar temas, pues tampoco sabemos si son guapos o qué onda. Con temas que hasta podría decirse que beben de cierto modo del ye-yé en cuanto adornados de parapapás, coritos y palmas expandiendo el ritmo (como «Galletas Danesas«, «Trentaytantos» o «Coste de oportunidad«), y otros que tiran más del guitarreo noventas cuales «Hienas» o «Las Chicas de la Escalera» -y, sí, y en palabras del propio Asier, la semejanza en la intro de esta última con un cacho de «El Final» de Juanita y Los Feos es tan casual que, por no conocer, Asier ni conocía la canción de los madrileños-, el plato fuerte de Espagueti (¡badumchass!) es recubrir imágenes costumbristas de un sutil y efectivo humor cínico.
Sordomudas que se van de despedida de soltero, egobloggers que cambian la cerveza por gintonics y novios feos, chaveas de treintacuatro añazos y lectores de la Rockdelulz que aún creen que pueden hacer algo con su vida, viejos amores que cambiaron la urbe por las ubres de una vaca a las que apartar «las hormigas de tu pan de higo«, las penurias de ser una patata social en «No Somos Novios» (donde te sueltan un «y me da miedo decidir / me acojona Panamá / sobre todo cuando no controlo las respuestas» de misma improcedencia y por ello gracia como el «no no no tengo gato y no me mola el tratato de la NATO» de Polanski y el Ardor)… Todo ello te lo cantan Espagueti en forma de planchazo pop. Hay algo en ellos que nos recuerda a Hombres G, y os aseguramos que ese es de los mejores cumplidos que podemos dirigirle a un grupo. ¿Vascos o Buzzcocks? «Me da igual«.
PREDICCIÓN DE FUTURO. La verdad es que no sabemos a qué aspiran ellos, si tienen pensado deleitarnos con un «EP4» o dar algún concierto alguna vez (igual habría que preguntarles; guiño, codazo, charrasqueo). Y desde aquí y con este breve post tampoco aspiramos más allá de que le escuche alguien más de las 130ypico personas que su página de Facebook computa: esto es como cuando meten a un bebé seismesino en la incubadora para que termine de gestarse, que igual la palma como igual sobrevive y no puedes hacer más que mirar y dar besitos al vidrio desde fuera. Es broma. Finalmente, no queda muy claro si aquí confluyen esperanzas personales o mirada visionaria, pero creemos que para Espagueti esto no ha hecho nada más que empezar y que algún día hasta les podremos ver tocar por Madrid con un elepé. Ala.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Donosti + Hombres G + costumbrismo + desenfado ye-yé = Espeagueti
MÁS EN… su Twitter, su su Facebook y su Bandcamp.
ESCUCHA… «EP1″