¿Nostalgia o hechos fundados? ¿Hype melancólico o “han llegado para quedarse”? Lo cierto es que, tras el revival de los 80, el de los 90 no nos pilla por sorpresa pero sí con las defensas bajas. Eso nos pasó hace un par de meses con Surfer Blood… y ahora se repite la historia con Dum Dum Girls. ¿O puede que no? Puede que no. Digámoslo desde el principio: “I Will Be” (SubPop / PopStock!, 2010) es un discazo de esos que suenan a ráfaga de metralleta capaz de revitalizar el clímax de una película (la titularemos «90s again») particularmente aburrida: a saco, a bocajarro, sin piedad y con una frecencia aterradora de 300 balas por minuto. El debut de Dum Dum Girls sólo dura 29 minutos y, en ese escaso lapso de tiempo, les basta y les sobra para que no sólo creas eso de we’re back in the 90s, sino que acabes creyendo de pies juntillas que fueron coetáneas de gente como Lush, The Breeders o Throwing Muses. Las visulizas sin dificultad: a todas ellas en una fiesta de pijamas con los pelos cardados, las medias rotas y el eterno cigarro colgando de sus bocas.
Su amalgama de rock indie noventero con trasfondo de garage puede remitir a múltiples referencias. Sí, podemos soltar una ristra de nombres que ya habréis leído una y mil veces cuando os dimos la chapa con Vivian Girls desde los medios. Pero, tal y como se dijo en su momento de Surfer Blood o lo que se dirá en cuanto a Best Coast le dé por apabullarnos con su debut, Dum Dum Girls sintetizan tan bien el sonido de aquella década que acabas olvidando el sentimiento de deja-vu y concentrándote en la calidad incontestable que todos los trallazos tienen por separado y que acaban sublimando cuando los observas como un conjunto. Y vaya conjunto: desde los hit’n’run arrebatadores en los que demuestran que el punk-pop es mejor cuanto menos dura (“Only Takes One Night”, “Jail La La” o “Yours Alone”, esta última con la participación de Nick Zinner de Yeah Yeah Yeah’s) hasta las pseudo baladas de resacón en las que los términos “shoe” y “gaze” se rozan como adolescentes tímidos pero calentorros sin llegar a concretar las palabras mayores (“Rest of Our Lives”), pasando por el pop de mover la cabeza cuidando lo pose mientras la banda se marca un diálogo-pimpinela que desarma sin posibilidad de resistencia (“Blank Girl”, con coros de Brandon Welch de Crocodiles).
Volvemos a recurrir sumas improbables pero no imposibles como The Jesús & Mary Chain + The Shangri-Las o The Breeders + The Cramps. Pero lo realmente interesante a la hora de sopesar los logros de este “I Will Be” es considerar la genuinidad con la que Dum Dum Girls suenan en un momento en el que el revival pasa por un mimetismo basado en la pérdida del alma y su suplantación por un fantasma cansado que nunca volverá a sonar con la fuerza de antaño. Las de Brooklyn no sólo se salen con la suya a la hora de configurar una identidad simple pero rotunda: consiguen, sobre todo, ser adictivas. ¿Se puede pedir más de un debut? Venga, va… No seáis pejigueras.