Nuestra crónica del Cara·B 2019 se cierra pidiendo larga vida para este festival… Pero, sobre todo, larga vida para todo lo que representa.
Quinta edición, mismo formato, y nuevos grupos. El festival Cara·B abre la temporada de festivales y sigue reivindicando lo mismo que hizo desde su debut: las ganas por transgredir, por salirse de los moldes y dar visibilidad a nuevos grupos emergentes. De nuevo, hemos confirmado que se trata de una cita ineludible para la ciudad condal, en la que novedad y calidad van dados de la mano. El sold out ambos días así lo corrobora.
VIERNES 15 DE FEBRERO
Eran las seis y media de la tarde cuando Albany inauguraba el festival. Su concierto ya era toda una evidencia de lo que nos depararía el viernes: el trap como gran protagonista. Acompañada por Tita Desustance, ambas se marcaron un concierto solvente y dinámico que calentaba motores para lo que vendría tiempo después.
Le siguió un Pedro LaDroga que, a pesar de los problemas técnicos, salvó el bolo realmente bien llegando a levantar al público con temas como «Vampiro Joven» o «Vakere«. Mucho más que un aperitivo hasta que apareció La Zowi, una de las más esperadas de la jornada del viernes. Irrumpió en escena dejando claro que «soy una puta, y hago música para putas«. Si tuviera que describir su actuación en una sola palabra, esa sería carisma. Rodeada de dos bailarinas que danzaban haciendo twerking mientras se rociaban agua por encima, la artista ofreció un directo crudo, directo y descarado. Uno tiene la impresión que a La Zowi la odian o la aman… Y lo que vimos el viernes en el Cara·B fue pura devoción.
A Cecilio G también se le esperaba, pero su aparición fue mucho más polémica y provocadora. Con un directo inestable, con altibajos, con una extraña incapacidad por hacer que la gente siguiera su ritmo. Empeñado en hacer pogos que fracasaban ante un público que no estaba receptivo a ello. Tanto es así, que cortó a la mitad su tema «From Darkness with Love» para lanzarse a insultar al público. Lo curioso es que nada de esto enturbió el ambiente: el público asumió perfectamente ante quién estaba, y la mayoría se lo tomó a broma.
Eran las diez y media cuando irrumpió Sticky M.A. en el escenario. El trapero demostró una soltura y un manejo del directo excelente. Se le veía cómodo, y se transmitía todo ello al público. Rels B, por su parte, regaló el concierto menos crudo de la jornada. Y Pimp Flaco & Kinder Malo finalizaron la jornada de conciertos, coronándose como el dúo perfecto para un día dedicado a la música urbana. El Bloque djs, por su parte, puso el punto y final al gran evento del Fabra i Coats con una sesión que fue El Bloque al mil por cien.
SÁBADO 16 DE FEBRERO
El segundo día de Cara·B cambiaron las tornas: el protagonismo lo tenía la música indie y el pop-rock. A pesar de los problemas técnicos que hicieron mella en la jornada, fue un día redondo. Melenas fueron las encargadas de abrir el sábado. El cuarteto femenino integrado por María del Amor, Leire Zabala, Ohiana Herrera y Laura Torre deleitaron al público con canciones como «Gira«, «Mentiras» o «Cartel de Neón«. Era el inicio del día, y se notaba en la calma que reinaba en el ambiente. Pero, aun así, el directo del cuarteto de Pamplona fue un buen pistoletazo de salida a lo que vendría después.
La Plata les tomaron el relevo mientras el recinto iba llenándose cada vez más, demostrando que su disco «Desorden» (Sonido Muchacho, 2011) sigue siendo uno de los mejores trabajos de la escena patria. El quinteto de Valencia ya es toda una referencia en el panorama musical, y sus directos corroboran la magia que desprenden sus letras. Lo bordaron con temazos como «Esta Ciudad«, «Me Voy» o «Un Atasco«. El sábado, cualquier asistente podía notar el sello personal de La Plata, esa presencia sombría tan característica mezclada con un sonido excelente. Uno sale fascinado de sus conciertos.
Pimp Flaco irrumpía de nuevo en el escenario, esta vez sin Kinder Malo pero acompañado de la banda madrileña Solo Astra, con la que forman la boy band Cupido. A estas horas, la sala ya estaba llena y el público dándolo todo con los nuevos temas de este grupo que lo está petando últimamente. Canciones pegadizas y un directo bastante correcto. Habrá que seguirles la pista.
Tras ellos, Soleá Morente vino acompañada de Napoleón Solo, el grupo granadino. La cantante irradiaba simpatía y buen rollo, contagiando a todos los presentes de alegría con un concierto sobresaliente que nos llevó directamente a poco menos de las once de la noche, que es cuando Carolina Durante irrumpieron en el escenario de la Fabra i Coats. Eran uno de los caramelos de la noche: ellos lo sabían, el festival también y el público igual. Arrollaron con los temazos que ya se conocen de sobra: «Cayetano«, «Niña de Hielo«, «Himno Titular«, «La Noche de los Muertos Vivientes» y suma y sigue. Llegó un momento en el que daba igual que ahí estuviera cantando Diego, e incluso que hubiera problemas técnicos: el ambiente creado era tan bestial que a nadie le importaba cómo sonara el grupo.
Otro caramelo de la noche, uno de los más esperados, era Novedades Carminha. Los gallegos presentaban por primera vez «Ultraligero«, su trabajo más reciente. Hubo mala suerte, y el concierto se retrasó por los problemas técnicos que hicieron mella en pleno directo, pero sin lograr que decayera el ánimo entre los presentes y aún menos en el trío protagonista. Con joyas ya míticas como «Fiesta Tropical», «Juventud Infinita», «Antigua Pero Moderna» o «Yo Te Quiero Igual», todo se solventó de la mejor forma posible.
PutoChinoMaricón puso el broche final a esta edición de Cara·B abriendo y cerrando con la misma canción: «Gente de Mierda«. Su directo también estuvo salpicado por problemas técnicos, pero el artista salió del paso con gracia y dio por finiquitados dos días para enmarcar. Larga vida al festival Cara·B. Y, sobre todo, larga vida a todo lo que representa. [Más información en la web del festival Cara·B]