Tras volver por la senda guitarrera en “The Weight Of Your Love” (PIAS, 2013), Editors han desandado el camino recorrido para dirigirse hacia el synthpop en el que los acordes eléctricos quedan en segundo plano que caracterizó el anterior “In This Light And On This Evening” (Kitchenware, 2009). De este modo se definiría el proceso que desembocó en este “In Dream” (PIAS, 2015), producto de las ansias de Tom Smith de depurar las estructuras post-punk / new wave típicas de su banda y sintetizar (en el sentido más amplio del verbo) su estilo. Experimentación, le llaman, recurriendo a un término tan manoseado como distorsionado. Aunque, al fin y al cabo, lo que han hecho Editors en su quinto trabajo es repetir la estrategia de empaparse de la sonoridad entre gélida y maquinal del tecno / electropop primigenio de los 80. Eso sí, insuflándole las dosis necesarias de emoción y dotándola de fibra sensible.
Para entendernos, permítanme que me ponga reduccionista: esta vez, Editors no han querido actuar como buenos imitadores de U2 y han preferido fijarse, salvando las distancias estilísticas, en los últimos Coldplay que realizaron piruetas electrónicas en “Ghosts Stories” (Atlantic / Parlophone, 2014). Con una diferencia: Tom Smith y compañía han resuelto con mayor habilidad la papeleta -sin echar las campanas al vuelo…- espoleados por la total libertad que les proporcionaba el hecho de auto-producir, por primera vez en su carrera, un álbum. Aunque, por otro lado, quizá también tuvo que ver la ambición de Smith de demostrar con “In Dream” que el fallido “In This Light And On This Evening” guardaba en su interior cualidades por explorar y explotar con el paso del tiempo.
Lo que han hecho Editors en su quinto trabajo es repetir la estrategia de empaparse de la sonoridad entre gélida y maquinal del tecno / electropop primigenio de los 80.
Y aquí tenemos la prueba, en forma de repertorio trufado de sintetizadores de texturas variadas y ritmos programados con corazón orgánico que bombea sangre a tempos medios y lentos de aspecto minimalista (“No Harm”, próxima a los Depeche Mode más introspectivos), piezas de envoltura épica (“Salvation” tira de arreglos de cuerda para reproducir la grandilocuencia al ralentí y en blanco y negro de Woodkid; “Marching Orders» cierra el LP en una cumbre en la que rebotan ecos de coros interpretados con el puño erguido) y homenajes al tecno-pop ochentero más brioso (la infecciosa -y también depechemodiana– “Life Is A Fear” y “Our Love”, especie de negativo sonoro sacado del baúl de los recuerdos de Jimmy Sommerville / Bronski Beat).
Entre medias, las melodías guiadas por la voz de barítono de Smith que continúan siendo santo y seña de Editors se conservan en almíbar en “Forgiveness”, “All The Kings” (perdón, ¿se intuye el «Viva la Vida« de fondo?) y una “Ocean Of Night” cuyo comienzo pianístico apunta a un esperpento dance del calado de “A Sky Full Of Stars” de Coldplay. Pero, por suerte, en este caso la figura de Avicii se cambia por la de Rachel Goswell (Slowdive), que ayuda a encauzar el tema como segunda voz (al igual que en “At All Cost”) para luego intervenir en primera línea en la atmosférica y onírica “The Law”.
Si el objetivo que se planteaban Editors con “In Dream” consistía en demostrar su capacidad de riesgo sonoro, su plan no se ha consumado. En cambio, han logrado facturar, al menos, un disco más cohesionado que sus dos predecesores que endereza relativamente su irregular trayectoria reciente una vez perdida la batalla por mantener encendida la mecha del revival post-punk diez años después de su debut. Lo peor del asunto es que, tras varios intentos, Tom Smith y los suyos trasmiten la sensación de que aún siguen buscando su sitio en un panorama musical vertiginoso y permanentemente cambiante.