Entrevistamos a El Cuerpo del Disco con la excusa de que forman parte del escenario que el festival Paraíso 2019 dedica a la escena de baile madrileña.
Como periodista musical, reconozco que la mayor parte de veces que una nueva fiesta entra en mi radar suele hacerlo en forma de nota de prensa enviada por algún colega. Y una cosa os voy a decir: en los últimos tiempos, estas notas de prensa dejan bien clarito que la organización de fiestas se ha convertido en una fábrica de donuts la mar de rentable. Todos los donuts / fiesta realmente apetitosos, con un pintón tremendo, bien a rebosar de azúcar glaseado, prometiendo un subidón de glucosa… Pero absolutamente todos iguales, con esa forma redondita pluscuamperfecta que solo puede salir de una máquina sin alma.
Pocas son las fiestas que destacan, que son capaces de romper el molde industrial y sacar pecho en forma de identidad única. Pero esas fiestas son las que quedan, las que perduran, las que recuerdas. Y entre esas fiestas siempre recordaré a El Cuerpo del Disco porque, como barcelonés que soy, la primera vez que alguien me habló de ellas fue a través del boca oreja… y puto morí de envidia. De hecho, si no recuerdo mal, la primera persona que me habló de esta fiesta fue Linda Mirada, y fue precisamente a tenor de la roller disco que, sin lugar a dudas, fue el punto de inflexión que dio a conocer El Cuerpo del Disco a un público mucho más amplio.
A partir de allá, el resto es historia: El Cuerpo del Disco no solo se ha convertido en una de las fiestas fundamentales para entender la noche madrileña, sino que sus organizadores, los hermanos Yayo y Eloi Vázquez, han empezado a llevar la fiesta a otros ruedos. Incluso a Barcelona, con su icónica San Junipero (¿hace falta explicar la melancolía de esta fiesta o ya se infiere a partir de ese nombre en referencia al mítico episodio de «Black Mirror«?).
No es de extrañar, entonces, que el festival Paraíso 2019 vaya a contar con El Cuerpo del Disco como parte de la programación de un nuevo escenario que nace para festejar el buen estado de saludo de la escena de baile madrileña. Para mí, además, esta es una excusa como otra cualquiera que tengo para quitarme una espinita que tengo clavada desde que Linda Mirada me hablara de El Cuerpo del Disco por vez primera: entrevistar a Eloi y Yayo. Allá que vamos.

Que seáis hermanos hace inevitable la siguiente pregunta: ¿qué música mamasteis de pequeñitos en casa? ¿Eran vuestros padres grandes mitómanos? (Y) Yo crecí mamando la música de Eloi, básicamente. ¡Y estoy hablando de mucha música! Ten en cuenta que somos del 79 y del 85, respectivamente. Yo soy “el joven” y, desde muy pequeño, Eloi se traía sus discos a casa y los escuchábamos juntos. Más tarde, en la época del mp3, me grababa CDs con canciones que sabía que me gustarían. Para que te hagas una idea del nivel de consumo musical que había en casa: con ocho años, mis gustos abarcaban de Bom Bom Chip a Tricky. Sin filtros ni prejuicios. He consumido y disfrutado muchas canciones gracias a Eloi. A mis padres obviamente les encanta la música. Y bailar. En casa somos muy de bailar. Pero creo que no son especialmente mitómanos. Bueno, sí que recuerdo el cariño de mi madre hacia un grandes éxitos de Jean-Michel Jarre. (Eloi) Yo soy mayor y recuerdo escuchar mucho en casa el «Bolero» de Ravel, el «Tug of War» de Paul McCartney y Leonard Cohen, y no es por hacerme el fino… En casa había un equipazo (era la época de locos por el HI-FI) y se podía escuchar música en varias habitaciones. Pero la afición loca vino por la radio: yo consumía de niño Los 40 Principales en vena, en plan escribir el chart cada semana en una libreta poniendo estrellitas; y los sábados ponían el «American Top 40«. De ahí pues poco a poco… Cuando había «Rockopop» me dejaban comer más tarde porque para mí era como la final de la Super Bowl. Vivíamos en un pueblo lleno de discotecas y pubs, y dos tíos míos tenían dos locales. Los fines de semana me dejaban ir a poner discos, y ahí estaban desde los Stone Roses hasta The KLF y los maxis de dance 88-92, que es una época que amo… Ahora pinchamos literalmente aquellos vinilos.
¿Y no pasasteis por ese momento por el que pasan todos los hermanos en el que intentasteis diferenciaros el uno del otro escuchando cosas completamente distintas (e intentando probar, fundamentalmente, que lo que escuchaba el otro era una mierda)? (Y) Más que completamente distintas, yo me moría por enseñarle algo que le pudiese gustar y, sobre todo, ¡que no conociese! Ese momento llegó cuando yo ya había cumplido los 18 años. No es broma. En 2004 se edita el disco de primer disco de The Futureheads. Ahí lo pude pillar, ¡al fin!
¿Por qué decidisteis mudaros de Santiago a Madrid? ¿Qué esperabais encontrar en la capital… y qué encontrasteis realmente? (Y) Estaba un poco hastiado de Santiago y los estudios no funcionaban, por llamarlo de alguna forma. Ya conocía Madrid, había vivido durante una temporada años atrás, y mis hermanos y algún que otro amigo ya estaban aquí. Por lo que era el lugar idóneo para emigrar y probar cosas nuevas. Esperaba encontrarme unos años divertidos, intentando hacer lo que me gusta, sin plantearme siquiera si sería para largo, si volvería de nuevo a Galicia o a cualquier otro lugar. Pero me he encontrado más que asentado, con una vida aquí, con un hijo madrileño… (E) Compostela tuvo una época muy guay hacia 1998-2003: mucha gente con inquietudes y locales guays… Pero luego se estancó un poco y, personalmente, siempre quise vivir en una ciudad grande. Desde hace un tiempo vuelve a haber gente joven que hace cosas realmente chulas.
¿Recordáis el momento justo en el que se os pasó por vez primera la locura de montar una fiesta en Madrid? Cuando cerró el Nasti y nos encontramos sin club en el que pinchar.
¿Por qué creéis que Madrid necesitaba una fiesta como El Cuerpo del Disco? En cierto momento, la figura del dj residente desapareció de las salas pequeñas y medianas y las salas empezaron a apostar por colectivos que organizasen su propia fiesta, con sus propios djs, con su propia promo… Y ahí estábamos nosotros y mucha más gente. Teníamos muchas ganas de hacer algo divertido y especial, algo un poco diferente a lo que había, y apostamos por el disco en un momento en el que no era precisamente lo más popular en la noche madrileña. El Club No nos dio la oportunidad.
Si tuvierais que sintetizar lo que significa El Cuerpo del Disco en un decálogo de cinco puntos, ¿cuáles serían estos puntos? 1. Las fiestas son para bailar, no para lucir maleta. 2. Una buena sesión no es una retahíla de hits. 3. La historia de la discoteca y el clubbing merece respeto. 4. Jamás aburrir al público. 5. Si algo te gusta, está bien: los placeres culpables no existen.
¿Cuál ha sido la mayor alegría que os ha dado la fiesta? Poder hacer fiestas diferentes en las que damos rienda suelta a todo lo que nos gusta, sea disco, house, pop, darkwave o acid, y que el público lo entienda y sepa en cada ocasión qué esperar.
¿Y se puede decir también la mayor tristeza (o frustración) que os haya dado? De momento, no nos ha dado ninguna frustración.
¿Cuál es el sueño loco que os encantaría alcanzar con El Cuerpo del Disco? Nos encantaría conocer ese objetivo, pero no lo sabemos. Va, un cliché: disfrutar cada momento.
¿Cuáles son los cinco temas que más han sonado en la fiesta (y por qué)? Hay clásicos a los que volvemos una y otra vez, porque nos flipan, son populares y funcionan en la pista. Unos ejemplos… «Time to Move» de Carmen, «The Glow of Love» de Change, «I Need a Man» de Eartha Kitt, «Enjoy Your Life» de Oby Onyioha y «Send Him Back (Pilooski re-edit)» de The Pointer Sisters.
Me alucina que os diera por hacer una roller disco… ¿Cómo surgió esa idea y cómo la ha recibido la gente? (Porque, visto desde fuera de Madrid, para mí es casi casi casi un motivo para viajar a la ciudad. ¡Tan solo para asistir!) ¡Ni siquiera fue idea nuestra! Nos lo propusieron casi a la vez Ana Linda Mirada y Arturo Expósito. Juntos, lo propusimos a la sala y continuamos colaborando juntos hasta ahora. Es innegable que la roller fue un punto de inflexión.
¿Cuál es vuestro enfoque musical a la hora de poneros en la mesa de mezclas, ya sea en vuestra fiesta o en cualquiera de los bolos que os salen? Habitualmente hacemos fiestas con límites estilísticos. En el caso de San Junipero, que organizamos junto a Vicente Bustillo, solo nos permitimos pinchar música de un año determinado. Así que el enfoque viene dado.
Este fin de semana pincháis en el Paraíso 2019… ¿Qué podemos esperar de esta sesión? Para nosotros es una sesión muy especial. Intentaremos cubrir buena parte de los estilos que nos gustan, con el disco y house de base, algún clásico, novedades y alguna sorpresa menos esperable en un festival de estas características.

Resulta francamente interesante la apuesta de este festival por la escena de música electrónica de Madrid, dedicándole incluso un escenario. ¿Qué os parece esta idea? Una idea fantástica que ayuda y mucho a dar visibilidad a gente que ha trabajado mucho y con pasión y lo merece. Es la segunda edición solo, pero ya es un festival con prestigio por méritos propios, y para los colectivos que soportan la oferta de cada fin de semana en la ciudad es un escaparate muy importante.
¿Creéis que hacen falta más iniciativas como esta para darle un empuje a la escena electrónica de Madrid? Por supuesto.
Pero, bueno, que aquí estoy yo hablando de “la escena electrónica de Madrid” y a lo mejor en la ciudad ni se percibe así. ¿Hay sensación de una escena articulada en la capital? Creemos que sí existe cierta vertebración y buen rollo entre colectivos. La prueba es que existen multitud de proyectos en los que varios colectivos unen fuerzas, estaciones de radio que les dan cabida, muy buenas relaciones personales… Aunque cada uno tenga sus propios intereses.
¿A quién no deberíamos perdernos en este escenario de Paraíso 2019 (además de a vosotros, claro)? Muchos son colaboradores o amigos a los que admiramos. Fer & Crocket, s-brid y Gaspar Antuña, Jackwasfaster, a_mal_ga_ma, … Pero toda la programación del escenario merece realmente la pena.
Y, en cuanto al cartel completo del Paraíso 2019, ¿qué artistas recomendáis que nadie debería perderse? Somos muy fans de Antal y pensamos cerrar el festival con él. Pero hay muy pocas cosas en el cartel que no nos gusten… Lo que es imposible es no perderse nada memorable.
Venga, y para acabar, ¿cómo os imagináis a El Cuerpo del Disco (la fiesta) de aquí a 20 años? ¿Organizando guateques de tarde en residencias de ancianos para la generación festivalera?
¿Y cómo os imagináis a El Cuerpo del Disco (los hermanso djs) de aquí a 20 años? Seremos muy mayores ya, así que recordando esta época con mucho cariño y como lo que es: una etapa agotadora y divertidísima. [Más información en el Soundcloud de El Cuerpo del Disco y en la web de Paraíso 2019]