Ya nadie habla de «la recuperación» de Eels, sino de su fulgor como banda imprescindible… Por suerte para todos, este verano tendrán nuevo disco y gira.
Mr E, Mark Oliver Everett, Eels, Ese Tipo Eternamente A Una Barba Pegado… Llámenlo ustedes como les dé la gana, pero llámenlo, mímenlo, ámenlo, escúchenlo, abrácenlo como si no hubiera un mañana. Porque, si algo se ha ganado a pulso este hombre, es que lo tratemos con el mayor de los cariños: desde los ya lejanos (pero nunca olvidados, ya sea para bien o para mal) tiempos de «Novocaine for the Soul«, Everett se ha ido labrando una de esas carreras que resultan imprescindibles para entender el panorama indie norteamericano tanto de finales del siglo pasado como de principios de este siglo 21: después del éxito inicial, Mr E cayó en un semi-olvido del que fue recuperado gracias a su libro «Cosas que los Nietos Deberían Saber» (donde exponía el intrincadísimo drama de su existencia, repleta de muertes inesperadas y todo tipo de truculencias) y, sobre todo, a su última tanda de pletóricos discarrales, entre los que es imposible no destacar joyas del tamaño de «End Times» (Vagrant, 2010), «Tomorrow Morning» (E Works, 2010) o»Wonderful, Glorious» (E Works, 2013).
A todos ellos vendrá a unirse este mismo verano el nuevo trabajo de Eels, que recibirá un título tan preclaro como»The Cautionary Tales Of Mark Oliver Everett» (PIAS, 2014). Todavía es pronto para saber si el nuevo álbum de Everett estará a la altura emocional que nos tiene acostumbrados… Pero, cuando alguien no te ha fallado nunca, ¿por qué empezar a hacerlo sin motivo aparente? Vamos, que a esto se le llama confianza ciega. Y más teniendo en cuenta que este verano no sólo tendremos nueva ración discográfica, sino también conciertil: Eels actuarán el próximo 12 de julio en Barcelona (Teatre Grec) y el 14 en Madrid (Circo Price). Como siempre, los fans ya han empezado a preguntarse cuál será el setlist elegido entre un repertorio tan extenso. El resto, simplemente nos abandonaremos a lo que Mr E quiera entregarnos. Que seguro que es muchísimo.