Renovarse o morir. Ese es un leit motiv que no necesita ni renovarse ni morir… Pero que necesita ser escuchado y seguido por todo el mundo cada cierto tiempo. El último en aplicarse el cuento es ese Ron Cacique que introdujo el ron oscuro en nuestro país y que, desde entonces, siempre se ha mantenido totalmente fiel a una identidad fuertemente ligada a la naturaleza y a la tribu. Entonces, ¿cómo conservar esos valores a la vez que realizas la mencionada renovación? Ron Cacique ha optado por un doble movimiento. Por un lado, cambian el packaging: la nueva botella es más estilizada y presenta una mayor acentuación de la transparencia para invitar más todavía hacia su interior, incorporando además un baño de oro en el papel natural de la etiqueta (lo que viene a reafirmar su producción natural en las cuencas del Amazonas). Y, por otro lado, lo que es más sorprendente: el nuevo Ron Cacique viene con un nuevo sabor. Se mantienen los procesos de elaboración y añejamiento (hasta cuatro años en barrica de roble americano), lo que mantiene todos sus sabores y aromas característicos ron, pero los matices de su sabor se renuevan para adaptarse a los nuevos gustos del consumidor. Nosotros estamos divididos: echaremos de menos al antiguo Ron Cacique… Pero estamos deseando probar el nuevo.