Parece ser que el diseñador libanés Elie Saab ha aparcado momentáneamente el diseño de trajes preciosos para las red carpets y se ha puesto manos a la obra para vestir de lujo, en esta ocasión, la edición especial de una botella Evian, que ya sabe todo el mundo que es como la houte couture de las aguas (esa que coges en un ultramarinos de un pueblo de costa y el dependiente te advierte asustado que «ojo, que esa es MUY cara«… True story). Saab se une así a la lista de diseñadores celebérrimos que han vestido a esta elegante agua con sus diseños más personales a lo largo de los últimos seis años, uniéndose a un club por el que han pasado grandes nombres como Diane Von Fustenberg (que se encargó del diseño del año pasado), Issey Miyake, Paul Smith, Jean Paul Gaultier, Christian Lacroix y André Courrèges.
Saab ha conseguido algo bastante difícil: trasladar a un recipiente de cristal la pureza y la delicadeza de sus diseños. Al final, le ha quedado una botella de líneas finas que apuesta por el cristal transparente que tan solo se ve roto por un delicado dibujo en blanco que recuerda a los encajes que adornan sus vestidos: sencillo a primera vista, pero en el que puede palparse una técnica mucho muy concisa. «Sleek and chic«, que dirían en nuestro programa favorito («Project Runway«, por si alguien lo dudaba). Saab ha invertido cuatro meses en este proyecto y la botella de marras se empezará a comercializar a partir de este mes de noviembre en restaurantes y tiendas escogidas. Una pijada como un castillo… Pero una pijada maravillosa, hoygan.