Le preguntamos a un total de diez animales festivaleros sobre sus experiencias en festivales: momentos erótico-festivos, nostalgia, Poliklines… ¡De todo!
[dropcap]D[/dropcap]icen que cada uno cuenta el baile según le va. Pero, en materia de festivales, sólo estamos habituados a leer en los medios cómo les va a los periodistas y siempre desde un punto de vista que se presupone profesional y objetivo (o eso se intenta). Y, aunque la crónica de festivales se puede permitir el lujo de flirtear con el lado más subjetivo del que la cubre, lo que nos llega al final suele ser una enumeración de conciertos con sus virtudes y defectos y algún apunte de cómo se las ha apañado la organización para salir airosa, todo ello capado por el hecho de que el que escribe es una persona que normalmente tiene que cubrir una cantidad insana de conciertos en un espacio de tiempo ajustado y entregar sus crónicas en muy poco tiempo. Y que, básicamente, está ahí por trabajo y no para divertirse, que al final es de lo que se trata cuando se va de festival.
En un festival hay tantas experiencias y crónicas posibles como almas asistentes. Y, a poco que cruces palabras con alguien aquí y allá, te das cuenta de que entre concierto y concierto se esconde muchísima gente que puede aportar al evento tanto o más que cualquier periodista letrado o curtido en mil batallas. En nuestro mes dedicado a los festivales no podíamos dejar pasar la oportunidad de dar voz para que nos cuenten sus experiencias más personales a aquellos que hacen que un festival sea grande o no, mítico u olvidable: el público que asiste a ellos. Y no nos referimos a ese público que desde hace cuatro años ficha en el Primavera Sound porque está de moda o que va al Sónar porque ahora es guay y resulta que no es tan Gremlin como decían. Nos referimos más bien a auténticos animales festivaleros que llevan prácticamente toda su vida adulta viendo conciertos aquí y allá a lo largo y ancho de la geografía española e incluso extranjera, y que cargan su mochila personal con mil y una experiencias vividas al calor de la música en directo.
Hemos seleccionado unos cuantos nombres de esos animales que sabemos a ciencia cierta que pueden aportar historias interesantes, divertidas, locas, inimaginables y que, puede, también te hayan pasado a ti. Periodistas, productores musicales, profesionales de la comunicación, diseñadores e incluso una economista y un brasileño que conocimos, cómo no, en un Primavera Sound, nos hablan de cómo fue o de cómo sería El Festival De Su Vida. Impagable. Y, sobre todo, señores Organizadores de Festivales, atiendan, porque les hemos hecho el mejor estudio de mercado posible. Y gratis. De nada.